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Oak Hill Academy: unos Reyes Magos que vinieron desde Virginia

Hace tres años, unos adolescentes de Virginia (Estados Unidos) asombraron con sus exhibiciones en el Torneo Junior de L’Hospitalet. Era el prestigioso Oak Hill Academy, un instituto estadounidense en el que se han formado numerosas estrellas de la NBA, caso por ejemplo de Carmelo Anthony o Jerry Stackhouse. Fran Guillén nos ayuda a conocer el fenómeno Oak Hill y nos explica qué ha sido de las carreras de aquellos jóvenes que asombraron en L’Hospitalet en los primeros días de 2004: desde los ya NBA Rajon Rondo y Josh Smith a jugadores perdidos en universidades menores

Rajon Rondo, base titular de los Celtics, deslumbró en L'Hospitalet con un desbordante talento (Foto JOMA)
© Rajon Rondo, base titular de los Celtics, deslumbró en L'Hospitalet con un desbordante talento (Foto JOMA)
  

El Olimpija de Liubliana de Erazem Lorbek, el CSKA de Moscú de Yaroslav Korolev y Vasily Zavourev o el Real Madrid de los Nguema, Aguilar y compañía. Muchos grandes equipos y, por ende, decenas de magníficos jugadores forman parte de la historia del recientemente finalizado Torneo Junior de L’Hospitalet, pero, sin duda alguna, el equipo que marcó un antes y un después en la ciudad catalana, aquel que viene raudo a la cabeza de todo buen seguidor del baloncesto de base, ese cuyo nombre evoca algunas de las mejores acciones y actuaciones individuales que se han visto en un partido de juveniles es, sin duda, la Oak Hill Academy.

La Oak Hill Academy es una institución privada situada en la localidad de Mouth of Wilson, al sur del estado de Virginia, a apenas un puñado de kilómetros de Carolina del Norte. Regentada por baptistas, esta pequeña academia privada es conocida a lo largo y ancho de los Estados Unidos por su prestigioso programa de baloncesto, que año tras año se sitúa entre los mejores de la nación. Esta realidad se hace palpable en el hecho de que muchos jugadores de otros institutos solicitan ser transferidos a Oak Hill durante sus últimos uno o dos años de high school, buscando un mayor seguimiento por parte de ojeadores y medios de comunicación que les permita ser becados por universidades de primer nivel de cara a su inmediata etapa en la NCAA o, incluso, aspirar a un buen puesto en el Draft en el caso de un hipotético salto a la NBA.

Entre los jugadores que han vestido la camiseta dorada y roja de los Warriors se encuentran nombres tremendamente conocidos, como los NBA Carmelo Anthony, Jerry Stackhouse, Stephen Jackson, Marcus Williams, Steve Blake, DeSagana Diop, Jeff McInnis, Ron Mercer, Rajon Rondo y Josh Smith; las estrellas de la NCAA Kevin Durant (Universidad de Texas) y Tywon Lawson (Universidad de North Carolina) o el para muchos mejor jugador de instituto del país y número uno de la camada de 2007, el ala-pívot Michael Beasley, que ya ha sido reclutado por Bob Huggins para que actue la próxima temporada en los Wildcats de Kansas State.

El equipo que pisó tierras catalanas en 2004, entrenado por el sempiterno Steve Smith, a quien le contempla un estratosférico balance individual de 658-39 (por encima del 94% de victorias, todo un réord nacional) tras 22 temporadas al frente del equipo, fue uno de los mejores de toda la historia de Oak Hill y en L´Hospitalet dejó buena prueba de ello, doblegando de forma casi insultante, merced a astronómicas diferencias, a todo equipo que se cruzaba en su camino y llevándose, cómo no, el triunfo final de la 25ª edición, venciendo al Real Madrid de los Aspe, Antelo y compañía por un claro 105-89 en la final. ¿Qué fue de aquellos muchachos? ¿Por qué derroteros fueron virando sus carreras deportivas?

Aaron Scott (Escolta; 1,91 m; 1986): Titular indiscutible en el perímetro de Oak Hill durante aquel Torneo de L´Hospitalet (si bien era el menos brillante de los cinco jugadores que solían conformar el quinteto inicial, ya que su labor estaba más enfocada al trabajo defensivo), "Boog" (su mote desde la infancia) se encuentra en su tercer año como jugador de la Universidad de California-Riverside, un college mediocre dentro de la Division I, donde ni siquiera es un jugador de referencia.

