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Málaga, en 10 secretos

Lejos de los atractivos turísticos y culturales de la capital de la costa del Sol, Málaga ofrece rincones menos conocidos para los que no son de allí. Daniel Barranquero, redactor de ACB.COM y malagueño, recopila algunos de los lugares con más encanto, ya sea para comer, tomar un café, salir o pasear...

  



Redacción, 4 Feb. 2014-. Llegas a Málaga. Y en los próximos 4 días solo tienes claro una cosa: irás a los partidos de la Copa del Rey. El trabajo te impidió planificar demasiado el viaje o los exámenes te quitaron todo el tiempo y ahora te plantas en una ciudad que no conoces sin saber muy bien qué hacer cuando no haya baloncesto. O, por el contrario, has estado tantas veces en Málaga que ya te conoces todos los sitios típicos y deseas hacer algo diferente a los reclamos turísticos que ya conoces. Quizá, entonces, pueda servirte esta pequeña guía de sugerencias.

Subida a Gibralfaro

“¡Qué original, eh! ¿Y lo próximo qué, me recomendarás el Museo Picasso?”. Si has pensado eso llevas razón, porque el castillo es uno de los lugares más conocidos de Málaga, pero te propongo llegar al mirador, típica postal con Málaga a tus pies, de otra forma. ¿Por qué no lo haces subiendo a pie en lugar de coger el autobús? Es un camino precioso en el que Málaga va quedando cada vez más pequeñita. Un zigzag eterno, con alguna rampa dura –de estas que te hará sentirte un ciclista en plenos Dolomitas, abriéndote en cada curva- y una recompensa maravillosa. Por las vistas de sus miradores, por lo bien que te sentirás cuando corones la subida y porque, tras este ejercicio, tendrás menos remordimientos cuando pases al siguiente punto.

Comer por el centro de Málaga

Hay muchas alternativas y, por lo general, a buen precio sin que te quedes con hambre. Si quieres ir a lo seguro, ve al Tapeo de Cervantes, al lado del Teatro que lleva ese nombre. No es el más barato pero cuesta imaginar que no salgas hablando maravillas de sus platos. Además de alternativas diferentes –el libanés Samarcanda o el argentino Farolillo y sus increíbles carnes-, otra opción original es La Casa del Perro, un lugar de tapas de autor que podéis acompañar, si sois varios, con platos a compartir riquísimos. Y con el mejor tinto de verano con limón de la ciudad. Las tapas del Lechuga también enganchan. Las cazuelitas de queso en La Quesería, la pasta de El Laboratorio, las crestas con cada bebida de El Beato –un vicio- o, también por poco dinero, una típica patata asada malagueña en Las Papas del Museo. Y si te queda hueco para el postre, ¿qué tal pasarte por Julia Cupcakes?

Y si quieres pescaíto frito…

Aquí, dar nombres es complicado porque hay muchas opciones de calidad. La única norma es no caer por error en algún sitio especializado en dar el clavo al de fuera, pero por lo general podrás probar muchos pescados por poco dinero. Quizá ya te hayan hablado del Tintero, en El Palo, famoso por su original forma de pasearte las raciones por las mesas, cual subasta. Te cobran según el número de platos en la mesa (en su día, en plena playa, la gente llegaba a esconderlos bajo la arena) y, por tanto, comes rápido y pides cosas que ni pensabas. El Morata de Pedregalejo, el Pepa y Pepe del centro, los innumerables locales de Huelin... ¡y lo riquísimo que están los boquerones fritos al limón de Las Tinajas! Pero, ya que hablamos de secretos, mi apuestas son 2. Uno, el bar del Mercado del Carmen, enfrente de la estación Vialia, el orgullo de El Perchel. Un escándalo de sitio al que no llegan turistas. Y otro lugar asequible para dejar impresionado a tus amigos, el Miguel & Mario. Castizo a más no poder, en el corazón de la Trinidad, con decenas de personas arremolinándose de pie a una barra o fuera del mismo bar, entre marisco y marisco y entre las gambas, el pulpo o la rosada a la plancha más adictivas de Málaga.

Un café… ¿o mejor un té?

Te presento una de mis calles favoritas de Málaga. Se llama San Agustín y debes pasar por ella. Si vas al Picasso –no te pierdas la parte del auditorio y la placita en la que está- la descubrirás. Y, si te gusta, ¿por qué no quedarte? En La Tetería disfrutarás por el lugar y por lo rico que está todo. ¿Cómo harán ese batido de chocolate? Si hay que pecar, mejor hacerlo bien, ¿no? En Málaga no hay Starbucks –más allá del aeropuerto- pero está El último mono, con un ambiente diferente donde desconectar, escribir o relajarte. La variedad de teterías del centro es grande (Harén, Jamal, Zouk, La Manquita…) y en todas vas a sentirte muy cómodo. Y recuerda también bien estos dos nombres: Café con Libros, un local bohemio al lado del lugar donde nació Picasso, y Café del Viajero, entre Alcazabilla y Calle Granada. Con esos nombres puedes imaginar su temática. Y, aún así, te sorprenderán.

