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La historia de España en los JJOO (VI): Seúl'88

No era fácil conseguir el pasaporte para estos Juegos (esta vez, ni Yugoslavia ni la URSS estaban clasificadas de antemano), y se consiguió; ya en Seúl, no era fácil terminar entre los dos primeros de un grupo con soviéticos, brasileños y canadienses, y también se consiguió. Sin embargo, cuando todos ya nos acordábamos de Los Ángeles’84, llegaba el gran batacazo, con ridículo posterior como propina. Ah, Estados Unidos supo de una vez por todas lo que significa quedar fuera de la final

Jordi Villacampa, uno de los protagonistas en Seúl'88
© Jordi Villacampa, uno de los protagonistas en Seúl'88
  

¡Por fin sin boicots! Bueno, más allá de las ausencias de Cuba (en protesta por la negativa de Corea del Sur a la petición de sus vecinos del Norte de competir en el mismo equipo) o de la República Surafricana (otra vez el apartheid), entre otras de menor fuste, Seúl iba a reunir, del 18 al 30 de octubre, a 161 países (el tenis y el tenis de mesa se estrenaban como deportes olímpicos) bajo el lema ‘Armonía y Progreso’, todo ello rodeado de grandes medidas de seguridad (había, incluso, probadores de comida) para que a nadie se le ocurriera infligir daño alguno al simpático tigre Hodori, mascota del evento.

En cuanto al basket, pocas novedades al margen del estreno de la línea de tres puntos: de nuevo las doce selecciones participantes se agrupaban en dos grupos, con cuartos de final, semifinales y final en el horizonte. El campeón de la anterior edición (Estados Unidos), el anfitrión (Corea del Sur), los finalistas del XIV Campeonato de África en Túnez (República Centroafricana y Egipto), el campeón de Asia (China), el representante de Oceanía (Australia) y los tres mejores de los Preolímpicos Americano en San Juan (Brasil, Puerto Rico y Canadá) y Europeo en Holanda (¡con la URSS y Yugoslavia en liza!).

Hasta dieciocho países formalizaron, entonces, su inscripción para el torneo de los Países Bajos. Debido a la dificultad de la empresa, federaciones como la checoslovaca, húngara, búlgara o rumana decidieron abstenerse de intentarlo siquiera con el fin de ahorrarse los dineros de viaje y estancia. Lamentable, pero entendible medida si examinamos la nómina de los ocho clasificados –tras disputar una primera fase de cuatro partidos (España ganó todos menos el de Suecia, 103-97, por más de veinticinco)- para la liguilla final (Rotterdam), ya todos contra todos: España, Suecia, Italia, República Federal de Alemania, Yugoslavia, Grecia, URSS y Francia. Casi nada.

¡¡¡Por el average!!! España, +6; Italia, -2; y Grecia, -4. Conseguidas por los favoritos las dos primeras plazas, la tercera quedaba en un triple empate (4 victorias y 3 derrotas) resuelto a nuestro favor merced a los siguientes resultados: España, 90 – Italia, 91; España, 91 – Grecia, 84; e Italia, 88 – Grecia, 91. Los helenos, flamantes campeones de Europa, a verlo por la tele. Por cierto, que por allí andaba presenciando todos los encuentros en directo el seleccionador norteamericano John Thompson, que no debió quedar excesivamente impresionando por el juego desplegado por sus futuros rivales: “El equipo que más me preocupa es el mío”.


El suyo

Hasta 93 jugadores acudieron a la preselección -del 20 al 27 de mayo, en Colorado Springs- que se realizó a puerta cerrada y con la ayuda de más de veinte técnicos de la NCAA. El primer corte dejaba la lista en 26 nombres (adiós a Rony Seikaly, Sherman Douglas, Glen Rice, Vernon Maxwell. Rex Chapman, tras ser elegido por los Charlotte Hornets en el draft, se despidió él solito), número que iría disminuyendo en las siguientes cribas (fuera B. J. Armstrong, Stacey King, Dyron Nix, Sean Elliott…), mientras se iniciaba una gira por Europa (fundamentalmente, para rodar a David Robinson después de su año en blanco ‘in the Navy’) y se celebraban partidos contra combinados formados por jugadores NBA como Jordan, Thomas, Barkley, Tarpley o Bird.

