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La WNBA toma la calle

Este sábado, con el permiso de la autoridad y si el tiempo lo permite, la WNBA vivirá un momento histórico. Por primera vez en la historia del baloncesto profesional norteamericano se disputará un encuentro al aire libre. New York Liberty e Indiana Fever protagonizarán en la pista de tenis Arthur Ashe este encuentro histórico

Katie Douglas, jugadora del Ros Casares, disputará en las filas de Indiana este histórico encuentro
© Katie Douglas, jugadora del Ros Casares, disputará en las filas de Indiana este histórico encuentro
  

Redacción, 18 Jul. 2008.- El próximo 19 de julio la WNBA vivirá un día muy especial. Por primera vez en su corta vida, va a celebrar un partido de liga regular al aire libre. El Outdoor Classic 2008 será el primer encuentro de baloncesto profesional en Estados Unidos que se celebre en una pista no cubierta. El recinto escogido para la ocasión será la pista central del estadio Arthur Ashe (cuya capacidad es de 22.547 asientos), en las instalaciones Flushing Meadows del barrio neoyorquino de Queens donde cada año se celebra el US Open de tenis. El encuentro medirá al equipo local, New York Liberty, con Indiana Fever y se ha previsto que sea un día de fiesta que sirva de promoción al baloncesto femenino en Estados Unidos.

Sin embargo, este no será el primer evento al aire libre de deportes indoor en Estados Unidos. Esta misma temporada, la NHL retomó la idea de partidos fuera de pabellones cerrados y en Búfalo, el equipo local de Buffalo Braves y Pitssburgh Penguins se enfrentaron en el clásico de invierno el día de año nuevo con más de 70.000 espectadores presenciando el partido en directo. Unas cifras que excede lo deportivo porque, como indica Mardy Collins, jugador de los Knicks, no sólo se trata de un partido de baloncesto. “Va a ser bueno no sólo para la liga, sino para todo el baloncesto profesional. Es algo diferente. Es bueno cambiar las rutinas y hacer algo como hizo el hockey. Pienso que va a ser muy positivo para el baloncesto”.

Hasta la fecha se han programado varios eventos paralelos al encuentro en lo que se prevé que será un día familiar. Al partido ya han confirmado su asistencia los jugadores locales de New York Knicks David Lee y Nate Robinson, además de varias estrellas de la ciudad. La NBA estará al tanto de lo que acontezca en Queens porque como dice, Marcus Williams, base de New Jersey Nets, “quizás si todo funciona bien y hay mucho público, la NBA podría hacerlo en un futuro”.

Aunque el encuentro se ha organizado para el entretenimiento del público, el partido tiene un gran valor deportivo ya que se enfrentan el tercer y cuarto equipo de la conferencia Este por lo que la victoria tiene un valor doble, más después de ver como este año en los dos antecedentes Fever y Liberty han hecho valor el factor cancha y han vencido un encuentro cada equipo. Quizás por ello las Fever de Indiana comenzaron el pasado día 11 a preparar el encuentro organizando entrenamientos al aire libre junto a su habitual pista del Conseco Fieldhouse. En las inmediaciones del pabellón, el club instaló, pieza a pieza, una cancha de juego donde el equipo pudo comprobar las particularidad de “jugar sin techo” en una sesión preparatoria abierta al público.

El sol y las altas temperaturas de Nueva York serán algunas de las dificultades a las que las jugadoras se enfrentarán y es que como dice la pívot de Indiana Fever, Ebony Hoffman, el sol puede jugar malas pasadas. “Quise que Peyton Manning nos trajese un poco de eso que ellos usan en los partidos de fútbol, pero creo que podamos conseguirlo a tiempo”, bromea la jugadora acerca de la pintura de protección contra el sol usan los quaterbacks de la NFL.

Sin embargo, si hay un enemigo que impongan más respeto que el sol y el calor ese es el viento. “Como jugadora, si el primer lanzamiento es un air ball, quizás tiendas a acercarte más para tirar el siguiente lanzamiento”, advierte Tammy Sutton-Brown en clara referencia al papel que puede jugar el aire en cada lanzamiento como ya comprobaron las Fever en la sesión de tiro que organizaron. En previsión de que las condiciones climáticas imposibilitasen la disputa del encuentro, la WNBA ya ha previsto un plan B y el partido se disputaría el día siguiente en el Madison Square Garden.

Pese a la incertidumbre climatológica, el partido se presenta como un atractivo reto para un deporte que trata de hacerse hueco entre los aficionados durante los meses de verano, meses donde el deporte americano centra sus miradas en el béisbol. “Será divertido. Va a ser excitante formar parte del primer partido al aire libre. No sólo nos van a ver los seguidores al baloncesto, va a ver mucha gente pendiente de este partido y eso es divertido”, afirma Tamika Catchings, veterana estrella y líder de las Fever.

En el bando contrario, las Liberty llegan al partido muy motivadas al ser las anfitrionas de tan especial evento. “Estoy entusiasmada (con la posibilidad de jugar fuera). Podré recordárselo a mis hijos y mis nietos... decir a todo el mundo ‘Hey, jugué el primer partido de baloncesto profesional al aire libre en el Estadio Arthur Ashe’”, comenta la estrella neoyorquina Shameka Christon.

Por último, cabe señalar que el encuentro también tendrá su vertiente solidaria ya que los fondos que se recauden irán destinados a la Fundación para investigación del cáncer de pecho, una organización que centra sus esfuerzos en la prevención y la cura de esta enfermedad.