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Bruesa GBC, el milagro merecido

Hace dos años estaban en la LEB2 y contaban con sólo tres años de antigüedad, pero la noche del martes lograron vencer contra pronóstico al León y hacerse con una plaza de ascenso a la ACB. Hablamos del Gipuzkoa Basket, que ha obrado este pequeño milagro superando un gran número de adversidades este año. El Presidente, Miguel Santos, asegura que "estaremos en ACB la temporada que viene" y el entrenador, Porfirio Fisac destaca que "nadie nos ha regalado nada". En palabras del italo-argentino Esteban Martínez, "el momento fue increíble" y según José Luis Galilea, lesionado y reconvertido a entrenador asistente, "cuando ganas a los mejores por 3-0, no es suerte"

Devin Smith y Porfirio Fisac han sido dos de los artífices del milagro (Foto EFE)
© Devin Smith y Porfirio Fisac han sido dos de los artífices del milagro (Foto EFE)
  

Redacción, 25 may. 2006.-Si en septiembre de 2004, con un club de apenas tres años de antigüedad recién instalado en la LEB-2, alguien hubiera dicho que el Donostiako Gipuzkoa Basket conseguiría la plaza de ascenso para la ACB al cabo de 20 meses, nadie se lo habría creído. Ni el Presidente y alma mater del proyecto, Miguel Santos, ni el máximo responsable deportivo, Porfirio Fisac. Ni ellos ni la incipiente masa social a la que costó un año engancharse a un equipo tan joven.

Pero igual de increíble parecía esta misma temporada cuando el equipo, ya en LEB, empezó último con un balance de 0-5, o cuando José Luis Galilea se lesionó de gravedad en la rodilla tras encadenar siete triunfos seguidos, o cuando Eric Cuthrell, americano de refuerzo, duró tan sólo tres minutos en cancha antes de romperse, o cuando acudían no más de ocho jugadores a las sesiones de entrenamiento; o cuando en el cruce de semifinales, el decisivo para conseguir la plaza de ascenso, estaba esperando el León CajaEspaña, el mejor equipo de la temporada en la Liga Regular, o cuando el equipo local debe fallar dos tiros libres para llevarte el segundo partido, o cuando a falta de 5 segundos en el tercero pierdes de dos.

Uno piensa en todas estas adversidades y sólo le viene a la cabeza la palabra milagro. Pero la realidad nos lleva a otras como trabajo, humildad e inconformismo: "El equipo ha tenido las ideas claras y mucha humildad durante toda la temporada; nadie nos ha regalado nada. Viendo el inicio que tuvimos, era muy difícil pensar que podríamos llegar hasta aquí, pero desde un principio tuvimos claro que había que confiar en nuestra pantilla, y yo he ido a muerte siempre con ellos. Poco a poco han ido demostrando la calidad que atesoran. Todas las adversidades que hemos tenido que afrontar han hecho mayor una plantilla muy joven", dice el entrenador Fisac. El jugador Esteban Martínez añade que "la suerte hay que buscarla y ayudarla para que aparezca. Creo que eso es lo que hicimos nosotros. Quizás hemos tenido los mismos problemas que otros equipos, pero en mi opinión los superamos de diferente manera. Nadie, ni dentro ni fuera del equipo, perdió los nervios cuando íbamos últimos; la directiva se portó a la perfección y nos transmitió seguridad y tranquilidad en todo momento. Creo que eso te da una pequeña ayuda extra en los momentos decisivos".

Galilea, reconvertido a entrenador ayudante tras su lesión, no cree en la suerte: "La suerte te puede ayudar un día, pero cuando ganas 0-3 y 0-3 contra los mejores equipos de la categoría, eso no es suerte. Las claves son que el equipo ha llegado en su mejor momento tanto física como tácticamente al Playoff y que, además, los jovenes han mejorado muchísimo y han aportado mucho al equipo", y añade que "no ser favorito siempre ayuda, pero si hemos llegado hasta aquí es porque somos ambiciosos y no nos conformamos. No nos conformamos con entrar en Playoff, ni con ganar el factor cancha ni con llegar a semifinales. Siempre hemos trabajado con humildad, no creyéndonos ni mejores ni peores que nadie, pero sin conformarnos".