Durante esos días ya se produjeron algunas críticas, en parte por la poca mano derecha de Thompson con los periodistas (sólo permitía hablar con sus pupilos durante los diez minutos posteriores a cada encuentro) y también porque era cierto que al conjunto le faltaban verdaderos directores de juego (ni Charles Smith IV ni Bimbo Coles lo eran) y tiradores puros (Hersey Hawkins, Dan Majerle y para usted de contar), lo que provocó un inquietante 45% de acierto durante estos amistosos y también el consejo de Chuck Daly a su colega en relación a que concediera mayor libertad a sus jugadores en las labores de ataque. Al parecer, para el hombre de la toalla lo único importante radicaba en la feroz defensa a implantar, interesándose más por el físico (precisamente Majerle -campeón de su conferencia universitaria en la carrera de la milla, pues compaginaba el basket con el atletismo- era el único blanco del grupo) que el talento ofensivo. A ello súmenle la presión de que, exceptuando ‘lo’ de Munich’72, Estados Unidos nunca había perdido en unos Juegos Olímpicos, más la zozobra motivada por el doloroso tropiezo del año anterior en los Panamericanos (derrota ante Brasil en Indianápolis) y en el Mundial Junior a manos de Yugoslavia.

Sobre sus máximos rivales, los renovados balcánicos (Cutura, el más viejo con 26 años) comenzaban más finos que los soviéticos, derrotándolos en el primer encuentro, todavía con Sabonis (más de 18 meses sin jugar) pasado de peso y Volkov eliminado por faltas a los dieciocho minutos de juego, cuando Drazen Petrovic había iniciado indefectiblemente su exhibición de diabluras (25 puntos). “Hemos demostrado que, hoy por hoy, somos superiores a los soviéticos”, afirmaba radiante el de Sibenik, con la primera plaza del grupo A prácticamente en el bote (por eso se dejaron llevar ante Puerto Rico en la última jornada, 72-74).

En el B, por su parte, España había quedado encuadrada junto -por orden cronológico de enfrentamiento- a Estados Unidos, Egipto, China, Canadá y Brasil. A simple vista, el análisis resultaba sencillo: los tres primeros encuentros de trámite y a morir en los dos últimos para terminar segundos y, de esta manera, eludir en el cruce tanto a los chicos de Gomelski como a los de Ivkovic. Por eso tampoco desprendieron excesivas conclusiones los choques ante norteamericanos (53-97, con Robinson en 16 puntos, 11 rebotes y 4 tapones y los españoles anotando tan sólo 17 canastas en juego: “El encuentro ha sido una clara demostración de por qué el baloncesto norteamericano es el mejor del mundo. Para mí ganarán la medalla de oro porque son los mejores, sin duda”, manifestaría posteriormente Antonio Martín), egipcios (113-70, aunque hubo que ponerse en zona para despegarse) y chinos (106-74. José Luis Llorente, vaya usted a saber la razón, ya no jugaría más desde entonces).

Y llega Canadá, a la que se superó (94-84) básicamente por equilibrio entre el juego interior y exterior. Así, mientras ellos ofrecían la suma de 16+68 en este apartado, el perfecto 47+47 hispano convertían en inútil la puntería de Pasquale en la primera mitad (19 puntos, que se quedarían en eso debido al marcaje posterior de Solozábal) y de Tilleman en la segunda (8/11 en triples, 10/16 en total). Visto que también habían sucumbido ante Brasil (125-109, con 36 puntos de Óscar), el premio gordo –es decir, medirse a Australia, que había derrotado a Puerto Rico, en cuartos- se situaba claramente en el escaparate para el ganador del España – Brasil.

Un verdadero partidazo. Los amarillos, que mantenían el armazón del bloque que terminara cuarto en el Mundobasket de España’86, confiaban toda su suerte ofensiva en Óscar. Sin embargo, diversos detalles de su rival -jugar con tres postes (Fernando Arcega, Andrés Jiménez y Antonio Martín) a la vez, el rendimiento de los jugadores de banquillo (Margall, 5/7 en triples) o la explosión de Jiménez (27 puntos, con 10/12 en tiros de campo, y 9 rebotes)- pesaron más (118-110) que los 55 tantos de ‘Mano Santa’. Aquello apuntaba, por tanto, a una nueva proeza capaz de mantener nuevamente despierto a medio país. Cuatro años después…

Nada más lejos de la realidad

Porque España chocaría, una y otra vez, con la zona 2-1-2 planteada por los australianos, mucho más certeros tanto desde la nueva distancia (doce triples, cinco de ellos de Gaze, por uno solo de los nuestros) como desde la vieja (13/14 contra 15/23 en tiros libres). “Hemos fallado unos tiros libres que han sido fundamentales durante la primera mitad, pues nos han hecho ir por detrás”, explicó luego un Díaz Miguel que se había olvidado del caliente Arcega, pese a lo cual mantuvimos cierta opción hasta el bocinazo, ya que del 68-77 del minuto 37 se pasaba al 74-77, resultado a la postre definitivo, con posibilidad de empatar si hubiese entrado aquel lanzamiento de Margall.

