Redacción, 28 sep. 2018.- Su vida da para escribir un libro. Seguro que han escuchado esta frase en infinidad de ocasiones; pues bien en el caso de Elena Delle Donne es verdad y todo el que quiera puede leerla. La jugadora de Estados Unidos no ha tenido una vida fácil: su infancia estuvo marcada por algunos problemas de autoestima (tenía complejos por su estatura) y sufre la enfermedad de Lyme, pero aquello no era nada comparado por la realidad de su hermana mayor. Lizzie no puede ver, es sordomuda y nació con una parálisis cerebral y autismo. Elena siempre ha reconocido que mantiene una especial relación con ella y lo demuestra no con palabras sino con hechos.
Estrella del deporte, las condiciones atléticas de Delle Donne le convirtieron en una excelente jugadora de baloncesto, pero también de Voleibol en el Ursuline Academy en Wilmington, Delaware. Las universidades de todo el país llamaron a su puerta y la Universidad de Connecticut la reclutó con el atractivo de un prestigioso programa que domina la NCAA femenina.
Parecía que el futuro sería esplendoroso para Elena pero, de repente, cambió de opinión y abandonó la universidad para refugiarse en el hogar. Quería estar cerca de la gente que la protegió de niña y proteger a Lizzie. Así firmó por la Universidad de Delaware para jugar a Voleibol para un año después centrarse definitivamente en el baloncesto.
La decisión fue acertada pues fue declarada novata del año y jugadora del año en 2009, algo que no sucedía en los últimos 10 años. Su polivalencia le hace ser capaz de jugar de espaldas al aro y dominar la pintura de la misma forma que puede echar el balón al suelo con la agilidad de una "pequeña" y jugar en el perímetro. Pese a sus problemas de salud, Delle Donne fue la máxima anotadora de la NCAA y tras ver cubierto su ciclo universitario fue elegida por Chicago Sky en el número dos del draft de la WNBA.
En Chicago repitió excelencia y fue nombrada Rookie del Año e incluso jugó una final antes de firmar en 2017 por Washington Mystics y volver a estar cerca del hogar paterno. Mientras tanto fueron muchos los intentos por verla jugar al otro lado del Atlántico aunque sólo una breve experiencia en China (jugó los playoffs con el Shanxi) le ha sacado de Estados Unidos. En una entrevista reciente al portal web de la FIBA declaró que su problema crónico le dificulta jugar períodos largos fuera de casa. La enfermedad Lyme le provoca dolores musculares y articulares, además de disfunciones en el sistema nervioso. Una situación que lidia mediante una combinación diaria de medicamentos que, de vez en cuando, debe reajustar problema por el que a veces recae y le han obligado a perderse problemas. Delle Donne no cierra la puerta definitivamente a Europa, puede que unos meses pudiera jugar fuera aunque ella es prudente. "Quizá, no lo sé… el tiempo lo dirá", confiesa.
Pese a su juventud (el cinco de septiembre cumplirá 29 años) la vida de Elena Delle Donne ha podido contar muchos capítulos que ella misma decidió publicar en una autobiografía titulada My Shot. La jugadora reconoce que ese impulso escritor nace de su propia pasión por los libros. "Me encanta leer libros, así que vi la oportunidad de contar mi historia con la esperanza de inspirar a los más jóvenes". Delle Donne sabe que ella está en el escaparate público y como deportista siente que puede ser una fuente de inspiración para otras personas. "Sí, por supuesto", asegura.
Delle Donne, además de escribir sus propias experiencias, se ha lanzado recientemente a publicar una serie de cuentos infantiles "Elle of the ball" donde cuentas las andanzas de una jugadora de instituto intentando llegar al público e infantil. Es consciente del poder actual que tiene el deporte y sabe que "la gente más joven sigue a los grandes deportistas y, por lo tanto, es importante que podamos ser un buen ejemplo a seguir". De momento tiene tres libros pero en breve habrá nuevas aventuras que, eso sí, no quiere anticiparnos. "No puedo decírtelo. No puedo contarte mi secreto", dice con una pícara sonrisa.

Puede ser que el siguiente cuento hable de su viaje a Tenerife y de la Copa del Mundo, un torneo y una oportunidad que ella misma realza. "Es un torneo impresionante. Es una oportunidad de ganar una nueva medalla de oro y eso siempre supone un momento especial", señala.
La norteamericana afirma que "queremos seguir dando pasos para conseguirla" y analiza el transcurrir del torneo hasta llegar a cuartos de final. "Creo que hemos jugado bien y que estamos trabajando en mejorar un par de cosas. Estamos mejorando cada partido y listas para el siguiente", señala. Ahí les espera Nigeria, un rival del que destaca que "es un equipo superatlético en los tableros, así que creo que tendremos que hacer un trabajo muy bueno para ganar la batalla del rebote". Estados Unidos sigue siendo el equipo favorito para ganar la medalla del oro y Elena Delle Donne espera poder encontrar este domingo algo que contar en su próximo libro mientras sigue que su ejemplo vital y deportivo, inspirando a nuevas generaciones.