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Forjadores de la acb (VII): El papel de Unipublic

En la búsqueda de recursos para sacar adelante la asociación de clubs de baloncesto, resultó decisiva la aparición de los hermanos Franco, responsables de la empresa Unipublic. Descubre este nuevo capítulo de "Forjadores de la acb"

  

En el decisivo terreno de la negociación por conseguir publicidad fue muy importante la aparición de dos personajes inesperados: los hermanos Franco (Enrique y Eduardo), responsables de la empresa Unipublic, junto a un tercer socio, Felipe Sáenz de Trápaga, que habían conseguido los derechos para organizar la Vuelta a España de ciclismo y deseaban entrar en el mundo del fútbol y del baloncesto. Enrique Franco (fallecido el 17 de febrero del 2008) fue un personaje clave en la puesta en marcha de la ACB y Unipublic llegó a dar soporte a un buen número de equipos de la ya reformada Liga.

En aquella cita del 24 de julio de 1981, la publicidad estaba en el tercer punto del orden del día -después de otros dos temas muy importantes: extranjeros y árbitros- y la discusión se alargó durante casi tres horas. El acta de lo que todavía era una “reunión de clubs” lo refleja extensamente: “Para tratar del tema de la publicidad interviene Enrique Franco, al que ha invitado a asistir el señor Puente, al objeto de poder lograr una coordinación para obtener el patrocinio de la Liga por parte de una firma comercial. Expone sus puntos de vista el señor Franco, diciendo que necesita saber los espacios publicitarios que se puedan disponer en las canchas de los equipos, así como si podrá llevarse algún logotipo en la camiseta o el pantalón de los jugadores. También dice que es importante saber si habrá transmisión televisiva y los partidos que se ofrecerán”.

Tras la exposición del técnico se abrió un amplio debate, que continúa reflejando el acta: “Interviene el señor Mussons al objeto de poder obtener una idea del montante económico del patrocinio; el señor Bufalá manifiesta si se puede distribuir el patrocinio por partidas, es decir una cantidad por la publicidad en prensa, otra por las vallas, otra por la pegatinas y otra por partidos televisados y, finalmente, interviene el señor Fernández pidiendo al señor Franco una cifra, la cantidad de la cual puede partirse. El señor Franco no quiere comprometerse”.

Cuando el publicista abandona la reunión sigue el debate. Antoja manifiesta la posibilidad de realizar gestiones por otros conductos, porque ve posibilidades económicas sustanciosas, y Mussons propone dirigirse “a las empresas más importantes del país para ver la posibilidad de que hagan ofertas”. Finalmente se acuerda “averiguar las cinco principales empresas y dirigirles escritos ofreciendo el patrocinio publicitario”.

No se concretó nada aquel día -ni siquiera la colaboración con Franco y Unipublic-, pero quedó claro que en esa reunión se sentaron las bases del patrocinio publicitario. E, inesperadamente, también el televisivo, porque se habló de TVE a pesar de que no figuraba en el orden del día. El acta señala que “el señor Puente -que en esa misma reunión sería relevado por Novoa como representante de los clubs- da cuenta de la visita efectuada por la mañana a TVE, en compañía de los señores Rubio y Novoa. Explica las atenciones con que han sido recibidos y la impresiones óptimas respecto a la posibilidad de retransmitir partidos, para lo cual deberán continuarse las gestiones con las personas responsables del medio, algunas de las cuales estaban ausentes hoy”. La satisfacción fue tal que Mussons advirtió que “sobre todo no se actúe ni a la ligera ni independientemente en este asunto, pues si nos mantenemos en una posición dura podremos sacar mucho más provecho, ya que tengo noticia de que el fútbol así lo hace y sacará un rendimiento insospechado”.

Josep Mussons fue un personaje muy activo en lo que era todavía la ACEB. Desempeñó un papel determinante en los primeros pasos, por su condición de directivo de un club con mucho poder (el FC Barcelona) y también por sus conocimientos de la gestión comercial y publicitaria, ya que era el director gerente para España de la consolidada empresa Bimbo, que había nacido en México. “No fue fácil la puesta en marcha de la ACEB, de la cual desapareció después la letra E", explica ahora Mussons, retirado en Igualada, donde nació el 15 de julio de 1925. El directivo barcelonista, condición esta que luego le hizo enfrentarse en un par de ocasiones al resto de clubs -como veremos más adelante- recuerda esos inicios como "muy agradables. De Granollers apareció Novoa, y de Zaragoza, Rubio. Formamos un grupo compacto”.

Los de la publicidad y la televisión eran dos temas clave que se encarrilaron aquel 24 de julio de 1981. Así lo entendieron los asistentes a la reunión (Sánchez, Mussons, Antoja, Casas, Sainz, Bufalá, Anglarill, Hidalgo, Fernández, Cabrera, Rubio, March, Queipo de Llano y Palmi, en representación de los catorce clubs, además de Novoa como representante de todos ellos). Ángel Palmi señaló después que "la aparición en aquellos momentos de dos personas ajenas al baloncesto, los hermanos Enrique y Eduardo Franco, fue fundamental. Ellos permitieron con sus gestiones publicitarias que las ideas que teníamos pudieran hacerse realidad. Fueron los que propiciaron el soporte económico necesario. De los catorce clubs que formábamos la Liga, el 80% teníamos el soporte publicitario de Unipublic. Enrique Franco, sobre todo, fue un personaje clave. El otro gran avance fue el hecho de que a cada club le televisaran un partido como mínimo, lo que nos permitía tener espacios publicitarios en las canchas y que esos anunciantes se vieron recompensados apareciendo en televisión".

Miguel Ángel Bufalá, también asistente a esa reunión, coincide totalmente: “Los hermanos Franco fueron muy importantes. Unipublic tenía posibilidades en el campo de la publicidad y dio el primer paso, aunque luego apareció Dorna”. Con respecto a la televisión, el representante del Estudiantes señala que “el catalizador de la Asociación es TVE. Estaban interesados en transmitir los partidos e iban a pagar por ello. Sin la televisión se habría hecho igual, pero tres años después”.

“Teníamos claro -explica por su parte Mussons- que la negociación con TVE iba a ser básica para superar el veto de la Federación a una organización paralela. El grupo nacía para negociar colectivamente las retransmisiones. TVE no pagaba y, además, quería percibir el 85% de la publicidad. Se suponía que los clubs debíamos ser buenos chicos y agradecer la ayuda a la difusión del deporte. Por eso tuvimos que agruparnos y provocar un movimiento de poltronas. La primera reunión, en el restaurante Baltasar de Madrid, fue un éxito. Novoa, Juan Fernández, José Luis Rubio, Miguel Moraleja, Arturo Imedio y un servidor nos sentamos con cuatro peces gordos de TVE, Miguel Ángel Toledano, Enrique de las Casas, Alfonso Lapeña y Mariano Peña, para cerrar un primer convenio de un mínimo de 14 partidos, uno en la pista de cada uno de los clubs participantes”.

En aquel verano del 81 se pusieron las bases y la solidez de estas auguraba excelentes resultados. Solo había que seguir trabajando y esperar. Se trabajó paralelamente –“Segura de Luna y yo negociamos con Iberia y logramos que nos rebajaran un 25% el precio de los billetes, que en aquellos momentos eran muy costosos”, señala Portela- y los resultados llegaron al año siguiente, con la ACEB ya asentada tras la firma del acta fundacional con los estatutos redactados por Jordi Bertomeu.