Redacción, 28 Jun. 2005.- El baloncesto español ha vivido en los últimos 10 días la Final más impredecible, igualada y emocionante de su historia. Tal fue la igualdad que hasta el último de los 12.000 segundos jugados no se decidió la suerte de la eliminatoria, de la temporada.
Tras esos 12.000 segundos de espectáculo la eliminatoria se ha saldado con un resultado de 390-392, una igualdad tan impresionante como histórica. Jamás una Final ACB se había resuelto por tan pocas diferencias: 3,2 puntos de media por partido y un máximo de seis, con tres encuentros resueltos por una diferencia salvable con una canasta. Sólo el Barça Unicaja de 1995 se le acerca (4,0 por encuentro), pero queda igualmente lejos.
La Final ACB ha sido descrita unánimemente como la más increíble jamás disputada. Periódicos nacionales lo afirmaban en sus portadas, crónicas y columnas de opinión y jugadores, entrenadores y directivos de prestigio lo confirmaban también públicamente. No hay sombra de duda, pues: nunca se había jugado una final liguera con tanta alternativa e igualdad.

La emoción del resultado ha venido acompañada por mucho espectáculo. Además de las canastas decisivas en los segundos finales y de las remontadas, se han producido numerosos mates, buenas asistencias, contraataques, tapones y acciones dignas de grabar en vídeo. Y junto al espectáculo de las mejores jugadas sobresalió otro, el del soberano esfuerzo de los dos equipos, su lucha constante y a veces desmedida para convertir la final en un auténtico duelo de colosos, pleno de intensidad y tensión y sin un momento para el respiro.
Ahí estaban 11.274 aficionados de media, 56.369 en total, contemplando este excepcional espectáculo y confirmando la vitalidad del baloncesto madridista: con tantos éxitos pasados, la afición batió su récord histórico de asistencia al acudir 14.500 espectadores al cuarto partido de la Final. Merecía la pena.

Paralelamente al genio de Bullock y Mache emergió el pundonor y garra de los Felipe Reyes, Sergi Vidal y un José Manuel Calderón que volvió a sorprender con un esfuerzo titánico tras tres semanas de convalecencia por una apendicitis. Cada balón contaba y ellos demostraron saberlo mejor que nadie. El tapado, cómo no, Herreros. Un tiro en el quinto partido y la gloria. Valía por 20.
Y qué decir de los dos entrenadores. Dos amigos y técnicos del primer nivel europeo. Dos estrellas con corbata, protagonistas como el que más de lo sucedido. Maljkovic ganó esta vez la partida a un Ivanovic hundido tras el duro desenlace final, pero ambos deben sonreír: su temporada, su bagaje, lo merece.
Prensa y protagonistas coinciden: la final más increíble
Si no lo veo
Portada del diario MARCA
¡Campeones! El baloncesto madridista vuelve a acudir en socorro del fútbol
Portada del diario AS
No había vivido una final tan increíble
Bozidar Maljkovic, en rueda de prensa
El TAU ha sido un rival tremendo en una final preciosa
Alberto Herreros, en rueda de prensa
Ha sido un final de partido increíble ( ) Olé por Alberto"
Antonio Bueno, tras el quinto partido
La final más increíble en 40 años
Lolo Sainz diario AS
Nunca había visto algo así en el baloncesto
Sergio Scariolo Radio MARCA
No ha podido ser más emocionante hasta el final
Mario Pesquera Efe
Es la final soñada por cualquier espectador
José Luis Sáez - Efe
"La mejor final, el mejor campeón"
Paco Torres - Gigantes
"El final más increíble de la historia del deporte"
Gigantes