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MM: ¡4 partidos, 3 upsets! Loyola Chicago sigue agigantando su leyenda

Miami, Tennessee y Nevada. Tres finales ajustados y tres canastas ganadoras. Loyola Chicago reafirmó su condición de cenicienta de este torneo final sellando su billete al Elite Eight. Una ronda en la que estarán, superando todos los pronósticos, Florida State y Kansas State, que vencieron a Gonzaga y Kentucky, y una Michigan que recupera su mejor nivel para el momento decisivo.

  

Locura de marzo. Y es que no hay otra forma para definir lo extraordinariamente imprevisible que está siendo este torneo final de la NCAA que nos ha dejado a tres invitados inesperados en la ronda previa a la Final Four. Y uno de ellos nos ha robado ya el corazón. Y es que la divina Loyola Chicago ha superado su tercera ronda y estará en el Elite Eight tras otro tiro decisivo. Sin embargo, los Ramblers no han sido la única sorpresa de esta madrugada de jueves, ya que tanto Kansas State como Florida State han roto los pronósticos venciendo a Kentucky y a Gonzaga.

Los héroes de Sister Jean ya están en el Elite Eight

Loyola Chicago Ramblers (#11) 69 - Nevada Wolfpack (#7) 68

Es difícil competir contra quién ha sido bendecido por el altísimo. O esto pensarán Miami, Tennessee y, a partir de hoy, Nevada. Loyola Chicago ha firmado otro capítulo mágico en su maravillosa historia. Con la ya famosísima Sister Jean (su capellán de 98 años) como amuleto, los Ramblers volvieron a vivir la cara más dulce de un final igualadísimo. Y tras el triple de Donte Ingram y la canasta de Clayton Custer, la tercera foto es de otro triple en los últimos segundos, esta vez de Marques Townes.



Y eso que rápidamente, los de Eric Musselman impusieron su ritmo más elevado de juego. Aunque Loyola Chicago intentó adaptarse a ello en un inicio, fue incapaz de seguir el nivel de acierto de unos Wolfpack que abrían una primera brecha en cinco minutos (6-15), gracias a un Jordan Caroline (19p-6r) omnipresente a ambos lados de la pista. Una buena situación que cambió radicalmente en los siguientes minutos, con una errática Nevada tomando malas decisiones de forma contínua. Y con un activo Cameron Krutwig cerca del aro y las penetraciones de Clayton Custer y de Marques Townes, los Ramblers firmaron un último parcial de 20-4 para llegar al descanso por delante: 28-24.

Esta dinámica no cambió tras el descanso. Los Wolfpack seguían regalando posesiones a su rival y Loyola Chicago, además, lo castigaba con puntos fáciles (36-26). Defensa y contraataque, retorno a lo más básico para seguir por delante y para ganar confianza para meter todos los tiros. Y no es una exageración. Los Ramblers tardaron 14 intentos y 11 minutos en fallar un lanzamiento en esta segunda mitad. Pero Nevada no estaba dispuesto a rendirse. No lo había hecho en sus dos encuentros anteriores (llegó a estar 22 abajo ante Cincinatti) y no lo iba a hacer ahora.

Los de Musselman recuperaron su mejor perfil defensivo y ofensivo (sensacional Caleb Martin, autor de 21 puntos) para sumar un parcial de 2-12 que les devolvió a la pelea (59-59) a cuatro minutos del final. Sin embargo, los Ramblers jugaron el tramo final con enorme oficio y calidad. Y a los siete puntos consecutivos de Aundree Jackson le siguió el tiro definitivo. Marques Townes (18 puntos), con enorme coraje, dejó clavado a su defensor con una finta y ejecutó un bien bendecido triple para que la maravilla historia de Loyola Chicago tenga, por lo menos, un capítulo más a escribir.




Kentucky, encallada en el lodazal de Kansas State

Kansas State Wildcats (#9) - Kentucky Wildcats (#5)

Kansas State consiguió otra de las sorpresas de la noche al colarse en el Elite Eight derrotando a Kentucky. Los de Bruce Weber plantearon un partido pesado, con muchos parones y faltas que acabaron lastrando mucho a los de Calipari, que, sin embargo, tuvieron su opción en un final igualado con un último triple de Shai Gilgeous-Alexander.

13-1 de parcial (con tres triples) en los primeros cuatro minutos. Datos que reflejan perfectamente el arrollador comienzo de una Kansas State que salió dispuesto a no dejarse llevar por su rival. Kentucky despertó con buenos minutos de Shai Gilgeous-Alexander y PJ Washington (18 puntos y 15 rebotes), pero los de Bruce Weber supieron mantener su ventaja al descanso (33-29) en una primera mitad de poca anotación, mucho tiro fallado y, sobre todo, demasiadas parones y silbatos. 26 faltas señaladas, 34 tiros libres y la sensación, afortunadamente, de que lo mejor aún estaba por llegar.

Kentucky empezaba mejor, tomando su primera ventaja del partido tras dos buenas acciones de PJ Washington y un triple de Quade Green. Mera anécdota. Con dos triples de Xavier Sneed (el mejor del partido con 22 puntos) y uno de Carter Diarra, los de Bruce Weber volvían a tomar el control del electrónico (47-38, min. 23) con facilidad. Kansas State seguía castigando con gran severidad los errores (15 pérdidas de Kentucky) de un equipo tan inexperto (hasta seis jugadores de primer año) y, una vez más, embarraba el choque a base de faltas y parones. La situación ideal para un equipo más veterano.

