Nota de agencia

Tim Duncan reivindicó su condición de estrella

Tim Duncan se ha hecho una temporada más con el premio al Jugador Más Valioso de la NBA, un galardón que, en esta ocasión, ha sido bastante discutido. El alero de los Spurs no ha tenido el papel protagonista de otras oportunidades, mientras que el argentino Manu Ginóbili se convirtió en el protagonista de varios de los encuentros. Sin embargo, el trofeo a ido a parar a manos de Duncan, quien ha reconocido que es un premio al gran trabajo realizado por todos sus compañeros

Tim Duncan ha vuelto a levantar el trofeo al Jugador Más Valioso de la final (Foto EFE)
© Tim Duncan ha vuelto a levantar el trofeo al Jugador Más Valioso de la final (Foto EFE)
  

San Antonio (EEUU), 23 jun. 2005 (EFE).- El alero Tim Duncan a pesar de haber jugado las peores Finales de la NBA que ha disputado como profesional hizo lo suficiente para que los Spurs de San Antonio ganasen 81-74 a los Pistons de Detroit en el séptimo partido y además de ganar el título de campeones también logró el premio de Jugador Más Valioso.

Duncan, que anotó 25 puntos, pero 17 fueron en la segunda parte después de haber fallado 8 de 9 tiros de campo y estar sin anotar 14 minutos consecutivos, al final logró unos promedios de 21 puntos con 12 rebotes en la serie para quedarse con su tercer premio de MVP.

Al igual que sucedió en las Finales de 1999 y del 2003 cuando los Spurs también ganaron el título, Duncan logró ser el jugador decisivo, aunque esta vez el escolta argentino Emanuel Ginóbili y el veterano Robert Horry fueron mucho más decisivos y valiosos a la hora de mantener al equipo en la competición hasta el séptimo partido.

Inclusive Ginóbili, que fue la estrella en los dos primeros partidos cuando los Spurs se pusieron con ventaja de 2-0, en el séptimo también fue el que rompió siempre a la defensa de los Pistons y aportó 23 puntos con cinco rebotes.

"Es el premio de todos los compañeros que hicieron un gran trabajo y me ayudaron a que en los momentos claves pudiese conseguir los puntos que necesitábamos para ganar a un gran rival", declaró Duncan. "Teníamos confianza que podíamos conseguir la victoria decisiva y así fue".

Duncan también dio las gracias a los seguidores de los Spurs que siempre le habían apoyado, aun cuando no había tenido su mejor baloncesto durante la serie. "Lo importante es que luchamos hasta el final, confiamos en nosotros mismos y logramos el sueño de volver a tener un título de campeones para San Antonio", destacó Duncan, que se une a las grandes estrellas de todos los tiempos con su tercer título de MVP.

"Siempre confíe en mi juego y en el triunfo"

El alero Tim Duncan, que consiguió con los Spurs de San Antonio su tercer título de liga en las últimas siete temporadas y el tercer premio de Jugador Más Valioso (MVP) en las Finales de la NBA, dijo que nunca escuchó las críticas que le hicieron por su bajo rendimiento.

"Nada de lo que se dijo de mi sobre el rendimiento y los fallos en los partidos anteriores me afectaron ni los tomé en cuenta", declaró Duncan, que con 25 puntos y 11 rebotes fue la figura de los Spurs en el triunfo por 81-74 del séptimo partido. "Siempre tuve la motivación de salir al campo y luchar al máximo".

El alero estrella de los Spurs reconoció que aunque lo había dado todo en cada partido, compañeros como el escolta argentino Emanuel Ginóbili y el veterano Robert Horry fueron claves a la hora de conseguir el título.

"Todos peleamos por el título y lo conseguimos traer de nuevo a la ciudad de San Antonio", destacó Duncan. "Entiendo que los aficionados también pidiesen el premio de MVP para Manu porque se lo mereció más que nadie".

Sin embargo, el comisionado David Stern, con los votos de los profesionales que siguen la cobertura de la NBA, aunque recordó la internacionalización de los Spurs con jugadores de cuatro nacionalidades diferentes, anunció a Duncan como el ganador del premio MVP, que esta vez estuvo más cuestionado que nunca.

Tim Duncan demostró su clase y lideró a su equipo en el definitivo encuentro de la final (Foto EFE)
© Tim Duncan demostró su clase y lideró a su equipo en el definitivo encuentro de la final (Foto EFE)
Duncan esperó hasta el final para decidir el título

Por Daniel Zamora. San Antonio (EEUU), 24 jun. 2005 (EFE).- Los Spurs de San Antonio ya tienen en su poder el tercer título de liga, segundo en tres temporadas, y todo gracias a que al final su jugador estrella, el alero Tim Duncan, consiguió ejercer como tal.

