Barcelona, 8 oct. 2006 (EFE).- La camiseta con el número siete, la de Nacho Solozábal, ya no la vestirá nadie más en el primer equipo del Barcelona de baloncesto. Catorce años después de su retirada, ya se encuentra en lo más alto del Palau Blaugrana, junto con la de otros grandes jugadores del club: Epi y Jiménez.
Fue un homenaje emotivo en el descanso del encuentro ante el Gran Canaria Grupo Dunas y que puso fin a una deuda histórica que el club azulgrana tenía con su gran capitán, un jugador que defendió 17 años la camiseta \'blaugrana\', con la que conquistó 6 ligas, 9 Copas del Rey, 2 Recopas, 1 Korac, 1 Mundial de Clubes. Su palmarés se completa con la plata en los Juegos Olímpicos de Los Angeles, la plata en el Europeo de Nates y la plata en un Europeo Junior.
\"Gracias a todos por estar aquí, gracias al Palau, porque siempre habéis estado aquí, en los momentos malos y en los buenos. Para mí es un orgullo y un privilegio tener mi camiseta colgada junto con las de Epi y Jiménez. Soy un hombre del Palau y para mí el Palau es un santuario del baloncesto y de todos los culés\", dijo Solozábal desde el centro de la pista.
Le acompañaron jugadores de su generación (Epi, Sibilio, Creus, Norris, De la Cruz, Ansa, Flores, Corbalán, López Iturriaga) y entrenadores que le dirigieron durante todos estos años (Zeravica, Serra, Maljkovic), técnicos entre los que no se encontraba Aito García Reneses.
En la parte final del homenaje, la mujer de Solozábal (Montse) y sus hijas Alicia y Miriam le entregaron al homenajeado una pelota firmada por todos sus amigos.
La de Solozábal es la séptima camiseta que cuelga del Palau Blaugrana. Tres corresponden a jugadores de baloncesto, la del 15 de Epi, la del 4 de Jiménez y la del 7 de Solozábal. Las otras cuatro corresponden a jugadores de balonmano: Sagalés (14), Grau (2), Urdangarín (7) y Masip (2).
