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Fede Van Lacke: Yo soy básquet

Gran aficionado a internet, experto pescador y viajero incansable, lo que realmente apasiona a Fede Van Lacke es el baloncesto. Cuando atraviesa su mejor momento, el escolta del Blancos de Rueda reconoce estar cumpliendo un sueño: "es mi trabajo, pero es lo que amo"

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Lo primero que encuentras cuando entras en la página web de Fede Van Lacke es una cita que resulta impactante:

El básquet a mis 4 años era un juego,
a mis 12, una diversión, a mis 20 una pasión
y hoy es mi vida.
Yo soy básquet.

Sin duda, esa última frase define a la perfección la trayectoria vital del escolta del Blancos de Rueda Valladolid, quien mamó el baloncesto desde su nacimiento. "Por eso elegimos esa frase, porque era lo que más se adaptaba a mí. Desde que nací tuve el balón bajo el brazo. Mi padre jugaba al baloncesto en Argentina y eso marcó mi desarrollo desde pequeño hasta el día de hoy. Mi vida pasa por el baloncesto, es mi trabajo pero es lo que amo. Es lo que toda mi vida soñé y hoy en día lo estoy cumpliendo", reconoce el jugador de Santa Fé.

Se formó en la cantera del Club Regatas de su ciudad natal, pero su aparición en las canchas fue realmente precoz. "Mi primer balón creo que me lo regalaron al año de nacer; cuando empecé a andar ya tenía un balón y mi aro y, sorprendentemente, mi primer partido oficial fue a los cuatro años, compitiendo contra niños de seis y siete", recuerda el argentino. Aquellos primeros momentos como "profesional" le permitieron desde muy temprana edad llevar adelante su pasión por el deporte de la canasta. "Era muy pequeñito y cada vez que salía del campo el entrenador me cogía en brazos. El partido me lo pasaba saludando a mis amigos y a mi familia que me miraba, pero claro, era un niño muy pequeño, aunque ya sentía la pasión de jugar al baloncesto".

Su trampolín, un concurso de "volcadas"

Mientras se iba formando como jugador en el que fue su equipo de siempre, el Echagüe Paraná, tuvo la posibilidad de viajar a España, para participar en una liga de verano en Aranda de Duero. Allí, junto a otros chicos de 18 y 19 años, y jugadores americanos que aprovechaban para darse a conocer, participó en su primer concurso de mates. "En ese momento fue algo muy sorprendente, porque nadie confiaba en mí, al ser un jugador blanco y argentino al que nadie conocía", explica, aunque también le sirvió para que se le abrieran las puertas de su gran oportunidad. "Aquellos fueron mis inicios, los que me permitieron después participar en aquel All Star en Argentina".

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Efectivamente. Pocos meses después, participaba en el concurso de mates de su país y, nuevamente, levantaba el trofeo de ganador. "Participé en el concurso de volcadas de la Liga Nacional Argentina y conseguí el triunfo. Sin duda fue un momento muy importante, porque fue una especie de trampolín para mi carrera. Aunque estaba jugando bien, fue a partir de ese concurso cuando di un salto en mi rendimiento y aparecieron las oportunidades para venir a Europa. De aquello tengo unos grandísimos recuerdos, porque pude conocer jugadores del máximo nivel argentino y, por supuesto, por lo que supuso en mi carrera".

La temporada de su explosión

Como bien cuenta el propio Van Lacke, aquel triunfo le sirvió para darse a conocer y para que le llegaran nuevas oportunidades. En el verano de 2002 se producía su fichaje por el Cantabria Lobos y su debut como jugador en España.

Ahí comenzó una trayectoria que le permitió debutar en ACB, pasar por diferentes equipos hasta recalar, la pasada temporada en el CB Valladolid, club en el que ha alcanzado su mejor momento y con el que se ha producido su eclosión como jugador.

Sin embargo, hasta llegar a este momento ha tenido que recorrer un largo y duro camino, en el que ha habido algunos sinsabores. "Mi primer año en España jugando para Cantabria Lobos fue muy bueno, con una adaptación muy rápida, lo que me permitió dar el salto a la ACB con el CB Murcia. Ahí personalmente me fue bien, pero no tuvimos suerte con el equipo y cuando el equipo no va bien a todos nos perjudica", asevera el escolta argentino.

"Después pasé cuatro años en la liga LEB, con algunas actuaciones destacadas, en una liga que es muy dura. Estuve trabajando para tener esta oportunidad y poder jugar en ACB". Entonces llegó el CB Valladolid y la mejoría fue evidente. "El año pasado salimos campeones, siendo el máximo anotador y uno de los referentes del equipo, teniendo la confianza de mi entrenador, del club la afición y, por supuesto, de los propios compañeros, que me han ido conociendo y me han permitido hacer mi juego".

Por eso, Fede considera que el que haya llegado ahora su explosión como jugador se debe a que "ésta es la edad justa en la que coincide el físico, la madurez y la adaptación a la liga. Ha llegado todo al mismo nivel y eso me permite desarrollar mi mejor baloncesto".

Y esa madurez se está reflejando en su estadística, especialmente en los últimos encuentros que ha disputado, en los que promedia una valoración superior a los 20 puntos. "Sin duda estoy en mi mejor momento de forma en lo que va de temporada. Pero sigo trabajando para mantener e incluso subir el nivel". El jugador aprecia que "en otros momentos me tocó hacer más trabajo en defensa, ayudando un poco a todo el equipo, pero ahora lo que el equipo solicita de mí es anotación. Estoy lanzando con buenos porcentajes, tanto de tres como de dos, y recibiendo muchas faltas".