Claro que lo peor fueron los siguientes compromisos, donde la nula motivación se tradujo en dos nuevas derrotas frente a Canadá (91-96, en un duelo en el que el banquillo español solicitó su primer tiempo muerto a 12 segundos del final) y Puerto Rico (92-93, por lo que se confirmaba la octava plaza definitiva, sólo por encima del Tercer Mundo baloncestístico: Corea del Sur, República Centroafricana, China y Egipto) que llenaron la herida de sal: “Supongo que habrá que cambiar cosas en el futuro para que esto no se vuelva a producir, pero aún es pronto para saber qué es lo que hay que hacer” (Andrés Jiménez, mejor jugador y máximo anotador, con 17.6 puntos, del equipo durante el campeonato). ¿El cansancio? ¿La millonaria prima que recibieron los jugadores sólo por estar? ¿Una mala dirección técnica? ¿Miedo?

Haciendo historia

Que Australia era poquita cosa se demostraría en la siguiente ronda, cuando el paseo de Yugoslavia (91-70) garantizaba a los de Petrovic (6/8 en triples y 3/3 en dobles) una plaza en la final ante el superviviente de la gran guerra.

URSS vs. USA, o traducidas las siglas, el eterno desafío repleto de intensidad en el que los de Gomelski se pasaron la presión en toda la cancha de Estados Unidos por donde quiso el pívot con la mejor visión de juego de la historia (“si hay un equipo que puede ganar a Estados Unidos, ése es la URSS”, había proclamado Sabonis tras una semana de competición), felizmente recuperado para nuestro deporte como bien demostró con su total dominio de la situación (13 puntos y 13 rebotes). “Cuando Gomelski me dijo que contaba con mi presencia en Seúl, yo no podía jugar ni en cuarta categoría”, recordaba tras pasar por las manos mágicas del doctor de los Trail Blazers, Robert Cook (¡criticado en su país por haber operado al gigante enemigo!). “Ahora vuelvo a vivir”. Por eso sonreía junto a sus amigos Kurtinaitis (28 puntos en 32 minutos), Volkov (jugando por fuera para habilitar espacios), Sokk (magnífico en la dirección) o Marciulionis (19 tantos, también soberbio). Por su parte, en los yanquis falló el número 1 del draft, Danny Manning (0/4 en tiros), relegado al banquillo tras cometer dos faltas rápidas. ¿Robinson? Bueno, 19 puntos, 12 rebotes, 10 tiros libres, 2 faltas… ¡pero es que sólo jugó 25 minutos!

Tanta rotación, no hay duda, acabó confundiendo a estos marines de la destrucción y lo que parecía una larga lista de elogios…

  • “Es la mejor defensa presionante que he visto en mi vida, incluidos equipos de la NBA. El seleccionado está en una forma física excelente. Los rusos y los yugoslavos tendrán muchos problemas para controlar el balón ante esta presión. No me parece que nos haga falta un base puro con el movimiento tan rápido de balón de todo el equipo. Creo que se ganarán los Juegos Olímpicos” (Terry Lions, Hoops Magazine).
  • “Están jugando cada vez mejor: su defensa es excelente y están siendo bien dirigidos. Sin tener a Michael Jordan, en conjunto me parece mejor equipo que el de 1984” (Rod Thorn, vicepresidente de operaciones de la NBA).
  • “He jugado dos partidos contra ellos y son realmente fuertes en defensa. Te llegan a poner de mal humor” (Roy Tarpley, jugador de los Dallas Mavericks).
  • “Este equipo es mejor que el mío” (Lute Olson, seleccionador de Estados Unidos en el Mundial de España’86).
    … se convirtieron en punzantes críticas a pesar de la posterior contundente victoria ante Australia (78-49), que no evitaba la peor clasificación norteamericana en su intachable trayectoria olímpica:
  • “En tres meses no se puede entrenar un sistema de defensa a una docena de veinteañeros, aunque vayan a ser millonarios el año que viene en la NBA, cuando se van a enfrentar con hombres que llevan jugando juntos durante años y que son profesionales” (Al McGuire, ex entrenador universitario y comentarista de la NBC).
  • “Hay que enviar jugadores NBA a la próxima cita de Barcelona” (USA Today).
  • “Yo acudiría a los próximos Juegos Olímpicos con Los Angeles Lakers” (Tom McMillen, internacional con Estados Unidos en Munich’72).
  • “No hace falta mandar a un equipo All-Star de la NBA, pero sí al menos a tres o cuatro buenos jugadores profesionales. La calidad de los jugadores universitarios va por ciclos: en 1984 se juntaron Jordan, Ewing, Mullin y otros superiores a este seleccionado del año 1988. Pero si los demás países mandan a los mejorcito que tienen, ¿por qué no mandar a jugadores de la NBA a Barcelona?” (Mike Fratello, entrenador de los Atlanta Hawks).
  • “Si Manning hubiera anotado lo que normalmente acostumbra, toda esta polémica sobre incorporar profesionales al equipo olímpico no habría tenido lugar, pues USA habría conseguido el oro sin mayores problemas” (Lou Carnesecca, entrenador de la Universidad de St. John’s).
  • “Thompson se equivocó al haber sacado a Manning demasiado pronto del campo, a los tres minutos, sin ponerle en el resto de la primera parte, cuando los soviéticos se fueron por 10 puntos” (New York Times).

