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Melo contra Lebrón en Liga EBA

Que sí, que va en serio. Les aseguramos que podrán presenciar este gran duelo el próximo sábado 10 de enero en el polideportivo de la Universidad Europea de Madrid. Allí, con las primeras plazas del Grupo B de la Liga EBA en juego, se verán las caras, por primera vez esta temporada, el Bansander de Melo Cabrera y el Canoe de Javier Lebrón. A ambos les hemos reunido para charlar un ratillo y establecer semejanzas y diferencias entre su enfrentamiento y el de los dos nuevos iconos de la NBA

Javi Lebrón y Melo Cabrera se enfrentarán el sábado en un interesante duelo (Foto Borja Jover)
© Javi Lebrón y Melo Cabrera se enfrentarán el sábado en un interesante duelo (Foto Borja Jover)
  

Javier Lebrón (1.96 metros, alero), ocho mayor que LeBron James (2.03, base), no tiene un Hummer, sino un Ford Focus, y promedia 10.3 puntos, 3.1 rebotes y 26.5 minutos (por 20.2 puntos, 6.0 asistencias y 40.2 minutos del angelito de Akron) en una Liga EBA en la que juega desde hace nueve temporadas. Los de excelente memoria quizá le recuerden del Campeonato de España Juvenil que conquistara, tiempo ha, con el Real Madrid de los Óscar González, Álex Franco o Darío Quesada.



Carmelo Cabrera (1.91 metros, escolta) también le saca esa edad a su tocayo Anthony (2.03, alero) y ni se crió en el suburbio de Baltimore conocido por todos como 'La Farmacia' por la cantidad de drogas que en él se vendían ni su padre fue asesinado cuando Melo era tan sólo un niño; todo lo contrario: en esa época, el ahora jugador del Bansander Universidad Europea (11.7 puntos, 2.8 recuperaciones, 24.5 minutos) contemplaba en directo las virguerías que con el balón todavía dibujaba su señor progenitor en las filas del CajaCanarias, ya en la última etapa de su carrera deportiva. Sí, nos estamos refiriendo al gran CC Domínguez (2 Copas de Europa, 3 Intercontinentales, 10 Ligas, 7 Copas de España, plata en el Europeo de Nantes'73').



'Yo empecé a jugar al baloncesto en sus campus y clinics, en Las Palmas, con cuatro o cinco años. También hice algunos pinitos con los veteranos del Real Madrid -¡Madre mía, cómo las metía Brabender, ya después de retirado y todo!- y hasta he echado unos tiros con Wally Szczerbiak cuando nuestros padres nos llevaban a jugar al parque. Sin embargo, lo cierto es que esto no me lo empecé a tomar en serio hasta cadete de segundo año (colegio Decroly). Antes, había hecho tenis o fútbol sala, sin que mi padre me presionara nunca para que siguiera sus pasos'.



En poco se parecen ambos, dicho sea de paso, como nos reconoce el pequeño de la saga: 'Es como la noche y el día. Yo soy más físico y mi juego parte de la defensa porque no tengo ese talento innato. Lo mío es la intensidad, salir a darlo todo en la cancha cada día, cada minuto. Y sí, sé que tengo que mejorar en el tiro (16% en triples y 56 en libres durante la presente temporada)'.



Con todo, el 7 que luce en su camiseta roja (el estandarte de los Nuggets ¿18.5 puntos, 6.3 rebotes y 35.3 minutos- lleva el 15) se debe a lo que se debe: 'Sí, es por él. Era su número y yo lo llevo un poco en plan simbólico, para no olvidarme nunca de sus consejos'. Seguro que fueron útiles, si bien no siempre resultará cómodo practicar esta actividad cuando quien te dio la vida y el apellido ha vestido la camiseta nacional hasta en 102 ocasiones. 'Perjudica? 'Beneficia? 'Hombre, te puede beneficiar porque te abre puertas, eso es indudable, pero también te perjudica porque lo primero que hace todo el mundo es compararte; y no, yo no soy Carmelo Cabrera Domínguez, sino Esteve. Somos distintos'.



Tampoco coinciden los dorsales en la otra pareja. Así, mientras el 23 de los Cavaliers luce dicho número por Michael Jordan, el canoísta prefiere el 9 porque justo con esa matrícula comenzó a anotar canastas en el Claret. Además, para ídolos, 'Magic Johnson. Me ha gustado siempre más que ningún otro por su forma de jugar, sobre todo de pasar'. 'A mí también me gustaba Magic 'continúa Cabrera-, pero el que me ponía los pelos de punta era Joe Dumars. Defendía como pocos y yo siempre quise verme reflejado en él'.




Hablan sus entrenadores




'La verdad es que los dos 'lebrones' no se parecen en casi nada: el de allá es muy explosivo, tremendamente físico, y éste es más de clase. El nuestro tiene muchísima calidad y una enormidad de recursos en ataque gracias a sus buenos fundamentos. Es un jugador muy estético que podía haber llegado más alto con un poquito más de ansia, de egoísmo si quieres. Con algo más de mala leche o de carácter, como prefieras llamarlo, hubiera sido un jugadorazo porque lo tiene todo: es completo, pasa bien, defiende'' (Miguel Ángel Aranzábal, Real Canoe).



