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La fiesta del All Star NBA invade Las Vegas

“Durante este All Star Weekend demostraremos que en Las Vegas sabemos como celebrar una fiesta”. Oscar B. Goodman, alcalde de la ciudad que nunca duerme, proclamó el viernes su satisfacción por acoger el fin de semana de las estrellas. Un fin de semana en el que todo el que es alguien en el mundo del baloncesto NBA o en el del show business ha hecho acto de presencia en la ciudad de los casinos y que vive un sinfín de fiestas, baloncestísticas y no tan deportivas. Jordi Vilà nos transmite sus sensaciones desde Las Vegas

Shaquille O'Neal dio una demostración de humor y movimientos en el entrenamiento previo al All Star Game (Foto EFE)
© Shaquille O'Neal dio una demostración de humor y movimientos en el entrenamiento previo al All Star Game (Foto EFE)
  

Las imágenes en forma de anuncios gigantes en los hoteles – Dwyane Wade en el Mandalay Bay, que acoge la Jam Session, Kevin Garnett y Dwight Howard en el Luxor- evidencian que la NBA ha llegado a la ciudad. El símbolo del hotel MGM Grand, el hotel oficial de la NBA durante el fin de semana, un león gigante, observa el Strip (la avenida principal) desde las alturas vestido con una camiseta de Tim Duncan. La ciudad ha acogido el evento con entusiasmo pero ha llegado casi a la saturación: en un fin de semana normal, Las Vegas recibe unos 150.000 visitantes; el fin de semana acogerá el triple.

La expectación ante la 56 edición del All Star ha sido tan grande que no es extraño que los protagonistas del mismo hayan tenido que recordarse a si mismos que han venido a participar. “Es un fin de semana fantástico. Estamos en Las Vegas, como puede ser eso malo? Aunque en realidad estamos aquí para trabajar, no?”, dijo el dos veces MVP de la liga Steve Nash.

Los participantes en el fin de semana de las estrellas atendieron a los medios de comunicación en el hotel Palms, que pertenece a los hermanos Maloof, propietarios también de los Sacramento Kings y padres de la idea de traer el All Star a Las Vegas. Joe Maloof aseguró que “nunca ha habido un All Star como este. Esta es una ciudad acostumbrada a los espectáculos, pero nunca se ha visto nada como esto”.

Las fiestas con anfitriones ilustres (Kenny Smith, ex jugador y actual comentarista de TNT, o Gary Payton, que el domingo hará una fiesta de despedida), con listas de invitados exclusivas, toman el protagonismo por la noche; durante el día, los All Star atienden a los medios y cumplen los compromisos publicitarios, siempre tratados a cuerpo de rey. “El hotel está bien, ya sabes…”, dijo Kevin Garnett en referencia al hotel de los jugadores, precisamente el Palms. “Todos los hoteles en los que he estado en Las Vegas están bien!”, añadió KG.

Gerald Green, a la postre ganador del concurso de mates, dijo, probablemente irónicamente, que “yo todavía soy menor de edad, o sea que no puedo hacer mucho en las fiestas”. Quien sí tiene la mayoría de edad es Jorge Garbajosa, que después de su participación en el Rookie Challenge tuvo la oportunidad de visitar la ciudad, y alguna fiesta: “No había estado nunca en Las Vegas, y por eso me hace ilusión conocer la ciudad. He estado paseando, la ciudad es enorme. Y si, me han invitado a algunas fiestas”.

Los jugadores de primer y segundo año, como algunos de los jóvenes participantes en los concursos, empiezan a descubrir lo que significa un fin de semana de las estrellas. El madrileño asegura que “de pequeño recuerdo ver el All Star por la tele con mi padre y, si hubiera dicho alguna vez que estaría aquí algún día, se hubieran reído de mí. Y ahora tengo la oportunidad de compartir un fin de semana con todas estas estrellas”.

Garbajosa no duda en decir que “sería un verdadero honor darle la mano a Michael Jordan”, jurado del concurso de mates, y Nate Robinson, campeón del mismo el año pasado, dijo que “me siento como un niño y me vienen ganas de pedir autógrafos a Scottie Pippen, a Bill Laimbeer, hasta a Dirk Nowitzki. Hay tantas estrellas, tantas leyendas…”. Y tantas fiestas. Es lo que tiene un All Star en Las Vegas.