Jamie Arnold, ala-pívot de 2,02 y 28 años, ha sido uno de los hombres del verano. Su gran temporada en el Krka Novo Mesto le hizo recibir numerosas ofertas de equipos de toda Europa. Arnold apostó firmemente por el DKV Joventut pese a los intentos de otros clubes españoles, italianos o incluso del poderoso Maccabi Tel Aviv, cuyo presidente incluso telefoneó a la mujer del ala-pívot para pedirle que reconsiderase su decisión.
Curiosamente, Jamie Arnold militará en uno de los equipos que más han sufrido sus consecuencias en la pasada temporada. Y es que el DKV Joventut cayó eliminado en las semifinales de la ULEB Cup a manos del Krka de Arnold. Del mismo modo sucumbieron antes Caprabo Lleida y Adecco Estudiantes, éste en partido de la primera ronda. El ala-pívot anotó 20,4 puntos de media ante los equipos españoles y 'eso me ayudó a encontrar equipo en la ACB, pues los clubes recuerdan especialmente a aquellos que les derrotan'.
Arnold ha seguido un largo peregrinaje por ligas menores europeas. Tras graduarse en la modesta Universidad de Wichita State, recaló en la liga belga y jugó posteriormente en equipos de bajo nivel de Israel y Francia antes de, previo paso por el Keravnos chipriota, llegar a un club del calibre del Krka Novo Mesto. 'Jugaba bien y demostraba que merecía llegar a competiciones de más nivel, pero a veces resultaba frustrante hacer una gran temporada y no tener buenas ofertas', recuerda el jugador estadounidense. 'Llegó a Europa sin reputación y ha ido mejorando cada día, ganándose el respeto y demostrado que puede jugar a un alto nivel', afirma David Blatt, amigo y ex entrenador de Arnold y actualmente técnico asistente del Maccabi Tel Aviv.
El ala-pívot ha aprendido en esta dura trayectoria 'a valorar el hecho de jugar en una liga de la fortaleza de la ACB' y considera ésta 'mi gran oportunidad para establecerme en el máximo nivel europeo'. 'Será una estrella en la ACB', asegura con rotundidad Blatt, con quien coincide Neven Spahija, ex entrenador del Krka Novo Mesto y actualmente en el Avtodor Saratov ruso: 'es uno de los mejores jugadores a los que he entrenado nunca y será de los más destacados de la liga'.
'Arnold es un jugador muy versátil, juega muy bien de cara y de espaldas al aro, es muy difícil de defender y tira, pasa y dribla muy bien para su altura; es un buen taponador y un extraordinario reboteador; además se crece en los partidos importantes', le define David Blatt. Su altura, 2,02, no resulta un gran impedimento ya que 'tiene unos brazos muy largos y juega como si midiese 2,10'. Aun así, el ala-pívot debe luchar contra jugadores más altos y fuertes y para ello requiere de 'una mezcla de mentalidad y de talento'.
'Es un jugador 100% profesional', dice Spahija, quien incide en que 'trabaja duro y muchas veces por su cuenta: pesas, sesiones de tiro... y jamás le he visto fuera de casa a partir de las 10 de la noche'. Un profesionalismo que ya predica en Badalona. Por ejemplo, la semana pasada dio una buena muestra al quedarse a entrenar con el equipo EBA una vez finalizada la sesión del conjunto senior.
'Amo el baloncesto y me paso todo el día pensando en él y cómo mejorar mi juego', confiesa Arnold, quien tiene una colección de camisetas históricas de la NBA e incluso acudió a su presentación con el '44' de Pete Maravich en los Boston Celtics. Blatt lo corrobora y asegura que 'necesita estar jugando todo el rato, siempre tiene ese deseo', lo que en parte achaca 'a la excelente pareja que hacer con su esposa, que le motiva mucho'. Iris, israelí, es entrenadora de baloncesto y 'me ayuda muchas veces con consejos técnicos', además de estar 'un montón de tiempo, quizá demasiado, hablando de baloncesto'. Tal es la dedicación de Arnold por el baloncesto que apenas tiene tiempo para otros hobbies. Por ejemplo, cantar rap como hacía años atrás.
Servicio Especial ACB