Khimki se convierte en el primer finalista de la Eurocup al vencer al Banvit

Redacción, 8 abr. 2015.- El Khimki Moscow Region ha superado al Banvit Bandirma por 93-89, logrando así la clasificación para la final e la Eurocup. El equipo turco había vencido en el partido de ida por un punto (83-82), ventaja que como se preveía resultó más que insuficiente.


Con el objetivo de dar la vuelta a la eliminatoria lo más rápido posible, Khimki salió al encuentro con rápidas acciones ofensivas que estuvieron lideradas por un Tyrese Rice (28 puntos) que dominaba el ritmo partido y se imponía a Earl Rowland (3 puntos al descanso para un total de 11).

Pese a ello, el control del rebote y las buenas acciones de los pívots Veremeenko y Chuck Davis mantenían al equipo turco en diferencias asumibles por más que Sergey Monya se empeñara en anotar triple tras triple. Al descanso, la renta ya era favorable al Khimki por un relativamente tranquilizador (42-35).

Pero los de Kurtinaitis querían más y nada más salir del vestuario se marcharon por encima de los 10 puntos de ventaja (58-45). Fue un momento clave en el partido y la eliminatoria... y Banvit supo reaccionar con cinco puntos casi seguidos de Rowland que apretaba un poco el marcador (65-60). Junto al base americano, Sammy Mejia también se asomaba al partido y dejaba todo por decidir en los 10 últimos minutos de eliminatoria.

El cuarto periodo siguió la misma tónica, aunque el intercambio de canastas favorecía a un conjunto ruso que mantenía una ventaja aún corta, pero suficiente para el objetivo buscado (78-71, m.34).

Un espectacular triple de Tyrese Rice lanzó de nuevo a su equipo y provocó los nervios en las filas turcas, obligando a su técnico a solicitar un tiempo muerto tras encajar un parcial de 9-0 que prácticamente sentenciaba el encuentro (87-72, min. 36).

La ventaja se amplió hasta los 11 puntos a menos de un minuto para el final. Sin embargo el Banvit no bajó los brazos y con un parcial de 0-7 devolvía la emoción con 13 segundos por jugarse (91-87). Dos tiros libres de Rice dejaron el marcador en 93-87 a 10 segundos del final.

El conjunto ruso defendió sin falta y, pese a la canasta postrera de Veremeenko, consiguió el triunfo y el pase a la gran final.