Ponte a prueba con un Trivial

¿Qué gas lleva la cerveza negra? ¿Cuál es la capital de Sri Lanka? Si te gustan los quiz games, en Málaga te vas a poner las botas porque prácticamente cada día de la semana hay alguno: Molly Malone’s, RocknRolla (ambos en Teatinos, zona universitaria, con muchos locales buenos, bonitos y baratos), Morrissey’s, Play Planet… El problema es que muchos empiezan a horas en las que estarás en el Martín Carpena viendo baloncesto, así que te puede interesar la opción del Cheers. Es un local que está situado al lado de la Catedral, en Plaza del Obispo, y hará en la medianoche del jueves un trivial… ¡de baloncesto! Y adivinad a quién le encargaron elaborar las preguntas. Es una manera curiosa de picarse con otros amigos o aficionados que hayais conocido estos días. Si tu equipo no gana la Copa... intenta ganarla tú. O, al menos, unos chupitos.

Para empezar la noche…

¿Recuerdas cuando subiste a Gibralfaro y sentiste Málaga a tus pies? Puedes repetirlo de noche, aunque esta vez subiendo por ascensor –o escaleras, si sigues sintiéndote un héroe- y con una copa en la mano. Una forma idílica, especialmente si el tiempo acompaña, de arrancar una noche en Málaga es tomarte algo en alguna de sus terrazas. La del Molina Lario es más conocida, aunque la del Oasis tiene mucho magia. Otra opción es bebértela en calle Alcazabilla, enfrente del cine Albéniz –por cierto, un cine independiente con encanto, de los pocos en los que podrás ver algo en V.O.-, en alguno de sus locales, como Café Negro o Teatro Romano. O apostar por el vino con el Pimpi –lugar malagueño mítico- y la Casa del Guardia (fuente de la tipografía de las calles de Málaga), otros dos clásicos, o La Tranca, que ha irrumpido con fuerza. Por otro lado, si quieres ver algo de deporte por la tele antes o después de la Copa, el Soho Bar, gente que apuesta por el basket, es tu sitio. Ah, y esto tiene poco de secreto para un malagueño, pero el lugar por antonomasia para tomar unas copas en la calle, de pie con los amigos, es la Plaza Mitjana. Si ya has calentado… puedes pasar al siguiente punto.

… y para terminarla

Si te gustan las discotecas o música más comercial, me va a costar un poco ayudarte, aunque hay muchas guias de ocio que te dirán cuáles son los locales del momento o los más recomendables. Si quieres una noche más alternativa, buscando un poco, tienes sitios bastante curiosos. Uno de mis favoritos es el Alquimia, el paraíso de los chupitos, llevado por gente encantadora. Enfrente está el Modernícolas, con más bebidas baratas y buena música. Aún más rockero es el ZZ Pub, con grandes actuaciones en directo, y el Vive le Rock, que tiene hasta futbolín, mientras que el Filo está a camino entre el rock y el indie y el Ática se inclina más por lo segundo. La Velvet, recién renovada y en nueva ubicación, es el toque sofisticado con raíces indie (si llegas a tiempo tras las semifinales, el sábado toca allí el Sr.Chinarro) mientras que, cuando todos se vacían, cuando todos cierran, en dos lugares empieza de verdad la noche. Uno es el Spectra. El otro, aún más inclasificable, el Onda Pasadena, allá donde hasta los defectos son virtudes. Un lugar que parece más bien una canción de Sabina, donde puede sonar Muse después de Raphael y Wax Tailor después de Vetusta Morla mientras ocurren cosas curiosísimas a tu alrededor. Si llegas aquí, tu noche habría ido muy mal… o muy bien. Si sales en pie, ya tienes la respuesta. Y si ya amaneces tomando churros (el viejo ritual de Casa Aranda) es que esta Copa, es tu Copa.

