Madrid, 18 Feb. 2006.- El Pamesa Valencia llegaba a la Copa del Rey con la peor racha de todos los participantes, pero luchará mañana por su segundo título. Es la grandeza de la Copa, donde da igual que llegues con 12 victorias o 4 derrotas consecutivas. El Pamesa Valencia fue simplemente mejor, bordándolo en defensa y en ataque para cargarse de un plumazo al gran favorito.
El equipo entrenado por Ricard Casas dio una lección de cómo aprovechar sus recursos. Realizó una defensa asfixiante, demoledora, en la que no daba tiempo a pensar a su rival, con la que el gran Jorge Garbajosa pareció no existir. El aro valenciano era un coto cerrado, en él nadie hacía daño, y los triples fueron el único recurso de un Unicaja cazado en una sorprendente zona 2-3 que marcó el rumbo del encuentro.
El Pamesa Valencia no dio opción. Fue superior en ambas canastas y supo incluso resolver cuando las posesiones tocaban a su fin, cuando había que buscar una solución desesperada. Mindaugas Timinskas, todo experiencia y frialdad, fue el líder, el cuchillo que melló el corazón malagueño. Penetraciones, tiros de larga distancia, rebotes y una buena defensa le convirtieron en el indiscutible protagonista del encuentro.
Junto al formidable alero lituano, Stepp fue gigante en la segunda mitad con 14 puntos y Junior Harrington sacó más de una castaña del fuego en uno de sus mejores partidos con el Pamesa. Pero la otra clave, el fundamento básico de la victoria, fue el demoledor trabajo de sus cuatro pívots: Dikoudis, Garcés, Miralles y Sklavos. De matrícula de honor los cuatro, ya que quizá no sumaron muchos tantos, quizá no destacarán por sus números, pero decantaron la balanza con su defensa, rebote y presencia. Fabulosos.
Jarro de agua fría para la extraordinaria temporada del Unicaja, que llegaba a la Copa del Rey con la vitola de mejor equipo de Europa en lo que a resultados se refiere, con 12 triunfos consecutivos y la sensación de ser casi imparable. No lo era; Garbajosa no estuvo a su nivel, Brown fue demasiado irregular y Herrmann fue el único referente válido. Insuficiente. Derrota.
Herrmann empieza con fuerza pero el Pamesa responde
Walter Herrmann había dinamitado la semifinal contra el Pamesa Valencia en la pasada edición... y comenzó con propósito de repetir. Siete puntos en un visto y no visto y arranque positivo para el Unicaja (0-7; 7-11). El Pamesa Valencia iba poco a poco carburando y atacaba el aro con sus dos pívots, unos excelentes Dikoudis y Miralles. Con una canasta de este último, primera ventaja taronja (20-18) y una sensación de poder dar la campanada.
Una zona dispara a los taronja

El equipo taronja llevaba la iniciativa. Vule Avdalovic creaba e incluso anotaba y Miralles ejercía de martillo pilón. El Pamesa mandaba (31-26). Así, Scariolo recurrió de nuevo a Garbajosa, que rompió la zona con una canasta fácil; sus primeros puntos, un vestigio de reacción. Otros dos jugadores hasta entonces inéditos en anotación, Pepe Sánchez y Berni Rodríguez, abrieron su cuenta para voltear el electrónico (34-36). Eso sí, un nuevo arreón valenciano saldó la primera mitad con 42-39.
El Pamesa se asienta en cabeza
Un triple de Stepp abrió el tercer periodo con la mayor ventaja del Pamesa Valencia (45-39; +6), pero el arranque parecía verde: los malagueños se pusieron las pilas en defensa, maniataron a su oponente y lograron tres fáciles canastas para igualar otra vez (45-45). Un partido nuevo... pero viejo, en cuanto a que Timinskas seguía hostigando a las huestes de Scariolo con puntos y rebotes: 17 y 9 ya, en el minuto 23, para 51-45 en el electrónico.
Garbajosa no marcaba esta vez diferencias y el poder taronja que no decaía un ápice. Crecía, de hecho, hasta fijar en ocho una nueva máxima renta (56-48; m. 25). Herrmann (cinco puntos consecutivos; 56-53) reenganchaba a los malagueños al encuentro, pero el equipo estaba desorientado, superado por la defensa planteada por Casas. El Unicaja necesitaba soluciones y Scariolo las buscó en el eje Berni Rodríguez-Nicevic, pero tampoco funcionó: 65-56 al final del tercer periodo.
El Pamesa se asienta en cabeza
El partido pintaba más valenciano que nunca, más cuando Miralles elevó a la simbólica cantidad de 10 puntos la renta taronja y Jorge Garbajosa (todavía en dos puntos) erró un triple completamente solo. Por si fuera poco, Stepp anotó un 2+1 en contraataque y un sobresaliente Junior Harrington colocó un soberano tapón a Berni Rodríguez. Habían transcurrido 2:30 del último periodo y el Unicaja seguía sin sumar: 69-56.
Y sentencia
Marcus Brown desatascó el ataque malagueño con un triple y dos tiros libres de Berni Rodríguez pusieron otra vez el partido en ocho puntos (69-61). En defensa, también iniciativa con una zona 2-3... castigada a la primera con un triple de Stepp. Un impulso para el Pamesa, pero todavía lejos de ser definitivo, ya que el Unicaja seguía intentándolo.
Otro triple, de Sklavos, añadió una nueva letra a la palabra victoria (75-64; m.35), minuto a minuto más cercana al desaprovechar el Unicaja cada mínima oportunidad de reducir diferencias. Al final, contundente resultado y gran éxito taronja: 87-74.