Y aunque los de Calipari, con enorme coraje y oficio, consiguieron llevar el partido a un final igualado, la moneda acabó cayendo del lado de Kansas State. Y con dos nombres clave. El primero, Carter Diarra, que ganó un rebote ofensivo que valió medio triunfo. Y el segundo, Barry Brown con una canasta que acabó siendo el otro medio. Una penetración bien meditada, evitando el tapón de PJ Washington, para dejar un 60-58 que acabó siendo definitivo. Kentucky tuvo un último ataque para forzar la prórroga, pero los Wildcats fueron incapaces de encontrar a un tirador abierto y Shai Gilgeous-Alexander se jugó un último tiro a la desesperada que no entró. En un nuevo duelo de contrastes y planteamientos, de nuevo en este March Madness ganó el barro.




Florida State sorprende a Gonzaga

Florida State Seminoles (#9) - Gonzaga Bulldogs (#4)

¡Y cayó la tercera sorpresa de la noche! Firmando una completísima actuación durante 40 minutos, Florida State superó a una Gonzaga que no supo dar respuesta en ningún momento. Los de Leonard Hamilton dominaron por fuera y por dentro e impusieron su mayor físico y energía en momentos clave para conseguir el billete a un Elite Eight en el que hacía más de 20 años que no estaban.

Tras cinco minutos de titubeo inicial por ambos bandos, Florida State consiguió una marcha más con sus primeros recambios. Los Seminoles subieron su intensidad defensiva, el ritmo de juego y tomaron sus primeras ventajas ante una Gonzaga aún huérfana de referente. Únicamente los chispazos de Rui Hachimura mantenían a los Bulldogs que topaban una y otra vez con el sólido muro de los de Leonard Hamilton, que conseguían una primera renta de 12 puntos (23-11). Y con el japonés de nuevo como líder, los de Mark Few reaccionaron hasta darle la vuelta al marcador antes del descanso con un enorme parcial de 0-15. Los tiros exteriores empezaban a entrar y entre Hachimura y Johnathan Williams comenzaban a controlar también los tableros ante el poderoso juego interior de los Seminoles. Sin embargo, dos triples de CJ Walker, uno de PJ Savoy y una canasta sobre la bocina de Brandon Allen dejaban a Florida State al descanso de nuevo por delante: 41-32.

Y los de Leonard Hamilton completaron su tremendo ejercicio de solidez y fiabilidad en la segunda mitad. Pese a los esfuerzos de Gonzaga por acercarse en el marcador, con los triples de Zach Norvell (14p) y Corey Kispert, los Bulldogs nunca consiguieron amenazar la consistencia de los Seminoles. Guiados por un todoterreno Terance Mann (18p) y la energía constante de hombres como Braian Angola o Trent Forrest, Florida State supo sentenciar su victoria antes del tramo final. A Gonzaga le faltó acierto (5/20 en triples), liderazgo (Perkins 9p) y capacidad de respuesta ante las acometidas de unos Seminoles que fueron in crescendo hasta la bocina final.





Michigan presenta candidatura

Texas A&M Aggies (#7) 72 - Michigan Wolverines (#3) 99

Meneo, zurra, tunda, paliza o el sinónimo que más les guste. No hubo color en el segundo partido de la jornada. Michigan recuperó su versión que le llevó a ser campeón del torneo de la Big Ten y arrasó completamente a una Texas A&M totalmente desconcertada ante tal exhibición. Los de John Beilein sentenciaron el partido en una primera mitad casi perfecta en la que anotaron hasta 10 triples en una maravillosa actuación colectiva que acabó siendo casi de récord. Y es que desde 1992, Michigan no conseguía anotar tantos puntos en un partido de March Madness.

Pese a que los Aggies salieron dispuestos a castigar la endeblez interior de su rival y Tyler Davis y Robert Williams aparecían en cada ataque para dar posesiones extra a su equipo, Texas A&M era incapaz de hacer lo más fácil en los primeros minutos de partido: meter el balón dentro del aro. Y delante, Michigan le daba, minuto a minuto, una auténtica master-class. De todas las formas y colores, con Moritz Wagner (21p) desatado desde corta y larga distancia y una eficiencia espectacular desde la línea de tres. Argumentos tan imparables como indiscutibles en una primera mitad de un único color. 10/16 en triples y 28-52 al descanso (tras llegar también a tener una máxima de 29). Extraordinarios Wolverines también en colectivo, con 4 jugadores en 8 o más puntos.

Y aunque Texas A&M salió dispuesto a morder desde el primer segundo de la segunda mitad, el guión no cambió. A la presión asfixiante a toda pista, Michigan seguía respondiendo con una gran efectividad desde el triple (fantástico Abdur-Rakhman con 24p y 4 aciertos de tres) y penetraciones afiladas de su línea exterior para mantener su amplia ventaja e impedir que los Aggies pudieran ilusionarse con una hipotética remontada. Los Wolverines no quitaron el pie del acelerador en ningún momento, reencontrándose con una mejor versión que hace que en Ann Arbor sueñen con un nuevo título nacional. Y a este nivel, ¿quién les discute que no son candidatos?