La locura del Pimpi Florida

Muchos de fuera conocen el Pimpi, en pleno centro, aunque no tantos El Pimpi Florida. Y es una pena porque hay pocos lugares más especiales que ese. Alejado del centro, en las Cuatro Esquinas de El Palo, es un sitio que te puede hipnotizar a poco que vayas sin prejuicio. “¿Pero cómo le va a gustar eso a mi novio si él solo escucha rap?” Y el novio acabó literalmente llevado en volandas por la multitud al día siguiente, mientras se sentía en el cielo. Otro de esos lugares difícilmente clasificables que deberías conocer por ti mismo. Y si es con un grupo amplio de amigos, mejor. Comes pescado y marisco como en pocos lugares, sin olvidar sus famosas empanadas y su vino estrella, el Don Condado. Al final, sin saber cómo, acabas cantando como si no hubiera mañana y al lado de alguien que te suena mucho –a veces un famoso, a veces tu ex- cualquier canción de Raphael o Serrat, previo paso por la copla. Ojo, el lugar es especialmente pequeño y es recomendable ir antes de que abra. Y seguro que ya habrá alguien esperando. Complicado imaginar lugares mejores para celebrar, la noche del domingo, haber ganado la Copa.

¿Y si vas al pabellón andando?

El Martín Carpena está alejado del centro pero, con tiempo, ganas y fuerzas -punto 1: no hacer esto al día siguiente de cerrar el Onda Pasadena-, puede ser una experiencia curiosa, especialmente si hace un día soleado. Siguiendo el río puedes pasar por el Soho, el nuevo barrio de las artes en Málaga (te sorprenderá, si no sabías nada, los 2 grandes graffiti de Obey y D*Face), con el CAC como principal reclamo. Coge el paseo marítimo, con el mar quedando a tu izquierda, y que ya nadie te pare. Verás a gente corriendo, en bici, familias paseando y, como haga buen día, hasta te dará ganas de probar el agua, que aún estará fría. Por el camino te quedarán cerca muchos locales geniales para comer. Una pizza en L’Albero (campeona del mundo de pizza acrobática y extrañamente no tan conocida en Málaga), las delicias del Campo de Arroz, uno de los mejores orientales de la ciudad o la gran sorpresa del Rocío Tapas y Sushi. Si te sales del paseo marítimo tienes el Parque del Oeste y, ya llegando al Martín Carpena, tienes otra buena cantidad de restaurantes y bares que pueden serte útiles una vez acaben los partidos. Y oye, te podrás comer lo que sea que tras la caminata te lo habrás ganado, ¿no crees?

El paraíso de La Galerna

Otra idea en forma de caminata con el mejor final posible. Y la fórmula es sencilla, tirar hacia el este y que el mar te quede a la derecha. Antes puedes pasarte por el Palmeral de las sorpresas y el Muelle Uno, que poco tienen de secreto de Málaga visto el éxito con el que ha calado en la ciudad. Una vez más, con sol, es una delicia. Aunque si puedes, antes de coger el paseo marítimo y empezar el gran paseo, ¿por qué no un vistazo al Paseo de Reding? Una de las zonas más bonitas de la ciudad, con otro punto imprescindible, el Cementerio Inglés que te llevará a otra época nada más entres. Ya por el paseo marítimo, una parada en los Baños de Carmen a tomar un café nunca está de más. Es un buen lugar para debatir sobre los partidos de la noche anterior. Aunque El Lugar te espera un poco más adelante, ya en Pedregalejo, donde el mar mira siempre relajado y los rayos parecen tener aún más luz. Te sientes donde te sientes, te gustará. Mi propuesta es La Galerna, que te enamorará por su situación, por su aroma a mar, por el ambiente, por la leve música de fondo y, por supuesto, por lo que ofrece. Si vas a desayunar, pídete, con tus tostadas multicereal, un zumo (Dulzor y Libertad, muy top) que recordarás mucho tiempo. Si no, disfruta tu tinto de verano, tu cerveza o lo que prefieras mientras eliges entre las infinitas posibilidades de tu ensalada, que te sabrá aún mejor por comértela en el mismísimo paraíso.

Y en tu próxima visita...

Cualquier guía de este tipo siempre es injusta, más por lo que se queda fuera que por lo que entra. Y más sabiendo que la Copa dura hasta el domingo. Pero, si te quedas más tiempo o piensas volver pronto, y con tu coche, tienes varios lugares a los que te gustará ir. Siempre partiendo de la base de que la provincia tiene pueblos que son una maravilla y que merecen su tiempo, claro. El Jardín Botánico de la Concepción te sorprenderá. Para comer, dos lugares diferentes. Uno, la Pizzería Bellavista, en Churriana, romántico por sus panorámicas nocturnas. Otro, la Venta El Túnel, muy popular en la ciudad. Y ya que estás, si quieres vistas y platos típicos, castizos y abundantes, Los Montes de Málaga te llaman a gritos. Y una última, para cuando llegue el calor y el lugar abra. El helado de kínder de la Heladería Inma. Simplemente, te plantearás si tanto placer es legal.