Pero antes que consiguiese 25 puntos con 11 rebotes, en el séptimo y decisivo partido de las Finales de la NBA, Duncan confirmó que es una estrella sin el carisma que genere entusiasmo popular, porque no expresa emociones, pero sí tiene todo el respeto y admiración de sus compañeros y rivales porque ofrece resultados.

Su juego metódico sufrió lo indecible cuando la defensa de los Pistons lo sacó de su posición cómoda a partir del tercer partido de la serie y fue incapaz de revertir la situación hasta el final del tercer cuarto del séptimo partido que anotó 12 puntos y que era cuando realmente su equipo ya le había demostrado que sin su aportación no iba a poder conseguir la victoria.

Sus promedios de 21 puntos con 12 rebotes en la serie, estadísticamente, le hicieron merecedor al premio de Jugador Más Valioso (MVP), pero hasta los propios aficionados de los Spurs se inclinaron con gritos de "Manu, Manu..." por el escolta argentino Emanuel Ginóbili, que si fue realmente un jugador que si cautivó y encendió los ánimos con su baloncesto agresivo.

Pero la NBA se rige por reglas muy claras a la hora de la entrega de los premios y los periodistas que cubren la información también las conocen, de ahí que Ginóbili se quedase sin el premio que se merecía más que nadie, o inclusive el veterano alero reserva Robert Horry, que de no haber sido por sus triples milagrosos no hubiesen podido ganar el tercer título.

Sin embargo, ninguno de ellos apareció con su aportación en mejor momento que lo hizo Duncan y de ahí que al final se llevase el premio.

"Es para mi un gran honor", declaró Duncan después de recibir su tercer premio de MVP en unas Finales. "Este equipo tiene a muchos MVP".

Una vez más la sinceridad y la honestidad de Duncan lo pusieron en la dimensión de los "grandes" y el primero en apoyar su condición de estrella y MVP fue el entrenador de los Pistons, Larry Brown, quien dijo que había hecho todos los méritos para ganarlo.

"Ha tenido una gran serie", explicó Brown. "Muchas veces, pienso que las estadísticas no reflejan la verdadera contribución que un jugador hace a su equipo y este es el caso de Duncan, que muchos de sus tiros y pases que hicieron los Spurs se debieron a que tuvimos que marcarlo".

Brown dijo que sin Duncan los Spurs no habrían podido ganar el título y era el gran jugador que se merecía tener los tres premios de MVP para unirse a los legendarios Magic Johnson, Michael Jordan, Larry Bird y Shaquille O'Neal, entre otros.

Sin embargo, para muchos, incluidos los aficionados, Duncan nunca fue un gran jugador en la serie y simplemente surgió en el momento oportuno para reivindicar su condición de estrellas.

La gran pregunta que ha surgido en San Antonio es que hubiese pasado si Ginóbili no llega a brillar en los dos primeros partidos que ganaron los Spurs, o si Horry no anota el triple milagroso en la prórroga del quinto partido.

Nadie hubiese tenido dudas de la figura de Duncan si en el sexto partido hubiese surgido como el líder indiscutible de su equipo para conseguir el triunfo, pero ahí falló y eso forzó el séptimo partido.

Por suerte para Duncan y los Spurs lo ganaron por 81-74 y su jugador estrella puede seguir manteniendo su condición de superestrella y líder indiscutible del equipo.

Su ex compañero, el pívot David Robinson, con el que consiguió ganar los dos primeros títulos de liga, defendió por completo a Duncan y dijo que era injusto todo lo que se había dicho sobre su rendimiento y comportamiento en el campo.

"Muchas personas hablan de Tim como un perro y su personalidad no tiene nada que ver con eso", destacó Robinson. "Lo que ha demostrado en el séptimo partido ha sido increíble y lo hizo una vez más con su propio estilo y a su manera".

El entrenador de los Spurs, Gregg Popovich, recordó que los que no conocen la personalidad de Duncan se equivocan cuando hablan de su comportamiento y actitud en el campo.

"Es el profesional con más ética que me encontrado en toda mi carrera profesional y tiene una cualidad que sólo las grandes estrellas poseen y es que sabe perfectamente lo que tiene que hacer para ganar", señaló Popovich.

Precisamente, eso fue lo que hizo Duncan en el séptimo partido, surgir en el momento oportuno para guiar a los Spurs a su tercer título de liga en siete temporadas, sin importar los fallos que tuvo desde la línea de personal o que nunca hizo la concesión de un mate espectacular.

Duncan no es ese tipo de jugador espectáculo, pero si el que lucha todo el tiempo, pide el balón, se olvida del fallo, ayuda en todos los aspectos del juego y al final encuentra mejor que nadie la manera de conseguir la victoria, que además valió un título de liga.