Redacción, 3 jun. 2015.- Las Finales NBA se presentan tradicionalmente como el momento de ponderar el auténtico estado del baloncesto en ambas conferencias. Las diferencias que se perciben a lo largo de la temporada por el manifiesto desequilibrio entre sus equipos quedan aparcadas para centrarse en el debate sobre los estilos de juego de una y otra conferencia.
Este año, Warriors y Cavaliers han demostrado ser los dos mejores equipos de la competición. Equipo en mayúscula por la profundidad de su plantillas y el recurso táctico que sus entrenadores (la primera vez que dos novatos se sentarán en los banquillos) han hecho de las mismas, pero, además, ejemplifican el choque cultural entre el baloncesto de ambas costas de Estados Unidos. El rocoso ataque de los Cavaliers frente al desenfreno anotador de Warriors; el sobrio e industrial carácter de Cleveland, contra la alegre revolución liberal de Oakland.
ASÍ ATACA CLEVELAND CAVALIERS
Cleveland Cavaliers es ese equipo del que uno tiene la sensación que puede hacer mucho más y que cuando se quité el corsé respirará y se liberará de cargas pudiendo sacar lo mejor de cada uno de sus jugadores. El problema es que ese corsé es el principal argumento de sus éxitos, LeBron James.
Cleveland tiene un base, Kyrie Irving, pero no actúa como tal (sólo promedia 3,7 asistencias). Su relación con James ha quedado en entredicho y, aunque su evolución natural a lo largo de la temporada ha sido la de aunar esfuerzos por el bien común, los problemas físicos de Irving le han relegado a un segundo y tercer plano en la jerarquía del equipo.

Carta de tiro en Playoffs de Cleveland Cavaliers
David Blatt ha evolucionado el juego y perfeccionado los puntos fuertes del equipo con la llegada de los anotadores Iman Shumpert y J.R. Smith. Ambos tienen papeles diferentes en el equipo y ocupan espacios contrapuestos. Mientras Shumpert se ha limitado a ser un especialista en el tiro en ataque ocupando la esquina contraria al bloqueo de James o Irving, J.R. Smith ocupa un espacio central para castigar las primeras ayudas que reciben Irving y, sobre todo, James. El díscolo escolta está en un tremendo momento de forma y saca petróleo de la sobreatención defensiva de sus compañeros anotando el 39,6% de los triples.
La efectividad de ellos dos junto a la de James Jones ha crecido en los Playoffs y eso ha hecho ganar en efectividad la ofensiva de los Cavs. Entre los tres, promedian un 37,61% de efectividad anotando más de la mitad de los triples que logra el equipo (79 de los 146 anotados). En total un 31% de los puntos de Cleveland llega desde el triple, cifra cercana a la generada en la pintura.
Los puntos en la zona estos Playoffs sólo suman el 36,78% de los puntos totales, pero atención en el origen de los mismos porque sus interiores sólo suman el 23% de los puntos (327 de 1419) por lo que son los aleros quienes más producen en esta zona del campo.
El otro punto fuerte de Cleveland es el de la generación de aclarados para James o, en menor medida, Irving. Con Mozgov el alero solía jugar un pick and roll central con una rápida continuación del pívot para ocupar el centro de la zona y castigar al rival los desajustes defensivos. Sin embargo, esta estrategia ha ido decreciendo en su utilización en Playoff. Cierto es que el rendimiento del pívot ruso ha sido menor y que el crecimiento de Tristan Thompson le ha restado minutos. El canadiense no juega también el bloqueo central, pero en cambio tiene un foco de anotación importante tras rebote y su capacidad de segunda opciones alimenta al equipo.
Con todo, la gran evolución del equipo llega desde su clara y determinada postulación por el small ball. Con equinas ocupadas y Thompson acechando desde línea de fondo (la utilización suya es tanto para el rebote como alargar ayudas defensivas y recibir pases), James ha quedado liberado de un espacio central para que pueda ejercer con mayor efectividad su uno contra uno.
Ésta es, a su vez, la mayor crítica que se le pude achacar al equipo. Una excesiva dependencia no de los puntos de James, sino de la apropiación de balón que realiza en detrimento muchas veces de un juego más dinámico. Cleveland apenas contraataca en estos Playoffs como demuestra el hecho de que sólo promedie 7,6 puntos a la contra y únicamente en cuatro partidos de los 14 disputados haya superado la decena de puntos al contraataque. Y pese a todo, James está siendo el mejor pasador del equipo con 8,3 asistencias por partido en Playoff. Sus pases tienen dos vías principales: el pívot en línea de fondo y los aleros que ocupan el lado sin balón.
El ataque parado y abuse del bote es tan palpable como la estadística así indica. En un 17,8% de ocasiones el equipo lanza tras 7 o más botes, mientras que su rival, Golden State Warriors lo hace sólo en un 7,7%. Entre 3 y 6 dribblings Cleveland lanza en un 18,2% de ocasiones. Por el contrario sin driblling, los de Oakland lanzan hasta en un 49,7% por sólo un 44,1% el equipo de Ohio.
Y es que el juego de Golden State Warriors es diametralmente opuesto al de su oponente en la final. Además de buscar la cooperación de más jugadores en la ofensiva, la involucración de los mismos se hace con un mayor movimiento de balón.
ASÍ ATACA GOLDEN STATE WARRIORS
Quizá en herencia de su mentor en los banquillos, Gregg Popovich, los Warriors de Steve Kerr proclaman la circulación de balón como idea de juego y apuesta por la velocidad de la ofensiva como patrón para marcar la diferencia en los partidos.
Su juego (casi) nunca parte del juego en estático de un único jugador. Su apuesta es por jugar llegando con constantes transiciones que nacen del refuerzo creado por Draymond Green y Andrew Bogut en el cierre del rebote defensivo. Los Warriors anotan en esta postemporada 21,7 puntos al contraataque (326 puntos de los 1565 anotados) lo que incide directamente tanto en la cantidad de puntos fáciles que anota como los puntos de la zona (41,4% de su anotación total).
Sin transición posible, Golden State suele apostar por el pasar y cortar para encadenar bloqueos indirectos que liberen a sus tiradores. De hecho, en un 60,9% de ocasiones sus jugadores tiran a canasta con dos o menos segundos en posesión del balón. El 48% de efectividad de estos lanzamiento legitiman el catch and shoot de los de Kerr.
Los Splash Brothers son los clientes habituales de estos indirectos diferenciando claramente cuando estos se producen en la parte superior del perímetro, donde mayoritariamente Stephen Curry inicia para penetrar directamente o tras bloqueo directo, y los que se producen por línea de fondo que suelen acabar en tiro exterior.
La ocupación de las esquinas es un punto en común con Cleveland aunque se produce de diferente manera, en tanto en cuanto Cleveland las ocupa de manera estática, fijando un jugador y Golden State lo hace en movimiento. En este sentido la efectividad de Curry es terrible situándose en un 91% de efectividad triplista desde la esquina de la izquierda en estos Playoffs.