    Así que el principal acusado ni siquiera se protegió: “Asumo por completo la responsabilidad de esta medalla de bronce. Los jugadores han hecho todo lo posible para ganar los encuentros, pero el que ha fallado he sido yo. Si jugásemos diez partidos contra los soviéticos, creo que ganaríamos la mayoría, pero en semifinales no ocurrió así porque a ellos les salió todo perfecto. De todas formas, si hubiera podido llamar a jugadores como Michael Jordan, Larry Bird o Magic Johnson, lo habría hecho. Pero no pude. No basta con haber inventado el baloncesto para ser los mejores. Los demás también están creciendo”.

    Entretanto, la finalísima (un mal partido, todo hay que decirlo) coronaba al indiscutible rey (zar) del acontecimiento, cuya majestuosa figura surgió (20 puntos y 15 rebotes) cuando peor lo estaban pasando su equipo (14-24 para Yugoslavia), momento en el que Ivkovic optaba por sentar Petrovic pese al desacierto general en el lanzamiento exterior (sólo anotaron 2 triples, y ambos firmados por Drazen, de 11 intentos). En definitiva, 79-63 y todos los elogios para el lituano (“tengo que destacarle obligatoriamente. Es el mejor pívot del mundo”, Aleksander Gomelski), precisamente en la despedida del viejo ‘Zorro Plateado’ (“toda mi vida he deseado ganar una medalla de oro olímpica. Ya lo he conseguido y soy verdaderamente feliz”), a la sazón profeta: “Jugar ante profesionales de la NBA hará progresar al resto del baloncesto mundial, aunque se tarde otros 10 ó 12 años en llegar a su nivel”. Sí, señor.

    Resultados y clasificaciones

    PRIMERA FASE

    GRUPO A

    Resultados
    Australia, 81 (50) – Puerto Rico, 77 (36)
    Corea, 70 (30) – República Centroafricana, 73 (47)
    Unión Soviética, 79 (33) – Yugoslavia, 92 (39)
    Corea, 74 (30) – Puerto Rico, 79 (38)
    Yugoslavia, 102 (51) – República Centroafricana, 61 (21)
    Australia, 69 (35) – Unión Soviética, 91 (53)
    Corea, 92 (46) – Yugoslavia, 104 (48)
    Puerto Rico, 81 (39, 76) – Unión Soviética, 93 (37, 76)
    República Centroafricana, 67 (35) – Australia, 106 (57)
    Puerto Rico, 71 (37) - República Centroafricana, 67 (41)
    Corea, 73 (38) – Unión Soviética, 110 (59)
    Yugoslavia, 98 (52) – Australia, 78 (43)
    Corea, 75 (39) – Australia, 95 (51)
    Unión Soviética, 87 (40) - República Centroafricana, 78 (31)
    Yugoslavia, 72 (37) – Puerto Rico, 74 (36)

    Clasificación
    Equipo G P PF PC
    Yugoslavia 4 1 468 384
    Unión Soviética 4 1 460 393
    Australia 3 2 429 408
    Puerto Rico 3 2 382 387
    República Centroafricana 1 4 346 436
    Corea 0 5 384 451

    Clasificados: Yugoslavia, Unión Soviética, Australia y Puerto Rico.