Lo mismo debió pensar Esteban Martínez cuando el entrenador le pidió que saltara a la cancha a falta de cinco segundos y perdiendo de dos para "que me la jugara". El joven base no lo dudó y cruzó la pista para conseguir una canasta imposible a tablero que forzó la prórroga: "Aún no me lo creo... Había jugado poco y no muy bien durante el partido, pero la verdad es que salió muy bien, aunque cuando hice el primer paso y me vi en la línea de tres pensé, ¿y ahora cómo acabo la canasta? Pero entonces llegó ese toque de suerte que nos dio aún más alegría".

Una alegría excepcional, como el mismo jugador de orígen argentino destaca: "el momento fue increíble, no sólo por ser la recompensa al trabajo de todo un año, sino porque lo hicimos tras superar muchas complicaciones. Además, ver la gente celebrándolo de la manera que lo hicieron fue una alegría enorme. La emoción es mayor cuando recuerdas los malos ratos, los entrenos con siete jugadores... Yo hoy (por ayer) aún no me lo creía: he tenido que leer los periódicos para asimilarlo. Sé que, aunque quizás el 0-6 no se ajusta del todo a lo que se vio en la cancha, nos merecemos esta plaza de ascenso".

Martínez también apunta a la evolución del apoyo de los aficionados: "Llevo dos años aquí y ver cómo la gente se ha ido superando es muy emocionante. El año pasado el pabellón no se llenaba y este año se ha tenido que quedar gente fuera; incluso pusieron una pantalla gigante fuera del pabellón y también se llenó. Es una alegría enorme porque ellos lo vivieron con la misma intensidad que nosotros. Es algo imposible de explicar".

El Bruesa GBC ha conseguido una plaza de ascenso en su primer año en la LEB (Foto EFE)
© El Bruesa GBC ha conseguido una plaza de ascenso en su primer año en la LEB (Foto EFE)
Histórica emoción

La historia tiene todos los ingredientes para desbordar la máxima emoción entre los aficionados. Nunca antes un recién llegado a la categoría había quedado entre los dos primeros y nunca antes un equipo había saldado su Playoff con un doble 0-3 con el factor cancha en contra. Fisac admite que "hemos hecho historia por muchas cosas, pero lo importante viene ahora: estamos en una nube y no sabemos qué pasará a partir de ahora, pero somos conscientes de la grandeza de lo que hemos hecho. Es un éxito importantísimo tanto para nosotros como para toda Guipúzcoa". No en vano, el Donostiako Gipuzkoa Basket, conocido como Bruesa GBC, puede ser el segundo equipo donostiarra en ACB tras la participación del Askatuak a finales de la década de los 80.

El entrenador, que ya había vivido un 0-3 a favor con el Algeciras desde LEB2 y un 0-6 a favor con el CB Tarragona para ascender a LEB, reconoce que "el guión del partido y de toda la serie te acaba dictando la emotividad, que en este caso fue mucha". Quien lo vivió con especial emoción fue José Luis Galilea, natural de San Sebastián, y que explica que "fue muy especial, porque la mía era una situación particular desde el banquillo. Esta es mi ciudad y ver cómo vuelve a haber baloncesto del máximo nivel es algo que no podía imaginar. Tampoco pensaba que se viviría de esta forma, con un ambiente increíble por parte de los aficionados que abarrotaron el pabellón".

El jugador, que ha tenido que aprender "a procesar la adrenalina de otra forma al estar en el banquillo", destaca que "hace un año nunca hubiera pensado que pasaría esto. Con nuestro presupuesto, mantenerse ya era un éxito. Sin embargo, en todo momento aposté por el club y por su proyección, incluso dejando de lado algunas ofertas. Ahora puedo estar muy satisfecho a nivel particular y colectivo por haber acertado con esta apuesta".

La valoración del presidente, Miguel Santos, no puede ser más clara: "Este es el mayor éxito de mi carrera. La verdad es que lo viví con mucha tranquilidad, porque con un 2-0 a favor, la sensación que te transmite el equipo es la de tranquilidad. Está claro que cuando se fue acercando el final del partido sufrí un poco más hasta llegar a la explosión final con todo el pabellón".

Miguel Santos es el alma mater del proyecto donostiarra (Foto EFE)
© Miguel Santos es el alma mater del proyecto donostiarra (Foto EFE)
El futuro llega sin llamar a la puerta

En las manos de Santos, prolífico y emprendedor empresario siempre vinculado al mundo del deporte, está el futuro del club, que ahora afronta su mayor reto quizás antes de lo esperado. Sin apenas tiempo para digerir la celebración del título, llega el momento de trabajar: "Desde esta misma mañana (por ayer) estamos trabajando para sentar las bases del futuro del club. Tenemos que asimilar esta nueva realidad en la que nos encontramos y trabajar duro como hasta ahora para responder al reto de la ACB y estar a la altura".

