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Lietuvos Rytas: La sensación de la Euroliga

Es novato en Euroliga pero sus resultados y juego no lo demuestran. El Lietuvos Rytas es un ejemplo de cómo apostar por un proyecto de baloncesto en un país como Lituania es garantía de éxito. Con sólo ocho años de vida, el club presidido por el excéntrico Vainauskas y nacido al amparo del diario más importante del país, ya ha alcanzado las más altas cotas a nivel nacional e internacional y este año pretende seguir rompiendo moldes en la Euroliga. Una buena plantilla, multinacional, y una sólida estructura cuya joya es el colosal Siemens Arena (11.000 espectadores), son los ejes de un club que conocemos al detalle en un artículo en profundidad de Álvaro Paricio

Extraordinaria racha del Lietuvos Rytas, con cinco victorias seguidas en la Euroliga (Euroleague)
© Extraordinaria racha del Lietuvos Rytas, con cinco victorias seguidas en la Euroliga (Euroleague)
  

La ambición lituana del Lietuvos Rytas

En 1996 no existía y en el 2005 es la auténtica revelación de la Euroliga, competición en la que ha ganado de forma consecutiva en las pistas del Winthertur FC Barcelona, Efes Pilsen y Maccabi Tel Aviv. Estas son las credenciales con las que presentamos al Lietuvos Rytas un club con, tan sólo 8 años de existencia y que están llamando a las puertas de Lituania y Europa.

El B.C. Lietuvos Rytas nace en 1997 como un proyecto para dotar de prestigio a Vilnius, la capital Lituania frente a Kaunas, capital del baloncesto lituano. Su nacimiento está al albero del periódico más prestigioso de Lituania, el Lietuvos Rytas del poderoso hombre de negocios Gedvydas Vainauskas que compró el anterior equipo de la ciudad, el Statyba. Sin embargo, el proceso de nacimiento del club no fue el típico en estos casos, ya que el presidente del Rytas decidió acabar con la historia que había detrás del Statyba (por él pasaron jugadores como Marciulionis o Karnisovas) y no dudó en calificar al club como de nueva fundación. Esto provocó el enfado de los antiguos aficionados y sus críticas hacia el presidente, provocaron que fueran expulsados del pabellón y reemplazados por nuevos aficionados.

El otro gran apoyo del club es la compañía electrónica Siemens, sponsor que da nombre a la joya de la corona: el Siemens Arena, un modernísimo pabellón con capacidad para 11.000 espectadores que se llena en cada partido de la competición europea. El pabellón fue inaugurado en, como no, un Lietuvos Rytas – Zalgiris Kaunas en noviembre del 2004. Este pabellón que sustituye al Lietuvos Rytas Arena cuenta con los más modernos equipamientos pero sólo se abre para los partidos de competición europea y cuando el equipo se enfrenta al Zalgiris y Ventspils ya sea en la liga nacional o en la liga báltica.

El Siemens Arena, joya de la corona del Lietuvos Rytas (Foto Euroleague)
© El Siemens Arena, joya de la corona del Lietuvos Rytas (Foto Euroleague)
Para el resto de encuentros, la demanda de entradas es tan baja que en el club decidieron construir este verano un pequeño pabellón cerca del Siemens Arena y con capacidad para 1700 espectadores.

Desde su fundación, tanto el club como el equipo no han dejado de crecer. Bajo unas sólidas bases empresariales, el equipo ha mejorado poco a poco afianzándose primero en la liga lituana y luego dando el salto a Europa. Asi, la primera vez que se pudo vislumbrar el potencial del Lietuvos Rytas fue en las semifinales de la Copa Saporta de 2000 cuando cayó eliminado por la Virtus de Bolonia.

Desde aquella experiencia en la Saporta, los directivos siempre tuvieron en mente Europa, por ello la ULEB Cup del 2005 era una competición muy importante para el equipo y el club. A la sombra de los grandes favoritos como eran el Dinamo de Moscú, Pamesa Valencia o DKV Joventut, el Lietuvos Rytas realizó una torneo casi perfecto apoyado en su dos principales baluartes: Roberts Stelmahers y Tyrone Nesby (sustituto del lesionado gravemente Fred House). El base letón llegado del Olimpija Liubliana era el timón sobre el cual giraba la nave lituana mientras que el alero americano ex compañero de Jordan en los Washington Wizards fue el autentico referente anotador del equipo, promediando 16 puntos por partidos. En la liguilla de grupos el Rytas se clasificó como primero con una sola derrota, pero no fue hasta las rondas finales cuando empezó a vislumbrarse todo su potencial.