Esto le está permitiendo "generar cosas positivas al equipo. Siempre intento mantener la intensidad en defensa, ayudar en el rebote y, además, ahora estoy acertado en la faceta ofensiva y puedo aportar más ahí. Por eso estoy muy orgulloso y satisfecho del trabajo que estoy realizando".

La racha del Blancos de Rueda Valladolid

Su buen momento de forma ha coincidido además con una racha de buen juego y resultados que ha situado al Blancos de Rueda Valladolid en la zona tranquila de la clasificación, convirtiéndose en la sensación de la liga aunque sin apartar los pies del suelo y viviendo, como su propio entrenador señala, su epopeya silenciosa.

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"Venimos trabajando muy duro desde agosto, cuando comenzamos la pretemporada aunque en la primera vuelta no tuvimos suerte y la liga no ha sido del todo justa con nosotros, en el sentido de que no estábamos donde nos merecíamos estar en la clasificación". Pese a esa mala suerte, "perseveramos, seguimos trabajando, mantuvimos la paciencia, porque sabíamos y confiábamos que los resultados iban a llegar".

De esta manera han conseguido llegar "a este último mes y medio de competición a un gran nivel, con una gran confianza y con una unión en el equipo que, como hemos demostrado en cada partido, nos hace jugar muy alegres y con mucha complicidad. Tenemos jugadores de mucha calidad y, si bien la plantilla es inferior a la de otros equipos ACB, estamos demostrando que somos un equipo que ha trabajado y que está muy preparado para disputar la liga y, por supuesto, para conseguir la permanencia que es el gran objetivo del club".

La permanencia. Ese sigue siendo el objetivo en el Blancos de Rueda Valladolid, pese a estar 10º en la clasificación y a sólo dos triunfos del 5º. En el vestuario no se habla de otra posibilidad por el momento. "Porfi, nuestro entrenador, lo sabe llevar muy bien. Nos sabe manejar y nos inculca permanentemente que nuestro objetivo principal es la permanencia y no coger esos puestos de arriba y estar en Playoff", explica Van Lacke, quien aún así reconoce que "si llega, será como consecuencia del gran trabajo y de la mente clara que hemos tenido todo el año".

Para él, "nuestro objetivo es y será la permanencia. Si como consecuencia de nuestro buen juego y nuestro buen rendimiento llega la posibilidad de disputar el Playoff, nos emplearemos a fondo en las últimas jornadas para intentar conseguirlo. Pero si no se logra no nos vamos a desmoralizar porque somos un equipo que tiene las ideas claras y, desde el entrenador hasta cada jugador, sabemos muy bien dónde estamos".

Los buenos resultados y el juego del equipo han devuelto la ilusión a una afición que vivió su momento más negro cuando se certificó el descenso a la LEB hace dos temporadas. "En el primer año del equipo en la LEB, había mucha desilusión y mucho enfado entre los aficionados, porque no encontraban a un equipo con el que pudieran identificarse y que enganchara a la gente. Cuando nosotros llegamos lo hicimos con una humildad muy grande, con la idea de trabajar, y poco a poco fuimos enganchando a la gente, devolviéndoles esa ilusión que todo aficionado quiere tener con su equipo. Realmente acabamos siendo una fiesta. Y este año se ha sumado gente nueva y llenamos el pabellón en cada partido, subiéndose al tren de la alegría que provoca ver diez o doce jugadores en el campo que se parten la cara por este equipo y que lo seguirán defendiendo como si hubiéramos nacido aquí en Valladolid", afirma rotundo.

Fanático de Internet

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Si el baloncesto es su pasión, en internet Fede Van Lacke ha encontrado su gran afición. Desde su página web oficial o su sitio en [facebook](https://www.facebook.com/PaginaOficialFedeVanLacke/ "facebook"), se mantiene en contacto con aficionados y amigos, para mantenerles informados de todo lo que sucede alrededor del equipo o de su trabajo.

"Me gusta mucho mantener un contacto directo con la gente. Me gusta que ellos puedan interactuar conmigo, pudiendo escribirme y que yo les conteste a cualquier duda o tema sobre el equipo o mi rendimiento. Mi página web fue creada con esa idea, poder compartir con la gente y tener una relación más directa que la que se tiene de la grada a la cancha", comenta el jugador.

Internet le ofrece la posibilidad de tener "más contacto con los aficionados y puedo atender más a todos los que se acercan, contándoles más cosas sobre lo que veo o lo que siento. Es una gran satisfacción porque tanto la gente de Valladolid o de toda España, como la de Argentina se acercan a mi página y a facebook y se mantienen informados de cómo va mi rendimiento en la liga y, por supuesto, de cómo va el equipo".

Pero no sólo de baloncesto e Internet vive el hombre, o en este caso, Fede Van Lacke. "Más allá de Internet, me gusta salir con mis amigos y pasarlo bien con la gente que he ido conociendo a lo largo de mi carrera. Cuando estoy de vacaciones me gusta mucho ir a pescar con mis amigos allá en Argentina, me gusta viajar y, sobre todo, pasar momentos con la gente con la que no estoy durante todo el año a causa de mi trabajo".

Por el momento, se concentra en su trabajo y en disfrutar al máximo en una ciudad que lo ha acogido con un gran cariño. De la gente de Valladolid, destaca "el respeto que hay hacia nosotros. Nos admiran y, aunque a veces se escuchen comentarios, siempre son con mucho respeto. Nos saludan por la calle y eso es algo muy difícil de encontrar".

Así es Fede Van Lacke, 29 años de sabiduría y pasión por un deporte. Él es básquet.