Italia remonta a España para decidir su camino (86-81)

Redacción, 16 Sep. 2013. -España respira gracias a Croacia. El partido contra Italia, que tras la derrota griega solo servía para elegir rival de cuartos, llena de dudas la confianza española antes de los trascedentales cruces tras perder un partido que llegó a dominar por 15 en los minutos finales.

Italia, con Belinelli enchufado, dobló a España en el marcador en el primer periodo (24-12), pero un 0-12 gracias a la magia de Sergio Rodríguez niveló la situación hasta el descanso (37-37). En el tercer cuarto, Marc Gasol se exhibió y España volvió a endosar otro 0-12 para tomar la iniciativa.

Cuando Rodríguez encadenó un par de canastas seguidas en el cuarto final (45-60, m.32) el partido parecía ganado pero un 3+1 de Aradori despertó a Italia, que respondió con otro 10-0 y que pudo forzar la prórroga con una canasta final de Datome. En el tiempo extra, los de Pianigiani abrieron pronto brecha a base de penetraciones y España acabó resignada a una derrota (86-81) que le hará enfrentarse a Serbia en la siguiente ronda.



Belinelli… y más dudas

La garra croata, el orgullo griego. 50 minutos de locura que hicieron respirar a España antes de su propio examen. Lo que debía ser una final, o más bien una especie ronda de octavos en el que la victoria era la única manera de llegar a cuartos, se quedaba en una mera elección, en una simple bifurcación de vías. España ya estaba dentro y lo único que tenía que decidir era qué camino coger.

La sñenda del triunfo llevaba hasta Lituania. La de la derrota, hasta Serbia. Y, durante muchos minutos del primer cuarto, España pareció preferir el sendero balcánico. Pocos tapones fueron más premonitorios que aquel de Cusin a Rudy Fernández. Italia tardó tres minutos en arrancar, pero se recuperó con un 5-0. España cuatro, con un triple de Claver insuficiente ante lo que se les venía encima.

Los de Pianigiani estaban en el partido y, por momentos, no tenían rival. Belinelli se divertía en el tiro (8 de los primeros 10 puntos de su equipo… y sin fallo) y Datome prolongaba el idilio italiano con el lanzamiento exterior dándole 8 de ventaja a su equipo: 13-5 (m.6). El rebote era una batalla perdida para el cuadro español (11-4 en ese periodo), al que un 6-0 en contra hizo saltar todas las alarmas (19-7, m.9).

Calderón intentó darle aire a su equipo con 5 puntos seguidos pero Belinelli, a continuación, completaba su gran puesta en escena con otros dos tiros libres para que su equipo acabase con el doble de puntos al término del primer periodo: 24-12. ¡Y eso que falló otros 2! El peor cuarto del vigente campeón en el Eurobasket generaba más de una duda. ¿Y si el deseo era evitar a Lituania?

El Chacho cura las penas

Con los suplentes en el parqué, la imagen de España cambió enormemente en el segundo cuarto. Sergio Rodríguez parecía empeñado en demostrar que lo visto en los minutos anteriores era algo más fruto de la relajación que de un resultado buscado a conciencia. De la mano del canario, el conjunto comenzó a volar.

Ahí estaba Mumbrú, con un rebote en ataque y una canasta construida con pico y pala para gritar que, sin sangre, la imagen sería nefasta. Y ahí estaba el Chacho, protagonista absoluto del periodo, para cambiar el partido en solo 4 minutos que reunieron lo mejor del base canario. Velocidad, más velocidad. Un triple para acercar a su equipo a 7 justo antes de otra canasta de Marc. Una asistencia para un semi alley oop de Rey. Y otra canasta de 3 puntos para culminar el parcial de 0-12 en solo cuatro minutos. Para empatar el partido (24-24). Para empezar otra historia.

Gentile puso fin a la sequía italiana –¡más de 5 minutos y medio sin anotar!- con un par de tiros libres y Aradori apareció por fin con una penetración a cámara lenta. Pero el encuentro seguía en las manos de Sergio Rodríguez, que primero se inventó un pase para que Marc hiciese el 2+1 y, a continuación, le robó a los pívots un rebote en defensa, forzó la falta y le dio desde la línea de tiros libres la primera ventaja a España en todo el partido: 28-29 (m.17).

Italia buscó un nuevo despegue antes del descanso. Cusin, imponente en defensa, se animaba en ataque con un gran mate en la cara de Marc Gasol. Y el omnipresente Gentile se animaba con el triple para el 35-31 a falta de un minuto. Pero una penetración imposible de Rudy Fernández y 4puntos seguidos de Marc lo dejaron todo en tablas al descanso: 37-37.