    GRUPO B

    Resultados
    China, 96 (47) – Egipto, 84 (43)
    Canadá, 109 (45) – Brasil, 125 (56)
    Estados Unidos, 97 (48) – ESPAÑA, 53 (32)
    China, 108 (61) – Brasil, 130 (72)
    Canadá, 70 (42) – Estados Unidos, 76 (40)
    Egipto, 70 (44) – ESPAÑA, 113 (57)
    Brasil, 87 (55) – Estados Unidos, 102 (63)
    Canadá, 117 (61) – Egipto, 64 (32)
    China, 74 (43) – ESPAÑA, 106 (59)
    ESPAÑA, 94 (45) – Canadá, 84 (51)
    Brasil, 138 (66) – Egipto, 85 (38)
    China, 57 (26) – Estados Unidos, 108 (59)
    China, 96 (52) – Canadá, 99 (56)
    Estados Unidos, 102 (62) – Egipto, 35 (21)
    ESPAÑA, 118 (61) – Brasil, 110 (57)

    Clasificación
    Equipo G P PF PC
    Estados Unidos 5 0 485 302
    ESPAÑA 4 1 484 435
    Brasil 3 2 590 522
    Canadá 2 3 479 455
    China 1 4 433 527
    Egipto 0 5 338 568

    Clasificados: Estados Unidos, ESPAÑA, Brasil y Canadá.

    FASE FINAL

    POR LOS PUESTOS DEL 9º AL 12º
    República Centroafricana, 63 (33) – Egipto, 57 (31)
    Corea, 93 (47) – China, 90 (48)
    Egipto, 75 (42) – China, 97 (56)
    República Centroafricana, 81 (41) – Corea, 89 (43)

    CUARTOS DE FINAL
    Yugoslavia, 96 (40) – Canadá, 73 (28)
    Unión Soviética, 110 (53) – Brasil, 105 (58)
    Estados Unidos, 94 (48) – Puerto Rico, 57 (28)
    ESPAÑA, 74 (40) – Australia, 77 (41)

    POR LOS PUESTOS DEL 5º AL 8º
    ESPAÑA, 91 (42) – Canadá, 96 (41)
    Puerto Rico, 86 (39) – Brasil, 104 (51)
    Puerto Rico, 93 (47) – ESPAÑA, 92 (45)
    Brasil, 106 (43) – Canadá, 90 (39)

    SEMIFINALES
    Australia, 70 (31) – Yugoslavia, 91 (44)
    Unión Soviética, 82 (47) – Estados Unidos, 76 (37)

    POR EL BRONCE
    Estados Unidos, 78 (52) – Australia, 49 (29)

    FINAL
    Unión Soviética, 79 (31) – Yugoslavia, 63 (28)

    CLASIFICACIÓN FINAL
  1. Unión Soviética
  2. Yugoslavia
  3. Estados Unidos
  4. Australia
  5. Brasil
  6. Canadá
  7. Puerto Rico
  8. ESPAÑA
  9. Corea
  10. República Centroafricana
  11. China
  12. Egipto

    LOS JUGADORES QUE SUBIERON AL PODIO

    Unión Soviética
    Aleksander Volkov, Tiit Sokk, Sergei Tarakanov, Sarunas Marciulionis, Igor Miglinieks, Valery Tikhonenko, Rimas Kurtinaitis, Arvydas Sabonis, Viktor Pankrashkin, Valdemaras Homicius, Aleksander Belostenny y Valery Goborov.

    Yugoslavia
    Drazen Petrovic, Zdravko Radulovic, Zoran Cutura, Toni Kukoc, Zarko Paspalj, Zelimir Obradovic, Jurij Zdovc, Stojan Vrankovic, Vlado Divac, Franjo Arapovic, Dino Radja y Danko Cvjeticanin.

    Estados Unidos
    Mitchell Richmond, Charles E. Smith, Verner Coles, Hersey Hawkins, Jeffrey Grayer, Charles D. Smith, Willie Anderson, Stacey Augmon, Daniel Majerle, Danny Manning, Herman Reid y David Robinson.

    LA SELECCIÓN ESPAÑOLA
    Jugadores: José Antonio Montero, José Luis Llorente, Ignacio Solozábal, Jordi Villacampa, Juan Antonio San Epifanio, José Biriukov, Josep María Margall, Andrés Jiménez, Fernando Arcega, Antonio Martín, Ferran Martínez y Enrique Andreu. Seleccionador: Antonio Díaz Miguel.