K.C. Rivers (Escolta; 1,93 m; 1987) Escolta titular de los de Virginia en tierras catalanas, sigue destacando en la NCAA por su versatilidad y, sobre todo, por su letal tiro exterior. Finalmente, acabó aceptando una beca para la Universidad de Clemson, tras un último año gris en Oak Hill por culpa de una rotura de tobillo que hizo que el interés de algunos colleges más importantes se esfumase. Aún así, los ojeadores no se olvidaron de él y fue unánimemente considerado como uno de los escoltas más solventes de su promoción. Esta temporada lidera a los Tigers en anotación merced a sus 14.6 puntos por encuentro.

Rajon Rondo (Base; 1,85 m; 1986): Quizá el jugador que mayor impacto causó durante aquellos días de enero de 2004, por encima, incluso, de Josh Smith. Sus 55 puntos y 17 asistencias frente al Estudiantes de Sergio Rodríguez conformaron una de las actuaciones individuales más soberbias de la historia del Torneo de L´Hospitalet. Aún conserva el récord histórico de Oak Hill de pases letales en un solo encuentro, que asciende a la astronómica cifra de 31. Internacional con EE.UU., participó en el Mundial Sub-21 de Argentina en 2005, donde su equipo finalizó quinto, y en los Global Games del pasado verano, celebrados en Texas, donde se proclamó campeón. Considerado como uno de los mejores bases de su promoción, protagonizó una agria polémica entre las universidades de Louisville y Kentucky por su reclutamiento, siendo al final los Wildcats de Tubby Smith los que se llevaron el gato al agua. Permaneció en el campus de Lexington únicamente dos años, mostrando destellos de su calidad pero dejando una sensación casi unánime entre prensa y aficionados de que podría haber hecho mucho más. Se presentó al último Draft, desoyendo las voces que lo tachaban como un base con potencial pero aún muy verde, siendo finalmente elegido en primera ronda (puesto 21) por los Phoenix Suns, quienes lo traspasarían esa misma noche a los Boston Celtics. Con la franquicia de Massachusetts promedia actualmente 3.6 puntos, 2.5 rebotes y 2.3 asistencias por partido.

Josh Smith ya demostró en L'Hospitalet que era capaz de taponar a casi cualquier jugador (Foto JOMA)
© Josh Smith ya demostró en L'Hospitalet que era capaz de taponar a casi cualquier jugador (Foto JOMA)
Marcus Nicks (Base; 1,80 m; 1986): Base eléctrico que en L’Hospitalet se dedicó a intentar aprovechar, sin demasiada fortuna, las pocas migajas en forma de minutos que le dejaba Rondo, el indiscutible "uno" titular del equipo. Actualmente alterna sus estudios de Periodismo con una beca para jugar en la modestísima Universidad de West Virginia Wesleyan, de la Division III de la NCAA.

Bruno Daliu (Ala-pívot; 2,00 m; 1986): Originario de Tirana, la capital de un país con tan poca tradición baloncestística como Albania, fue becado por la Oak Hill Academy tras ser nombrado en 2003 y 2004 mejor jugador de instituto del país balcánico. Un habitual de las selecciones de base albanesas, en Virginia actuó como alero, pero en su salto a la NCAA parece haber enfocado su juego a posiciones más interiores. Tras un año en la Universidad de Tusculum, de la Division II, solicitó el transfer y actualmente juega en los Bobcats de la Universidad de Lees-McRae, también de la división de plata del baloncesto universitario estadounidense.

Anthony Wright (Alero; 1,98 m; 1988): Hombre de rotación durante la práctica totalidad de su periplo en Oak Hill, promediando 7 puntos y 3,5 rebotes por partido durante sus tres años en Virginia, su brega y su versatilidad era muy del agrado del coach Smith, que acabó por incluirle en el quinteto inicial en sus últimos 17 partidos. Fue becado por la Universidad de Michigan, donde actualmente es freshman y desempeña un rol marginal.