El DVD de Marc Gasol

La dinámica de alternativas en el luminoso duró tres minutos más. Nadie hubiera imaginado, cuando Datome volvía a adelantar a su equipo (43-42), que Italia se pasaría los próximos 7 minutos y 7 segundos de cuarto sin anotar un solo punto. Marc Gasol pasaba a primer plano. Rudy, desaparecido en combate, ahogaba penas en el pase, como con aquella asistencia que Marc convirtió en 2+1, recuperando la iniciativa durante muchos minutos merced a la inspiración de su estrella, poseída por la perfección.

“Fundamentos del Pívot” (Volumen I). Y sale en la primera escena Marc, con media selección italiana presionándole y él sosteniendo el balón en una mano, esperando asistir a Ricky. El base pasa de largo, él se da la vuelta y, sin levantarse del suelo, tiro desde 5 metros. Canasta. Toca la segunda escena. Tres contra uno cada vez que Gasol la coge. El pívot se lo piensa, sin ponerse nervioso, y acaba encontrando la solución con otra canasta más adicional. Tercera escena. Sergio Rodríguez corre y él sabe cuál será el final de esa jugada, espera el pase y machaca sin dudarlo.

Y, en los extras del DVD, todos los tiros que hizo rectificar a sus rivales. Los rebotes, los movimientos, la posición en la pista. La inteligencia. El aroma a Pau.
43-54. 0-12 de parcial, con 10 puntos de Marc y un mate de Claver –brillante en la intendencia, valiente bajo canasta- durante el letargo griego que concluyó con la canasta de Belinelli. Por el camino, 14 posesiones erradas, con 11 tiros fallados y 3 pérdidas. Y un partido que parecía írsele de las manos cuando Rodríguez y Gasol volvían a conectar al final del tercer cuarto: 45-56.



La heroica italiana

El encuentro iba de sorpresas. Minutos antes, era Datome el que no imaginaba su destino. En el cuarto periodo, fue Sergio Rodríguez el que ignoraba lo que vendría después de su explosivo inicio de cuarto, con un par de contraataques con olor a sentencia para poner la máxima: 45-60 (m.32).

Con 15 de desventaja, Italia se agarró a la heroica. En ese terreno, pocas acciones encienden más que un triple más adicional. Gentile, que venía de anotar dos tiros libres, hizo el 3+1 a continuación para, en cuestión de segundos, poner a los suyos a 9 (51-60). Entre Marc y Sergio, siempre ellos, retrasaron la remontada italiana (53-66, m.35), mas se dejó con vida a Italia y, a la segunda, los de Pianigiani consiguieron su objetivo.

Cusin, qué agallas las suyas, palmeaba. Aradori robaba para el 2+1 y, a la siguiente, volvía a convertir. El contraataque de Cinciarini, la puntilla. Cuando España se quiso dar cuenta, el propio Aradori había puesto a Italia a 2 (64-66, m.38) tras un 10-0 de parcial en un abrir y cerrar de ojos. Incomprensible.

La tragedia se mascaba y ni siquiera el enésimo alley-oop de escándalo entre Rodríguez y Fernández –con la cabeza de Rudy rozando el aro- alejó las malas sensaciones. Sergio Rodríguez desaprovechó dos tiros libres e Italia tuvo bola para empatar o ganar. Falló primero Belinelli pero, tras saque de banda y dos tiempos muertos, Datome apareció de la nada para anotar a placer la canasta que forzaba la prórroga: 70-70. La algarabía italiana anunciaba la avalancha final.



La elección de la no elección

No pudo empezar peor España el tiempo extra. Desfondado, con sus titulares acusando la acumulación de minutos y la moral muy minada, tras haber perdido un choque que tenía en su bolsillo cuando mandaba por 15 en el último periodo. Solo la primera canasta italiana tuvo réplica, de mano de Marc Gasol.

A partir de ahí, fiesta tricolor. Un bucle de penetraciones idénticas y demasiado similares entre sí. De Aradori a Cinciarini, de Cinciarini a Gentile. Qué inmenso Gentile. Tiraba por la borda Claver los dos tiros libres, Llull hacía lo propio con su tiro, Marc volvía a ser humano y, con un 8-0, Italia decantó la victoria pese al último intento español.

Claver buscó el mate para poner a 3 a los suyos pero Datome, menudos minutos finales los suyos, taponó para hundir más la confianza de su oponente. Los de Orenga llegaron a ponerse a 3, pero nunca bajaron de esa cifra, con Italia acertándolas todas en el carrusel de tiros libres hasta el 86-81 final, para euforia de una afición que se hizo notar durante la remontada. Gracias a Croacia, España sigue viva. No resulta alentador.

Escribió una vez William James que, cuando debemos hacer una elección y no la hacemos, esto ya es una elección. En el partido de las decisiones, el Báltico o los Balcanes, Italia eligió ganar. Al menos, no decidió perder. Seguramente, los españoles, tampoco. Grandes actores serían o grandes inconscientes por dejar, con ventaja hasta a 2 segundos del final, su destino en las manos de Datome.