Redacción, 16 Oct. 2017.- A veces la estatura es un pequeño infierno para un jugador de baloncesto. Quizás Santi Toledo tuvo que hacer como Kevin Durant, que se quitaba centímetros cuando le preguntaban para que no le hiciesen jugar de pívot y sí de alero, donde él se encontraba y se encuentra tan cómodo. Toledo mide lo mismo que Durant, 2,11, y eso le condenó a jugar por dentro, muy a su pesar.
Toledo, de Las Palmas de Gran Canaria, siempre se sintió un jugador exterior. Le gustaba correr el contraataque, tirar de lejos, manejar el balón. Pero se vio condenado a tener que pisar la pintura por su altura le obligaba a ello a ojos de los entrenadores. Quizás esa disfunción afectó en cierto modo a que no tuviese una carrera tan plena como sus indudables cualidades podían hacer prever. Acumula 146 partidos en ACB (Murcia, Gran Canaria y Tenerife), que no está mal, pero con promedios humildes (4 puntos y 2 rebotes en 11 minutos en pista). Bastante más dominante se mostró en LEB alguna que otra temporada, como dos que disputó con el Tenerife (2000-01 y 2001-02), en las que rondó los 15 y 8... ¡con más de un 40% en triples!
Conoce su historia de la mano de Javier Ortiz
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Santi Toledo: El 2,11 canario que quería jugar de alero y no de pívot
Con alma de jugador exterior, se vio condenado a pisar la pintura por sus 211 centímetros. Jugó 146 partidos en Liga Endesa, entre Murcia, Gran Canaria y Tenerife, promediando 4 puntos y 2 rebotes
