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Jugar a los 40

¿Quién puede afirmar con rotundidad que la edad es un impedimento para jugar a baloncesto? El domingo 8 de octubre, el mítico jugador italiano Pierluigi Marzorati batía un record ya que a sus 54 años se convirtió en el jugador más longevo en disputar un encuentro oficial, en este caso frente al Benetton. Marzorati, retirado en 1991 a los 39 años, volvía al parqué de forma simbólica (disputó 2 minutos) para recibir el aplauso de su afición y el homenaje de su club, lo que también le hará ser recordado como el único jugador que ha disputado encuentros en cinco décadas distintas. Pablo Maroto nos cuenta ésta y otras historias de jugadores longevos

Oscar Schmidt el día de su retirada, a los 45 años (EFE)
© Oscar Schmidt el día de su retirada, a los 45 años (EFE)
  

Para encontrar quizá el ejemplo más conocido de longevidad el deporte del baloncesto, qué mejor que comenzar con un auténtico fuera de serie como el brasileño Oscar Daniel Becerra Schmidt . “Oscar”, conocido también como “Mao (mano) santa”, se retiró en 2003, ya cumplidos los 45 años, de vuelta en su Brasil natal tras su exitoso periplo europeo en Caserta, Pavia y Valladolid. El para muchos mejor jugador de la historia del baloncesto que no pasó por la NBA, escribió páginas absolutamente memorables, como sus 46 puntos a la selección estadounidense de Danny Manning y David Robinson en los Juegos Panamericanos de 1987 disputados en Indianápolis, que a la postre serían decisivos para una histórica victoria (115 -120) del combinado nacional carioca. Oficialmente su registro total de puntos anotados supera los 46.000, aunque según un registro oficioso habría anotado la friolera de 49.703 puntos en toda su carrera, cifra de la que no hay constancia que haya sido superada.

Dan Gay, más y más logros en una longeva carrera en Italia (Foto Legabasket)
© Dan Gay, más y más logros en una longeva carrera en Italia (Foto Legabasket)
Para continuar con otro evidente ejemplo de longevidad en el deporte del baloncesto tenemos que regresar a la Cantú de Marzorati, que fue el último sitio que vio jugar a Dan Gay. Este pívot italo estadounidense se retiró oficialmente la campaña pasada a punto de cumplir 45 años (nació en julio de 1961) tras toda una vida en el “pallacanestro”, al que llegó en 1984 procedente de la liga holandesa. Rieti, Cantú, Treviso, Pistoia, Bolonia y de nuevo Cantú han sido sus etapas en el basket transalpino, en el que llegó a defender la camiseta de la “nazionale” en el Eurobasket 97 celebrado en España. El pasado 12 de octubre algunos medios se hacían eco del fichaje de Gay por el Climamio Bolonia… aunque en calidad de responsable del equipo de juveniles, si bien se recalcaba que entrenaría con el primer equipo, con el que jugaría si llegaba a ser necesario.

Pierluigi Marzorati o cómo jugar a los 54 años (EFE)
© Pierluigi Marzorati o cómo jugar a los 54 años (EFE)
Italia también tuvo el privilegio de disfrutar de varios lustros con el baloncesto del gran Dino Meneghin. Considerado en 1991 por la revista española “Gigantes del basket” como el mejor jugador europeo de todos los tiempos, Meneghin también ha inscrito su nombre en este apartado al “colgar las botas” a los 44 años. Varese, Milán y Trieste fueron los clubes de Dino, con los que disputó un total de 836 partidos anotando 8.580 puntos. Y como curiosidad, en su última temporada en activo (1993-1994), defendiendo los colores del Olimpia de Milán, compartió equipo con su hijo, un jovencísimo Andrea Meneghin que acababa de empezar su andadura profesional.

En España, Joan “Chichi” Creus deleitó con su baloncesto en Barcelona, Granollers y Manresa hasta casi alcanzar los 43 años en activo. Y curiosamente en sus últimos años como profesional el base catalán vivió una verdadera “segunda juventud” ya que fue pieza clave y primordial en el milagro del TDK, cuando en 1998 el conjunto manresano consiguió contra todo pronóstico hacerse con el título de la ACB tras acabar sexto la liga regular. Creus abandonaría la práctica activa al finalizar la campaña posterior, aún encontrándose a un más que aceptable nivel técnico y físico. Otros jugadores ACB que superaron la cuarentena son el base estadounidense Andre Turner, que con 42 años jugó en el Menorca y el norteamericano con pasaporte belga Bill Varner, retirado en el Cantabria Lobos a los 41 años y 9 meses. Mientras, Darryl Middleton sigue defendiendo los colores de Akasvayu Girona a los 40 años.

