Fuenlabrada, 11 de octubre de 2012.- Hablamos con Miguel Ángel Hernández, coordinador de la Escuela de Baby Basket del Club Baloncesto Fuenlabrada. Nos cuenta cómo funciona una actividad que reúne cada curso a más niños y niñas hasta agotar año tras año las plazas disponibles y que es el primer peldaño de la gran escalera del baloncesto.
Cuéntanos, ¿en qué consiste la actividad del Baby Basket?
Hace alrededor de una década creamos la Escuela de Baby Basket, enfocada a todos aquellos niños y niñas que tienen desde cuatro a ocho años. Lo que buscamos a través del juego pre-deportivo es que ellos vayan adquiriendo una serie de conocimientos de tal modo que cuando lleguen a categoría benjamín, que es donde arranca la Escuela de MiniBasket, ya lleven adquiridos determinados tipos de fundamentos. Además, los educamos también mediante la transmisión de hábitos deportivos y saludables para que cuando sean mayores los tengan como una norma. Hay determinados valores que ya se pueden trabajar en esta edad, como el compañerismo, no ser egoísta, el respeto al árbitro, al compañero. A eso hay que añadir que contamos con material adaptado para su edad. En fin, todo está pensado de tal forma que ellos estén haciendo una actividad en la que aprenden, se sienten cómodos, y además se divierten.
¿Cómo se engancha a niños de esta edad al baloncesto?
Lo importante es que una vez que empiezan a participar los niños disfrutan de la actividad. Hay muchas formas de que lleguen aquí. Hay padres que han jugado y traen a sus hijos porque quieren que ellos también se vinculen al baloncesto, y luego los niños lo prueban y en un gran porcentaje se quedan. Hay hermanos que juegan, ven en su casa que su hermano juega, y ellos también lo quieren hacer. En parte por la televisión. Y sobre todo porque en Fuenlabrada tenemos un equipo de la Liga Endesa al que pueden ir a ver todos los sábados y los domingos, y eso engancha. A ello hay que añadir dos aspectos fundamentales: Que basamos las clases en el juego, en el aprendizaje de una forma intuitiva, y que los profesores están muy implicados, son gente muy especial, con un lenguaje determinado, con una forma de tratarlos. Al final los niños y niñas participan porque vienen a pasárselo bien y, además, hay baloncesto.
¿Resulta complicado trabajar con niños tan pequeñitos?
Son grupos exigentes por su corta edad y por ello tratamos de que en todos los grupos haya siempre dos profesores. Pero llevamos adelante la actividad sin problema alguno porque los profesores vienen trabajando con grupos desde años anteriores, el lenguaje es distinto, todo para que lo entiendan, todo a través del juego. Los primeros días siempre hay algún alumno que hace algún pequeño puchero antes de entrar, pero en cuanto se suman a la clase todos tienen la sonrisa en la cara, todos están participando, los profesores son dos alumnos más. Es decir, intentamos que no existan las dificultades porque los niños también las notarían, y luego no serían tan receptivos.
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Así es la magia del Baby Basket
Aprendizaje y diversión para niños y niñas de entre cuatro y ocho años a través del baloncesto. Eso es el Baby Basket