Sobre la posibilidad de cumplir los requisitos económicos y de infraestructura que requiere la entrada en la ACB, Santos no alberga ninguna duda: "Los aficionados pueden tener una seguridad plena de que estaremos en ACB el año que viene. Se multiplicarán los esfuerzos para conseguirlo, así que no hay dudas al respecto. Noto que la gente nos da más las gracias que la enhorabuena por haber recuperado el baloncesto al máximo nivel en la ciudad; los aficionados nos lo agradecen porque encuentran en el basket un plus que no encuentran en el fútbol. Yo sólo puedo darle las gracias a ellos".

El Bruesa GBC disputa sus partidos en el pabellón Josean Gasca, nombre de un ex entrenador histórico para un hito histórico, de apenas 2.500 localidades, por lo que debe buscar un nuevo emplazamiento para alcanzar las 5.000 mínimas que requiere la ACB. "Estamos trabajando en alternativas para el pabellón. Lo que yo quisiera es un Gasca de 5.000 personas, porque el público podría estar muy cerca del equipo y arroparle. Sin embargo, la opción que más suena es la Plaza de Toros de Illumbe, aunque poco a poco irán saliendo más alternativas", explica el Presidente.

Aunque los mayores cambios deben llegar desde el mismo seno de la entidad, cambios que deben afectar a todos los estamentos, empezando por el organigrama, como reconoce Santos: "Una de las claves de este éxito es nuestra estructura de club, que es pequeña pero muy profesional. Tenemos que ampliarla, pero manteniendo la misma profesionalidad. Por otro lado, el reto de la ACB comporta muchas obligaciones de todo tipo y estoy convencido de que tendremos capacidad para afrontarlas porque todo el mundo responderá: Guipúzcoa no nos dará la espalda y tanto la Junta como los sponsors y los grupos que nos apoyan darán lo máximo para estar en condiciones en la ACB".

Coincide con la necesidad de ampliar la estructura existente Porfirio Fisac, (muy unido a Villanueva de la Serena, como José Manuel Calderón, quién asistió al tercer partido en directo) que ha sido más que un entrenador; Fisac se ha encargado de todas las decisiones técnicas para conformar una plantilla muy joven pero con futuro ("hace tiempo dije que no sabía cuál podía ser el límite de esta plantilla... ahora sé que ese límite está muy lejos"). El técnico, decíamos, coincide con la necesidad de crecer: "La ACB son palabras mayores y por eso se escriben en mayúsculas. Para poder estar allí hay que organizar una estructura deportiva con un organigrama diferente, no una sola persona al cargo del departamento técnico como ahora; tiene que haber un cuerpo de trabajo, no podemos seguir como hasta ahora con fisios a tiempo parcial y demás. Hay que dar muchos pasos adelante para poder seguir creciendo en la buena dirección".

Hay que tomar decisiones y empezar a construir un nuevo equipo sobre las bases de este éxito. Santos admite que "en el plano deportivo aún no sé qué pasará. Es Porfi(rio Fisac) el que se encarga y espero que siga encargándose durante muchos años del tema". Una de sus decisiones a tomar será si cuenta o no con Galilea... y si lo hace en la pista o en el banquillo. El ex jugador internacional explica que le "une un año de contrato con el club como jugador. Ahora nos tenemos que sentar y hablar de mi situación, para ver qué camino nos interesa a las dos partes. No sé si me gustaría jugar, todo depende de lo que me ofrezcan. Sea lo que sea lo que haga el año que viene, lo quiero hacer al 100% y pudiendo tomar mis propias decisiones".

Conseguir la plaza de ascenso parece un fin en si mismo, pero los miembros del Donostiako Gipuzkoa Basket lo están asimilando como un paso más hacia un objetivo mayor. El club no se conforma, manteniendo la mentalidad que les ha hecho llegar hasta esta posición histórica. Santos concluye que "para llegar hasta aquí hay que trabajar muy duro. Supongo que los otros clubes también lo hacen, pero el trabajo al máximo nivel es imprescindible y sólo dos acceden a estas plazas. Además, hace falta un poco de suerte como que, por ejemplo, el equipo local falle dos tiros libres al final del segundo partido, pero lo que prevalece es el rigor, la disciplina y la honestidad con la que hemos trabajado".