En semifinales eliminó a Pamesa. En Valencia, los lituanos perdieron por 2 (77-75) en un partido muy igualado y que sólo cedió en los instantes finales. Diferencia que superaron ampliamente en el partido de vuelta al vencer de 10 puntos (75-65), aprovechándose de los muchos fallos de los valencianos desde la línea de tiros libres. En la final, el Lietuvos ejerció su papel, ahora sí, de favorito frente al Makedonikos griego y dominó el partido de principio a fin. El 44-24 al final de la primera parte es un fiel reflejo del claro dominio lituano a sólo la eliminación por faltas de Stelmahers y una reacción final de los griegos puso una ligera emoción al encuentro. Sin embargo, la gran actuación de Robertas Javtokas (MVP de la final) selló con sus 14 puntos y 5 rebotes el triunfo final por 78 a 74.

Aquel triunfo fue la guinda al pastel del proyecto que del Lietuvos Rytas y de una ciudad que recuperaba su orgullo. No obstante, la victoria en Europa y la ostentosa celebración de su presidente también causó malestar y artículos como “Europa a los pies del Rytas” o “Europa aprende a pronunciar el nombre de Rytas” no pasaron desapercibidos y ampliaron la sensación de ruptura entre Vilnius y gran parte del país.

Un equipo atípico

Fred House es la principal arma en el perímetro del equipo entrenado por Spahija (Foto Euroleague)
© Fred House es la principal arma en el perímetro del equipo entrenado por Spahija (Foto Euroleague)
El Lietuvos Rytas en estos 8 años ha visto pasar grandes jugadores y así por sus filas ha contado con el ex TAU y ahora NBA Arvydas Macijauskas y, o el jugador de la Benetton, Ramunas Siskauskas. Sus marchas lejos de debilitar al equipo ha dado paso a la actual plantilla configurada con un gran equilibrio entre veteranos y jóvenes exteriores e interiores.

“Creo en el equipo, no hay miedo”, así de contundente se muestra Neven Spahija cuando al comienzo de temporada se le preguntó por el equipo. Y es que para su debut en la máxima competición europea, el Lietuvos Rytas ha sabido combinar a la perfección jóvenes talentos con veteranos, jugadores de club con nuevos fichajes. La base es el equipo ganador de la ULEB, así continúan Stelmahers, Jasaitis, Mujezinovic, Javtokas, Delininkaitis, Lukauskis, Slezas, Cukinas y House. Para suplir la baja de Nesby, los lituanos han fichado poco pero bien, Sandis Buksevics da relevo a Stelmahers en la dirección del equipo, el australiano Matthew Nielsen ha elevado el nivel del ex Unicaja Einikis y el recién cortado Ivan Tomas (hermano del madridista) intentaba aportar juventud y claridad al perímetro lituano.

En total, un equipo cosmopolita y que no deja indiferente a un país que tradicionalmente se ha basado en su excelente cantera. Precisamente al Rytas le siguió la polémica cuando este año decidió no contar con los campeones sub 21 Babrauskas y Jomantas; En su lugar, el club apostó por foráneos como el letón Sandis Buskevics y el croata Ivan Tomas. Este hecho unido al rechazo de gran parte de la población a Vainauskas hace que fuera de Vilnius el equipo no sea especialmente apreciado, es más, sus derrotas son celebradas y no sólo por los seguidores del Zalgiris.

Roberts Stelmahers, cerebro del éxito lituano (Foto Euroleague)
© Roberts Stelmahers, cerebro del éxito lituano (Foto Euroleague)
Con todo, el cambio más importante ha sido la llegada al banquillo del Lietuvos del croata Neven Spahija en sustitución de Tomo Mahoric. Tanto Mahoric, que llegó con la temporada comenzada, como Nesby fueron considerados héroes de la ULEB Cup, pero eso no les sirvió cuando Vainauskas culpó públicamente al alero americano de la derrota por 4 a 0 en la final de la liga lituana frente al Zalgiris. Nesby salió despedido de Vilnius pero Mahoric continuó. Ya en verano las declaraciones cruzadas entre entrenador y presidente comenzaron a enfriar la relación y los fichajes presidencialistas de Nielsen, Buskevics o Tomas acabaron con la paciencia del entrenador. Mientras, Vainauskas esperó hasta finales del verano para decidir el recambio de Mahoric. Finalmente el Rytas se decantó por Neven Spahija y Mahoric fue despedido en mitad de septiembre y con la sorpresa de no poder acudir ni siquiera al entrenamiento que había programado el día de su despido.

Spahija es conocido por enfrentarse como entrenador de Croacia a España en los cuartos de final del pasado Europeo de Belgrado y por las desafortunados declaraciones que realizó tras aquel polémico encuentro. Con anterioridad, había dirigido Krka Novo Mesto en la final de la ULEB Cup que perdió frente al Pamesa Valencia en 2005. Spahija, uno de los mejores amigos en vida de Drazen Petrovic, es uno de los más fieles representante de esa nueva hornada de entrenadores balcánicos que recogiendo la tradición de los Sakota, Obradovic o Maljkovic aportan frescura y novedades como la defensa zonal, algo poco usual en entrenadores de la antigua Yugoslavia.

