La vida y carrera baloncestística de Dusko Ivanovic y de Bozidar Maljkovic tiene muchos nexos comunes, puntos de unión que les han dirigido por caminos muy similares que esta semana desembocan en su segundo duelo por el título de la ACB. Ya se enfrentaron en 2002, entonces el pupilo Ivanovic ganó al maestro Maljkovic, que ahora busca revancha y poder sonreír en sus habituales cenas y charlas baloncestísticas tras los partidos.
Y es que, por encima de todo, Dusko y Boza son buenos amigos. Ambiciosos, orgullosos, ganadores natos que lucharán por el título sin contemplaciones, tratando de llevar cada partido y situación a su terreno
pero amigos que a la conclusión se darán la mano, tres besos y se irán juntos a cenar. Es el espíritu y filosofía de estos dos grandes entrenadores, cuyo palmarés está repleto de títulos.
Sus gestas comenzaron en 1989, juntos, con Maljkovic como entrenador e Ivanovic como aplicado discípulo y excelente jugador. Ganaron la Copa de Europa con la Jugoplastika. Y la volvieron a ganar. El equipo lo volvió a hacer por tercera vez, pero ellos ya no estaban en Split para verlo; habían elegido un camino común para sus vidas: el baloncesto español.
En 1990 Boza Maljkovic llegó al F.C. Barcelona, con el que conquistó la Copa del Rey pero en año y medio en el banquillo no pudo alzarse con la liga, una espina que años después todavía tiene clavada. Paralelamente, Dusko Ivanovic aterrizó en Girona para dejar su impronta en la ACB durante dos temporadas.
Mientras Ivanovic daba en Suiza los últimos pasos de su carrera como jugador, Maljkovic conseguía en 1993 una de las mayores gestas deportivas de la historia europea: el Limoges, un equipo modesto y de obreros, era campeón de Europa. El técnico balcánico había adaptado su camaleónico baloncesto a las posibilidades del equipo y con un juego lento, el denominado basket-control, apropiado al tipo de equipo que disponía, se impuso a los grandes conjuntos del continente para alzarse con su tercera Copa de Europa.
No sería la última, pues en 1996 conquistó otra con el Panathinaikos, el primer equipo griego que gobernaba el baloncesto europeo. También llegó con polémica, el famoso tapón ilegal de Vrankovic, pero ahí estaba Boza celebrando un nuevo título. Su vida son los retos y con ellos llegó a Málaga, dando al Unicaja el último empujón para convertirse en un grande de España y un habitual de la Euroliga. Antes tuvo tiempo para ganar la Korac, primer título del club.
Entre tanto, Ivanovic se fogueaba convirtiendo la liga suiza en un monólogo de su Friburgo. Estaba listo para dar el salto y qué modo mejor que el Limoges, repitiendo la gesta de su mentor. El equipo estaba en una gravísima situación económica pero Dusko no dio un respiro a los jugadores: entrenar, jugar y entrenar. Así hasta conquistar la liga, la copa y la Korac en un triplete continuado con el descenso administrativo del club. La Korac, además, guardaba un guiño al destino: victoria sobre el Unicaja de su maestro y primera final robada a Maljkovic.
La aguda mirada del TAU Cerámica se posó entonces sobre Ivanovic, que llegó a Vitoria en verano de 2000 dispuesto a comandar la etapa más exitosa de la historia de la entidad. En su primera campaña, subcampeón de la Euroliga, a unos minutos de birlarle el título al todopoderoso Kinder Bolonia de Ginóbili. Peristeri, Olympiakos y AEK habían caído antes en un abrumador camino hacia la final. Al segundo año, doblete: copa y liga, otra vez con Maljkovic como víctima. Luego llegaron otra Copa del Rey, subcampeonato de la Euroliga
y ahora va a por su segunda liga.
Mientras Dusko se acostumbraba a ganar, Maljkovic finalizó su etapa en Málaga y se tomó un año sabático. De retiro, nada; la experiencia le gustó muy poco al técnico serbio y en verano de 2004 cumplía un deseo de muchos años: entrenar al Real Madrid. Un nuevo reto, devolver a la élite nacional y europea a un equipo que atravesaba la mayor sequía de títulos de su historia. Todavía no ha podido romper la maldición, pero ha estado cerca y lo persigue en su tercer intento, en su tercera final en otras tantas competiciones nacionales. El Real Madrid vuelve a estar arriba. Maljkovic, también.
Estilos parecidos, pero diferentes
Procedentes de una misma escuela y como buen maestro y aprendiz, Maljkovic e Ivanovic practican un baloncesto similar
pero a la vez, diferente. Ambos apuestan por la disciplina, por la defensa, el trabajo y la concentración como premisas ineludibles; los errores se pagan y no tendrán problema en enviar muchos minutos al banquillo a su mejor jugador. Los dos técnicos exigen siempre el máximo a sus jugadores y son enormemente críticos e inconformistas en sus comparecencias ante la prensa.
Como buenos entrenadores, saben adaptarse a las posibilidades de sus equipos y la manera de sacarle el máximo rendimiento. Maljkovic ha jugado baloncestos muy diferentes allá donde ha estado y en el Real Madrid ha logrado lo que buscaba: un conjunto de guerreros, de gladiadores dispuestos a dejarse la piel en defensa y a rotar y trabajar como peones, no como estrellas. En ataque las opciones pasa especialmente por el juego exterior, formado por jugadores tan pequeños como explosivos y talentosos, y los pívots hacen un trabajo sólido y crucial, para sus críticos demasiado oscuro.
En Vitoria, la exigencia defensiva de Dusko Ivanovic no exime al TAU Cerámica de jugar un baloncesto rápido, atractivo y basado en conceptos y talento. Los vitorianos corren siempre que pueden y aprovechan al máximo el talento individual de sus jugadores. Respecto al Real Madrid, contrasta la importancia y el número de tiros jugados por sus pívots, principal referente, y la escasa búsqueda del tiro exterior. Contrastes, sí, pero una misma filosofía de fondo.
Dusko Ivanovic vs Bozidar Maljkovic, round 3
Será la tercera final entre estos dos entrenadores, que ya se han enfrentado en numerosas ocasiones y que han mantenido grandes duelos entre sus equipos. En cambio, Ivanovic tiene a su favor los precedentes: dos finales frente a Maljkovic, dos títulos.
La primera fue en la temporada 1999-00, en la Copa Korac, cuando el Limoges de Ivanovic se deshizo del Unicaja en una final a doble partido. La revancha pudo llegar dos años más tarde, ya con el montenegrino en el TAU Cerámica, pero éste se impuso al Unicaja por 0-3 en la búsqueda común del primer título liguero de su historia.
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Ivanovic-Maljkovic: Caminos paralelos
Dusko Ivanovic y Bozidar Maljkovic, rivales en la Final ACB que comenzará el próximo viernes, son mucho más que dos entrenadores, compatriotas y amigos. Son dos de los mejores entrenadores de Europa, dos técnicos acostumbrados a ganar y disputar finales. Ivanovic y Maljkovic entablarán el tercer round de su particular duelo por los títulos, destino común de una carrera que ha seguido caminos paralelos pero ha encontrado numerosos nexos comunes. El principal, ganar; la liga es su nuevo reto
