Estabamos engañados. Nada era lo que parecía ni lo que nos hechizaba se asemejaba en algo a la realidad. Tantos años olfateando el mundo seducidos por el ideal y mágico 90-60-90 y resulta que la tríada era tan cierta como eso que rezaba que los blancos no la sabían meter. Vaya si sabían. Tanto tiempo abrazando sin atreverse a pestañear lo que el gurú de la moda profetizaba como lo único en dónde hallar la perfección, y resulta que junio de 2006, engreído y severo, ha abofeteado los cimientos de nuestra soñada y platónica belleza y ha arrojando ante nuestras narices el nuevo canon, el incomparable y deslumbrante, por perfecto, 60-40-80.
No. Jorge Garbajosa y Andrea Bargnani no sólo van a compartir vestuario en Canadá, después de haber coqueteado impúdicos con el baloncesto europeo y haber enamorado locamente al de la NBA. Ni los tenemos de la mano y nos agradan porque los dos tengan pasado en Treviso o hayan vestido la mayor parte de su carrera camisetas esperanza, del verde que te quiero verde. Ni tan siquiera porque uno y otro sean dos cuatros como las dos copas de dos pinos. O no sólo por eso, que en su caso es poco menos que una denominación de origen, una vulgaridad para neófitos y despistados de esos que en verano tropiezan con el artículo de un dominical perdido en alguna playa, y en el que se cuenta que el primero, de Torrejón de Ardoz, ha conquistado la ACB a ritmo malagueño y el segundo, romano de Roma, ha hecho lo propio con el Draft de la NBA desde la capital del Veneto. Garba e Il Mago personifican el éxito individual del baloncesto actual porque sus respuestas y sus humores en las pistas de juego vienen dados por el 60-40-80, los porcentajes de 2, de 3 y de tiros libres que sirven de prisma para saber dónde, cuándo y cómo podemos encontrarnos ante el ala-pívot ideal, el cuatro de Morfeo que hará mejor y más dulce la vida de nuestros equipos, que pintará el material húmedo de nuestros sueños.
De un tiempo a nuestro baloncesto los técnicos andan locos por hallar a ese jugador-panacea que igual sirva para defender a tipos fuertes cerca de la cesta como, y más importante si cabe, sea capaz de engatusar a la defensa del equipo rival con un simple pedazo de su muñeca. El baloncesto de hoy es también el que embruja profecías, el de los hombres grandes con mano de ángel, el de los pivotes rápidos con brazo de terciopelo como los anteriormente citados o los balcánicos Matjaz Smodis, esloveno del CSKA de Moscú y Nikola Vujcic, croata del Maccabi de Tel-Aviv. Ellos, como Vladimir Veremeenko en el Dynamo de St. Petersburgo, top-models de sus respectivos equipos y tesis con título, nombre y apellido con las que dar cuenta de la felicidad de los seguidores de sus clubes y del aficionado de a pie.
Luciendo tipo
Jorge Garbajosa puso fin, con 28 años, 205 centímetros y un compromiso más allá de los límites de la normalidad, a un trabajo que pidió para sí cuando llegó a Málaga hace un par de años. Lo hizo con el final feliz que suelen tener las apuestas ganadoras moldeadas con trabajo. Empezó la temporada con malos porcentajes desde los 6,25, y acabó la misma definiendo un título con dos triples en los minutos finales de un tercer partido en un play-off final. Un recorrido, de octubre a junio, que el nuevo jugador NBA ha resuelto con paso y réplicas firmes, y con 13 puntos de media en temporada regular merced a un 55% en tiros de 2 puntos, un 32% en triples y un 81% en tiros libres. No es un 60-40-80, como tampoco lo son sus 15 puntos con un 42-39-77 en Euroliga, pero no anduvo lejos del porcentaje ideal en las vicisitudes del combate. E indiscutibles son su 40% en triples en las eliminatorias por el título o el 47% de la serie final contra el TAU Cerámica, que hablan por sí solos del carácter y la determinación del hombre de la temporada en nuestro baloncesto.

El frío en Moscú redobló austeridad al tiempo que lo hizo la rodilla de David Andersen en Vistalegre, a finales de enero. El proyecto Ettore Messina parecía perderse con el infortunio del gigante danés, pero de ese maldito día hasta el 30 de abril en Praga el CSKA jugó 12 partidos más de Euroliga y tan sólo perdió uno en Vitoria y con el Top-16 resuelto a su favor. Tres meses en los que la volatilidad manifiesta de Matjaz Smodis pasó a mejor vida y las esperanzas que el técnico italiano puso en sus 2m05 en el verano del 2000 cuando lo fichó para la Virtus de Bolonia se hicieron por fin realidad. Anduvo el esloveno un paso por delante a sus 25 años, y acabó conquistando la Euroliga con 12 puntos de media y un 53-38-71, porcentajes gemelos de los que firmó en la competición rusa: 12 y un 55-40-73. Papaloukas estuvo cum laude, pero el esloveno tampoco estuvo nada mal en la conquista de Europa, algo de lo que Nikola Vujcic sabe largo y tendido.

Cifras, las acreditadas en la liga israelí, que en el baloncesto europeo de este curso 2005/06 sólo ha igualado Vladimir Veremeenko, ala-pívot próximo a cumplir los 22 años y de 208 centímetros. Bielorruso con irreverencias post soviéticas tatuadas en su brazo izquierdo que en su segunda temporada en el Dynamo de St. Petersburgo ha cambiado la cantidad de su juego por la calidad de sus cifras, y ha cautivado tanto a la división de honor del baloncesto europeo (ACB) como a la NBA, si bien este pasado Draft no dio parte de sus ansias por cruzar el charco hasta la segunda ronda, concretamente en el puesto 48 en la elección que hicieron los Wizards de Washington. En cualquier caso, Veremeenko se había presentado al sorteo con una tarjeta de 12 puntos y un 60-39-80 en la liga rusa y otra de 10 y un 62-54-83 en la FIBA Cup, porcentajes de bandera se analice por dónde se analice.
Porcentajes y chicos de bandera a los que en un momento u otro se pudieran añadir hombres y nombres como los de Jurica Golemac, Erazem Lorbek, Uros Slokar, Marko Tusek, Giacomo Galanda, Angelo Gigli o Dusan Sakota. Pero no es lo mismo. Por espíritu, minutos, planta, importancia, adulteración, incidencia, déficit, personalidad, futuro, pasado o presente no son lo mismo. Como tampoco lo es Dirk Nowitzki y su 50-40-90 con 27 puntos de media en la NBA. Porque este da para esos números y mucho más y lo hace en la jaula de los leones, en la pasarela soñada por todo chico ideal.
JUGADOR |
% EN TIROS DE 2 | % EN TIROS DE 3 | % EN TIROS LIBRES |
V. Veremeenko | 60 | 39 | 80 |
Jorge Garbajosa | 55 | 32 | 81 |
Andrea Bargnani | 57 | 38 | 77 |
Matjaz Smodis | 55 | 40 | 73 |
Nikola Vujcic | 62 | 45 | 80 |
Dirk Nowitzki | 50 | 40 | 90 |