Primero y segundo se enfrentan en Vitoria sin nada en juego

Vitoria/Barcelona, 23 abr. 2004 (EFE).- El alero argentino del Tau Cerámica, Andrés Nocioni, reconoció que la visita al Pabellón ´Fernando Buesa Arena´ del tricampeón de la pasada temporada, el FC Barcelona de Svetislav Pesic, será "muy difícil", pero también adelantó que tanto sus compañeros de equipo como él mismo saldrán a por todas para tratar de obtener el triunfo.

El encuentro entre los dos primeros de la Liga ACB será el último de la fase regular y servirá a modo de ensayo para lo que podría ser la ´finalísima´ de las series por el título de campeón dentro de la actual temporada (2003-2004).

"Obviamente, este partido de mañana en nuestra pista va a servir para ir viendo cosas de cara a las próximas series finales, aunque también hay que reconocer que para nosotros no es indispensable ganar en esta última jornada de la primera fase, lo que no impedirá que salgamos con todo para tratar de sacar un resultado positivo", agregó el jugador de Gálvez (Santa Fe, Argentina).

Tras subrayar que espera un partido "entretenido" y que sirva "de mucho" al entrenador y a los jugadores baskonistas, el ´Chapu´ Nocioni alabó la fuerza y el poderío, tanto interior como exterior, del rival ´blaugrana´ que dirige el técnico serbio Svetislav Pesic.

"Es un equipo muy duro y equilibrado en todas sus líneas, por lo que motiva mucho cuando se le gana. Así que trataremos de jugar lo mejor posible para lograr vencerle y, a la vez, poder demostrar una gran solidez antes de las series finales por el título", remarcó el jugador exterior del Tau.

Por último, Nocioni manifestó que se haya satisfecho por el buen momento que viene atravesando en las últimas jornadas, tras haberse recuperado ya por completo de las lesiones que le afectaron a lo largo de la presente campaña.

"Sé que ahora puedo rendirle a este equipo y aportarle mi ayuda para tratar de conseguir el objetivo que, lógicamente, es el de salir campeón. Así que espero estar al cien por cien en las series por el título de liga", concluyó el baloncestista del combinado alavés.

El Barcelona, como su rival de mañana, el Tau, no se juega nada en la última jornada de la primera fase de la Liga ACB, pero quiere golpear primero en lo que intuye como posible anticipo de la final para quitarle así importancia a la ventaja de pista que tendría en ese hipotético duelo el equipo de Vitoria.

Aunque sin tensión por falta de intereses reales, los barcelonistas saben que un triunfo ante el líder confirmaría que han dado el paso que les devuelve al nivel de hace un año, cuando se hicieron con la triple corona -Euroliga, Liga ACB y Copa del Rey-.

La clave de esa evolución ha sido la completa recuperación de Gregor Fucka, pilar junto a Dejan Bodiroga, de aquel equipo de estrellas que vuelve a estar activo.

Fucka demostró el jueves que la lesión que le apartó dos meses de las pistas es pasado y Svetislav Pesic ya se frota las manos, porque ahora cuenta con todo su arsenal -casi todo, porque Roger Grimau sigue de baja- para afrontar las eliminatorias por el título.

Con el ítalo-esloveno en forma, al Barcelona ya no le asustan las defensas en zona y Bodiroga brilla de nuevo, porque el contrario no puede concentrar en él todas sus fuerzas, sino que ahora debe repartirlas y el que divide acaba venciendo, como bien comprobó en la penúltima jornada el Pamesa.

Gregor Fucka tiene además ganas de salirse en las eliminatorias por el título para dejar claro que, con su presencia, el Barcelona estaría otra vez en la Final a Cuatro de la Euroliga.

Fucka le clavó 22 puntos al Pamesa e hizo lo que quiso bajo los aros valencianos, pese a la presencia bajo los mismos de pívots tan solventes como Dejan Tomasevic y Fabricio Oberto.

Bodiroga, mucho más liberado con el ítalo-esloveno en pista, anotó 21 puntos y el conjunto de Paco Olmos pareció en muchos momentos un títeres en manos del Barcelona.

La referencia, sin embargo, no es el Pamesa, sino el Tau, que se había ganado la vitola de favorito al título por la ventaja de pista de la que disfrutará en las eliminatorias por el título y por su rendimiento en la primera fase en comparación con el resto de clubes.

Pero las cosas han cambiado ahora y el Barcelona intentará ratificarlo mañana, el día idóneo para meterle el miedo en el cuerpo al que presume como rival en la final de este año, con permiso de los otros seis equipos que pelearán por el cetro liguero.