'Melo es el mejor defensor de toda la EBA (sus compañeros le llaman 'El Perro' porque, cuando se le encomienda un marcaje importante, suele exclamar 'no hay problema: voy a sacar al perro para que no meta ni una'), como un sello que te ponen encima. Luego su juego de ataque resulta un poco anárquico, pero tremendamente efectivo porque es intuitivo, de manos rápidas y un gran finalizador de contraataques. Si él se lo propusiese, podría jugar en LEB o en LEB-2, pero está tan a gusto con nosotros'' (Ángel Manzano, Bansander Universidad Europea).



Una vez visto esto, ya les podemos proponer un duelo imaginario: Lebrón & LeBron contra Carmelo & Carmelo. ¿Quién ganaría? Lógicamente, cada uno barre para su casa: 'Ganaríamos nosotros porque James es muy, muy bueno. Es un portento físico, el típico atleta americano de color que, además de saltar un montón, tira bien. Lo que más me gusta de él es su capacidad de anotar', afirma Javi, a quien no tarda en llegarle una réplica: 'De eso nada. Yo apuesto por los Carmelos porque los dos hacemos de todo y plantearíamos un 'dos contra dos' en el que las defensas se impusiesen sobre los ataques. Además, Anthony también tiene un talento ofensivo impresionante'.



En fin, como se supone que semejante batalla no la presenciaremos nunca más allá de nuestra mentes, nos tenemos que conformar 'y no es poco- con la contienda que nuestros protagonistas mantendrán el próximo sábado en el pabellón de la Universidad Europea, donde se enfrentarán el Bansander (segundo del Grupo B de la Liga EBA, mejor ataque y mejor defensa) y el Real Canoe (tercero, a una sola victoria) en un partido vital para ambos y que los amantes del buen baloncesto que ese fin de semana paren por Madrid no deberían perderse bajo ningún concepto. 'Se presenta competido y complicado. Después de las vacaciones, ganará el que mejor forma consiga durante estos días' (Cabrera); 'yo también creo que habrá igualdad hasta el último cuarto. Este partido es de lo mejorcito que se puede ver ahora en Liga EBA, pues ambos equipos estamos haciendo un muy buen baloncesto' (Lebrón).



Y es que estamos hablando de una competición interesantísima dentro de la categoría amateur que exhiben la mayoría de sus participantes (en el caso que nos ocupa, los locales perciben 210 euros al mes y nada los visitantes). El de Pez Volador, como experto en la materia (lleva en la Liga desde 1994 y se ha podido enfrentar a jugadores como Felipe Reyes, Carlos Jiménez, Asier García, Antonio Bueno o Pedro Robles, entre otros), nos ofrece el siguiente análisis: 'La EBA tiene ahora poco seguimiento al estar por encima la LEB y la LEB-2. Estas dos competiciones intermedias la han devaluado bastante, aunque yo creo que hay nivel, si bien no es el mismo que cuando era la segunda competición, con americanos y bastantes equipos profesionales'. Su colega le completa: 'Digamos que la EBA se adapta a quienes quieren que compaginar trabajo y/o estudios con baloncesto. En categorías superiores no te permiten hacer eso y más abajo hay menos nivel. Yo tuve metas de dar el salto en su época, por supuesto, pero mi padre me abrió los ojos y me aconsejó en todo momento que nunca dejara los estudios'.



Así, estamos hablando, respectivamente, con un economista licenciado que trabaja de 9 a 14 y de 15:30 a 19 horas en una empresa de telefonía, para entrenar posteriormente -entre físico y técnico- de 20:15 a 23:15. ¿Está claro que esto se hace por hobby, porque nos gusta, que si no''; y con un diplomado (le quedan dos asignaturas para culminar la Licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte) que, tras levantarse cada día a las siete de la mañana, imparte desde las nueve clases de Educación Física en el colegio Fontenebro de Collado Villalba (atención a este centro, en el que la mitad de las horas de esta asignatura se dedican a la práctica de nuestro deporte), para quedar a la salida con el compañero Macario (o José Antonio Pérez, como prefieran) y marcharse juntos a entrenar de 19:45 a 22:50, llegando a casa a eso de las once y media de la noche. ''Que qué dice mi novia? Al principio lo llevaba peor, pero como este equipo es como una familia y ella se ha sentido muy bien acogida en todo momento, ahora es la fan número uno'. Pues menos mal' Ah, por cierto, que quede bien claro: el de los Cavs no ha pisado jamás un aula universitaria y el ahora afincado en Denver tan sólo estuvo un año en Syracuse.



No hay duda. Cuantas más diferencias buscas, más curiosas te parecen: ¿o cuántos flashes se habrían disparado si lo que le sucedió a Lebrón cuando jugaba en Bansander (un vez que el entrenador le ordenó pedir el cambio, el tipo se bajó los pantalones largos' y los cortos también) le hubiese pasado a LeBron en uno de sus encuentros con el instituto St. Vincent-St. Mary televisados para toda la nación? 'Y si es al Carmelo-MVP de la Final Four de la NCAA'03 al que unos macarras hubiesen querido zurrar después de un partido fuera de casa, tal y como le sucedió el año pasado, en Canarias, al Carmelo-MVP del Torneo Sub-23 de la Jeune Garde'03? Desde luego, la historia sería otra. Igual que si el 10 de enero hubiese algo más de público que ese centenar -si llega- de fieles aficionados que normalmente acuden a presenciar estos partidos. No será LeBron, sino Lebrón; ni Anthony, sino Cabrera; ni Denver - Cleveland, sino Bansander - Canoe. Y aun así, merece muy mucho la pena. Ya lo verán.

Mateovic
ACB.COM