Nota de agencia

Las acreditaciones complican la vida a España a su llegada a Pekín

La delegación de la selección española de baloncesto está teniendo una dosis extra de trabajo por culpa de las restricciones que la organización olímpica impone a la hora de conceder acreditaciones, ya que el cupo asignado al equipo de Aíto García Reneses no es suficiente para todos sus integrantes

  

Pekín, 5 ago. 2008 (EFE).- La selección aterrizó en Pekín el martes por la mañana procedente de Shanghai con retraso sobre el horario previsto pero antes de la fecha prevista, lo que ha contribuido a complicar un poco más la farragosa obtención de acreditaciones. El primer entrenamiento del equipo planteó las primeras complicaciones por culpa de la falta de credenciales.

Aíto García Reneses, seleccionador español, decidió cambiar la pista elegida para el primer entrenamiento de los campeones del mundo en la capital oriental. En vez de acudir al Shijingshan Gymnasium, bastante distante de la Villa Olímpica, el técnico optó por evitar los desplazamientos y dirigir la sesión en una de las instalaciones que se encuentran dentro de la residencia de atletas.

Manuel Rubia, delegado de la selección, y Roberto Hernández, responsable de comunicación, el primero desde el interior de la Villa y el segundo desde el exterior, tuvieron que dedicar la tarde a intentar que uno de los preparadores físico, Pepe Casal, y uno de los ayudantes de Aíto, Quim Costa, obtuviera sus respectivas credenciales para poder acceder al recinto de la residencia de los deportistas y participar en el entrenamiento.

Pero las complicaciones en este aspecto no han terminado para la selección española. Costa y Casal contaban con acreditaciones confirmadas y no disponían de ellos debido al adelanto en la llegada del equipo. Sin embargo, otros tres miembros del equipo, Juan Antonio Orenga, también ayudante de Aíto, Jenaro Díaz, encargado del 'scouting' (análisis e informes de los rivales) y Nacho Coque, otro preparador físico, no cuentan con acreditación y, por ahora, no saben si van a poder estar en el banquillo para hacer su trabajo durante los partidos oficiales.

La Federación Española confía en solucionar estos problemas y ya está en contacto con la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) y el BOCOG (Comité Organizador de los Juegos Olímpicos de Pekín) en busca de una solución.