Crónica

Real Madrid supera a Adecco Estudiantes tras una batalla titánica (79-78)

El Real Madrid ha derrotado a Adecco Estudiantes por 79-78 y se adelanta por 1-0 en la eliminatoria. El partido fue vibrante e igualado, no decidiéndose hasta los últimos instantes. A falta de cuatro segundos Andrae Patterson anotó dos tiros libres que igualaron el partido a 78, pero una falta de Jiménez a Raúl López a 1,2 segundos y un tiro libre anotado por el base de Vic decidieron el partido

Raúl López fue decisivo, jugando a gran nivel y anotando el tiro libre de la victoria (foto EFE)
© Raúl López fue decisivo, jugando a gran nivel y anotando el tiro libre de la victoria (foto EFE)
  

Madrid, 14 May. 2002 (EFE).-

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  • Un tiro libre de Raúl López a falta de un segundo y dos décimas para el final decidió el primer encuentro de cuartos entre el Real Madrid y el Adecco Estudiantes a favor del conjunto blanco, que el próximo viernes contará con una victoria de oro para disputar el segundo asalto de la eliminatoria en el Palacio Vistalegre.

    La precipitación desfiguró el baloncesto que podía esperarse de una eliminatorias con tantas connotaciones para la pasión. La obsesión por desarrollar el juego con la mayor rapidez posible hizo que unos y otros pisaran el acelerador a fondo desde el salto inicial, pero también propició una catarata de errores sobre uno y otro aro que, a pesar de la velocidad de todas las acciones, afeó el espectáculo.

    Las prisas, sin embargo, elevaron la emoción al nivel que sólo un ´play-off´ puede ofrecer porque, después de un precioso duelo entre Raúl López y Nacho Azofra durante el primer cuarto, el Adecco Estudiantes supo compensar su mayor desacierto y los problemas para anotar desde la zona con su facilidad para rebotear y utilizar el perímetro que le permitieron mantenerse siempre a rebufo de los madridistas.

    El único que entendió la situación con inteligencia fue Stefano Attruia. El italiano sustituyó a Raúl López y forzó la máquina para superar el balance defensivo colegial en carrera y firmar la primera brecha apreciable de la tarde (28-23). Era un momento difícil para el conjunto estudiantil. Felipe Reyes se había retirado por culpa de un golpe en el brazo justo cuando la diferencia de kilos y músculo en los puestos interiores empezaba a dejarse notar.

    A pesar de todo, la andanada del base blanco duró poco en medio de tanta excitación. Una antideportiva de Lucio Angulo sobre Andrae Patterson y la brega constante de Alfonso Reyes logró nivelar de nuevo el marcador, que después de veinte intensos minutos seguía sin encontrar un dueño sólido (43-38).

    Todo era producto de una tensión desmedida que ni el paso por vestuarios pudo atenuar. Madrid y Adecco Estudiantes estaban ciegos de victoria, ajenos por completo a la más mínima ortodoxia, convencidos de que lo mejor era lanzarse a tumba abierta sobre el rival, sin contemplaciones, y así retomaron el partido.

    Por fin, alguien decidió poner una referencia táctica. El Adecco Estudiantes optó por sumar una zona mixta a su constante brega para complicar los ataques locales. Era inútil. La tarde pedía cualquier cosa menos disciplina y, sin casi tiempo para comprobar la eficacia de esa defensa, la dinámica de jugar a pecho descubierto volvió a imponerse.

    En esas condiciones sólo cabía esperar un final apretado para el que más templase los nervios. Una sola canasta marcaba la diferencia con los seis últimos minutos por delante (67-65). A falta de tres también (71-69), pero entonces sucedió algo inesperado. La fiabilidad del Adecco Estudiantes en los tiros libres dio paso a una serie de errores desde la línea que el Madrid supo aprovechar para distanciarse en el instante adecuado.

    Nacho Azofra, demasiado tiempo olvidado en el banquillo, era el único capaz de salvar la nave colegial y a él recurrieron para cargarle con una misión de héroes. Casi lo logra. Dos triples y una canasta del base madrileño dieron pie a un final de infarto. Patterson forzó falta a cuatro segundos de la bocina.

    Los metió y, ante el estupor local, empató a 78-78 y dibujo el fantasma de la prórroga. El día era para los audaces y Raúl Lopez sacó toda su audacia. Arrancó una polémica falta a Carlos Jiménez, que caía eliminado por personales, y con el segundo tiro libre de la tanda anotó el primer triunfo de la eliminatoria en casillero madridista

    Arbitros: Mitjana, Hierrezuelo y Bulto. Excluyeron por personales a Tabak (m.39).
    Incidencias: primer encuentro de las eliminatorias de cuartos de final por el título de la Liga ACB 2001-2002 disputado en el Pabellón Raimundo Saporta ante unos 4.800 espectadores