Carta de tiro en Playoffs de Stephen Curry
Un sistema habitual en los Warriors es el doble bloqueo por línea de fondo, o también conocido como carretón, para Klay Thompson. A diferencia de los Cavaliers donde su poste bajo es un anclaje del rival, los de Oakland busca liberar a los tiradores con bloqueos horizontales. Una sutil diferencia del para el espectador: mientras Curry prefiere un único bloqueo, Thompson suele encadenar varios para ganar espacio con el defensor y completar el recibir y tirar. La otra vía natural de anotación de Thompson es subiendo desde los laterales del ataque hasta posiciones centrales y, mediante el mano a mano o pase corto, recibir y tirar. Si la defensa persigue Klay Thompson cada vez es más fiable en sus penetraciones
En cuando a la utilización del bloqueo directo, los californianos prefieren éste para generar situaciones de desajuste defensivo posterior más que el inmediato impacto de la acción en sí misma. De hecho el bloqueo central de cabecera cuando lo realiza Draymond Green preferiblemente se utiliza con una continuación abierta (pick and pop) para el lanzamiento de éste. Un recurso que los Cavaliers han visto minimizado en ausencia de Kevin Love porque James muy rara vez coloca un bloqueo en cuando es utilizado como falso cuatro.
En cualquier caso, Golden State también es un equipo que sabe utilizar perfectamente el mismatch y percutir interiormente para castigar la diferencia física que se produce en los cambios defensivos. Al igual que le pasó a Jason Terry, éste será un factor a tener en cuenta cuando esté Irving en pista y cabrá ver los ajustes de Blatt para que no lleven a Irving al poste bajo y si hay cambios defensivos en los bloqueos directos.
Por el contrario, la exuberancia física del perímetro de los Warriors le permite cambiar en todos los bloqueos y aguantar los desajustes que se produzcan. La polivalencia de Green y Harrison Barnes será clave para contener el daño que de él trate de sacar James y sus Cavs.

Carta de tiro en Playoffs de Golden State Warriors
Aproximándonos a un breve despiece de la forma de atcarar de estos dos equipos observamos las sensibles diferencias de dos equipos que con estilos contrarios han alcanzado el éxito en sus conferencias. Nadie ha jugado mejor que ellos al baloncesto que proponen y la eficacia del mismo queda patente en la antesala del duelo por el anillo. El último, el que definirá la hegemonía de un equipo de una forma de entender el baloncesto