En la Liga de Baloncesto Superior de Puerto Rico un clásico como José “Piculín” Ortiz dejó sus últimas huellas. El pívot boricua se retiró a finales de la campaña pasada, a punto de cumplir los 43 años y defendiendo los colores del Capitanes de Arecibo.
Piculín Ortiz, determinante hasta bien entrados los 40 (Foto EFE)
© Piculín Ortiz, determinante hasta bien entrados los 40 (Foto EFE)
“Picu” ha sido toda una leyenda viva no sólo del basket puertorriqueño, sino mundial, tras 20 años de profesional y grandes temporadas en equipos como el Real Madrid, el FC Barcelona, CAI Zaragoza, Unicaja, Aris Salónica o Utah Jazz. Además capitaneó la selección nacional de Puerto Rico, coincidiendo con varias generaciones de grandes jugadores como Ramón Rivas, Jerome Mincy, Rolando Hourrutiner, Eddie Cassiano y más recientemente Carlos Arroyo, Elías Ayuso o Daniel Santiago.

Si miramos al otro lado del Atlántico, un nombre destaca sobre el resto en este apartado: Robert Parish. El legendario pívot titular de la época dorada de los Celtics, ostenta el record de jugador más veterano en retirarse de la NBA, a los 43 años. Se da la curiosa circunstancia de que “El jefe”, como era conocido este excelente jugador, fue abuelo antes de dar por terminada su fructífera carrera profesional en el baloncesto estadounidense. Miembro del “Hall of Fame”, Parish logró otros records en su liga, como el de mayor número de temporadas disputadas ( un total de 21), mayor número de partidos (1.611) o líder total en rebotes defensivos (10.117). Chicago Bulls (1996-1997) fue la última franquicia que pudo contemplar el juego de una auténtica leyenda de este deporte.

El excéntrico Dennis Rodman, con el Fuerza Regia de Monterrey (Foto EFE)
© El excéntrico Dennis Rodman, con el Fuerza Regia de Monterrey (Foto EFE)
El controvertido y extravagante Dennis Rodman también tiene cabida dentro de este apartado. Nacido en 1961, Rodman se convirtió en uno de los mejores especialistas defensivos de la NBA, y tras su paso por Detroit Pistons y San Antonio Spurs coincidió en el inicio de la época dorada de los Chicago Bulls con los Jordan y Pippen (1994-1998), para acabar su periplo estadounidenses en Los Angeles Lakers y Dallas Mavericks. Toda su carrera, salpicada de polémica, estuvo compaginada con otras actividades, como la de luchador profesional, actor (compartió cartel con Jean Claude Van Damme) , presentador de televisión e incluso llegó a escribir un libro, titulado “Bad as I wanna be” (”tan malo como quiero ser”). Tras la NBA, Rodman continuó en activo, enrolándose para dos o tres partidos con equipos de ligas exóticas, como los Tijuana Dragons, de México o los Brighton Bears, de Inglaterra. La última andadura profesional del “Gusano” hasta la fecha se sitúa en Finlandia, cuando en julio de 2005 y a la edad de 44 años, disputó un partido con el equipo Torpan Pojat, de Helsinki.

Pero para encontrar el verdadero paradigma de longevidad tenemos que viajar hasta la lejana Filipinas, para conocer el sorprendente caso del jugador Robert Jarowski, retirado de la práctica activa a los… 52 años. Conocido como “The Big J” o “The living legend”, este antiguo base de ascendencia polaca es un auténtico fenómeno social en la ex colonia española, hasta el punto de que al abandonar la práctica del baloncesto, en la temporada 1998 -1999, comenzó una no menos exitosa carrera política como Senador. En varias de sus últimas temporadas Jarowski ejerció de jugador entrenador, llegando incluso a ser seleccionador nacional de Filipinas en 1990, mientras seguía siendo jugador en activo.

Wayne Brabender, Arvydas Sabonis, Miki Berkowitz, Andrew Gaze, Toni Kukoc, Karl Malone o el gran Michael Jordan. Estos son sólo otros ejemplos de grandísimos jugadores retirados cuando estaban próximos a cumplir la cuarentena y que ponen bien de manifiesto que el baloncesto es un deporte que no entiende de edades.