Redacción, 2 Sep. 2014.- Tomás González fue un buen profesional intermedio en el basket nacional de finales de los 80 y la década de los 90. Durante una época, gracias al foco que siempre tiene ser canterano del Real Madrid y asomarse a su primer equipo, parecía que podía ser una estrella, pero no fue así. Quizás, como él mismo reconoce, le perjudicó el hecho de que durante un tiempo se le intentase adaptar erróneamente a la posición de 3, cuando él era claramente un interior.
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Tomás González: Ímpetu albaceteño
En los últimos siete años se ha centrado en el mundo de las agencias de viajes regentando una franquicia de Icarus Group, una potente multinacional. "Sabía que había vida después del basket"