En la actualidad, el Lietuvos Rytas es uno de los equipos que mejor baloncesto está practicando en Europa. Con una defensa rica en conceptos, con defensas alternativas, pero sin olvidar el ataque, arma habitual de los equipos lituanos, siendo un equipo con altas anotaciones gracias a su rápido juego de transición y un ataque estático que no busca de prolongarse más de 10 o 15 segundos por posesión. Un dato que refuerza esta idea son los 97 puntos que le endosaron al Winthertur FC Barcelona en el Palau Blaugrana o los 92 al Maccabi en el Nokia Arena.

El veterano Roberts Stelmahers es el alma del equipo. Lideró al Lietuvos al título del año pasado siendo el verdugo de Pamesa y este año continúa siendo la referencia en el ataque estático de los lituanos. Tras su paso por el Olimpija de Liubliana, el base letón disfruta de una segunda juventud y muestra de ello es que es el jugador con más minutos en la pista en la Euroliga (178 antes de esta semana).

En los puestos de alero, el Lietuvos Rytas cuenta con la explosión del joven Simas Jasaitis (espectacular frente a Pamesa) y un recuperado House que sin ser un excelso tirador si que tiene licencia para jugarse todos los balones. Sus relevos son un tirador como Delininkaitis y Buskevics.

Los pívots titulares son el veterano Mujezinovic y Javtokas. Mujezinovic, MVP de la Euroliga la semana pasada, es un jugador veterano con muy buena mano y un físico que aún le permite correr al contraataque y colgarse del aro superando en velocidad y potencia a sus contrincantes. En defensa flojea un poco, aunque para eso ya está Robertas Javtokas, referente en la pintura y todo un ejemplo de superación. Y es que se lesionó gravemente hace unos años cuando circulaba en moto a 180 km/h. El accidente le destrozó por completo el hueso de una pierna, sufrió varias fracturas en el fémur, así como lesiones en cráneo, riñones e incluso el accidente le afectó a parte de su espina dorsal, peligrando su movilidad. Por suerte, el tiempo y su afán de superación ha permitido que Javtokas vuelva a brillar en una pista de baloncesto. Ya no es el lituano “volador” capaz de hacer giros de 360 grados en el aire pero en cambio a ganado en lanzamiento y, sobre todo, experiencia, ahora es un pívot que lee muy bien los partidos y aporta intensidad en defensa y anotación y juego en equipo en ataque.

Su paso por la Euroliga

Nada más celebrarse el sorteo de grupos pocos pensarían que en la jornada siete, el líder del grupo iba a ser el Lietuvos Rytas. Entre esos pocos deberíamos contar a su entrenador que ya al comienzo del año se mostraba confiando de las posibilidades del equipo al señalar que “estamos en un grupo fuerte, pero preparados para jugar cada encuentro. Nuestro objetivo es estar entre los clubes del Top 16”. Un hecho nada fácil si tenemos en cuenta que se trata de su primera participación en Euroliga.

Robertas Javtokas, otra estrella en el Rytas (Foto Euroleague)
© Robertas Javtokas, otra estrella en el Rytas (Foto Euroleague)
Pero para ser un debutante, el equipo no se comporta como tal. Cierto es que perdieron sus dos primeros encuentros, frente al Cibona en Zagreb y en casa contra el Armani Jeans Milán jugando muy malos partidos en los que no llegaron a los 60 puntos. Sin embargo, el encuentro del Palau fue un punto de inflexión para el equipo.

Como advertía Spahija al comienzo del año “no se trata de una buena defensa o de un buen ataque, solo es experiencia. Y si nosotros podemos jugar bien, las cosas serán más fáciles”. Efectivamente, el paso de los partidos asentó al equipo y ya en Barcelona demostró en una primera parte sensacional la calidad del equipo. Superó ampliamente la Winthertur FC Barcelona durante 3 cuartos y tuvo la sangre fría de aguantar la acometidas finales del conjunto de Ivanovic.

En Turquía llegó la confirmación del equipo. Contra el Efes Pilsen los lituanos jugaron 40 minutos a un excelente nivel, sin dejar opción a uno de los equipos poderosos de Europa. “Conocíamos sus debilidades e hicimos nuestros planes fijándonos en esos detalles. Jugamos el mejor partido de la competición”, señala el entrenador croata. Pero si sorprendente fue la victoria por 21 puntos en Estambul (51-72), lo fue mucho más su histórica victoria en Israel rompiendo la racha de 10 triunfos consecutivos y 20 en los últimos 21 encuentros disputados por el Maccabi en el Nokia Arena.

A pesar de que, a menos que cambien las normas, no podrá participar en la Euroliga del próximo año, el equipo se encuentra en un gran estado anímico y nadie descarta nada a estas alturas de competición. “Estamos felices de estar en esta liga, cuando la Euroliga comenzó mucha gente no nos daba mucho crédito, nosotros simplemente estamos probando que estaban equivocados”, afirma House.

Lietuvos Rytas es hoy por hoy un club en crecimiento, peculiar y a veces difícil de entender pero con una proyección dentro y fuera de su país que les hace ser optimistas en el futuro. Quien sabe si no asistimos al comienzo de una nueva era en Lituania.