Dayshawn Wright (Ala-pívot; 2,00 m; 1986): Fornido jugador interior que inició, tras abandonar Oak Hill como un prometedor talento, rumbo a la Universidad de Syracuse, una rocambolesca historia que no sólo ha segado su carrera baloncestística, sino que casi provoca que el muchacho diese hace apenas unos días con sus huesos en la cárcel. Todo comenzó en el campus neoyorkino, a las órdenes de Jim Boeheim, donde, tras unos meses, tuvo que dejar el equipo por problemas académicos. Ello provocó que pusiese rumbo a la modesta Mountain State University, en la NAIA, donde ni siquiera pudo pisar el parquet debido también a lo que, en jerga especializada, se conoce
como ineligibilidad académica. El futuro en los campus universitarios no se presentaba muy halagüeño, por lo que Wright decidió dar el salto al profesionalismo, siendo elegido en el número 1 del Draft de la CBA por los Minot SkyRockets, si bien no debutaría en esa competición hasta bien entrada la temporada, ya que previamente a la celebración de la ceremonia había firmado un contrato con los Buffalo Silverbacks de la ABA. Cuando por fin pudo vestir la zamarra de los SkyRockets, el destino volvió a jugarle una mala pasada a Wright, que fue detenido en posesión de drogas y mientras, para más inri, conducía un coche sin licencia, hecho que supuso su inmediato despido del equipo y que ha podido, muy posiblemente, dar al traste con la carrera baloncestística del otrora jugador de la Oak Hill Academy.

Oak Hill arrasó en la competición (Foto JOMA)
© Oak Hill arrasó en la competición (Foto JOMA)
Donatas Visockis (Pívot; 2,08 m; 1986): Tosco pívot lituano que, tras un año en Oak Hill, jugó su última temporada como highschooler en el Cardinal Gibbons HS de Raleigh (Carolina del Norte), promediando unos interesantes 11 puntos y 7 rebotes por choque. Becado por la Universidad de Southern Mississippi, actualmente su presencia en el equipo es prácticamente testimonial, centrándose más en trabajar en el plano físico y técnico que en disputar partidos oficiales.

Bamba Fall (Pívot; 2,16 m; 1986): Espigado center senegalés de corte muy similar al de compatriotas suyos como Mouhamed Saer Sene o Cheick Samb; es decir, cuyo juego se centra casi exclusivamente en rebotear y en, sobre todo, taponar. Actualmente encadena su segunda temporada en la Universidad de Southern Methodist, donde se hizo con el puesto de pívot titular desde prácticamente su primer partido y donde está pulverizando todos los récords históricos del college en lo que a tapones se refiere.

Josh Smith (Alero; 2,06 m; 1985): Junto a Rajon Rondo, el nombre que sin duda más destacó en las libretas de los ojeadores que presenciaron el Torneo de L´Hospitalet de 2004. Allí su potencia física no tuvo parangón y lo cierto es que no costaba presagiar que el chaval iba a ser carne de NBA. Lo que resultaba más difícil de adivinar es que eso fuese a hacerse realidad tan pronto, ya que, haciendo caso omiso del compromiso que había adquirido con la Universidad de Indiana, Smith de declararía elegible para el Draft sólo unos meses más tarde de pisar tierras catalanas. Su temporada en Virginia había sido magnífica, promediando 25,8 puntos, 7,4 rebotes, 6 tapones y 3 robos por partido. Además, había pulverizado el récord de puntos en una temporada del equipo y había puesto la guinda a su estratosférica temporada siendo MVP del Nike Hoop Summit. Finalmente, fueron los Atlanta Hawks los que se hicieron con sus servicios, eligiendo a Smith en el puesto 17 del Draft de 2004. En su primera temporada en la NBA se llevó al zurrón el Concurso de Mates (algo que en absoluto extrañó a los que habían visto sus vuelos en el Complejo Deportivo de L´Hospitalet Nord). En la actualidad promedia 12,9 puntos y 8,3 rebotes por partido, confirmándose, además de como uno de los jugadores más espectaculares de toda la competición, como uno de los líderes de los rejuvenecidos Hawks. Cabe destacar también que Smith se convirtió en el jugador más joven de la historia de la NBA en llegar a los 300 tapones, lo que habla bien a las claras de que su inmenso potencial físico no ha decaído un ápice.

Brian Johnson (Pívot; 2,05 m; 1986): Campeón del concurso de mates del Torneo de L´Hospitalet de 2004, donde dejó buena muestra de su potencia física, la carrera de este prometedor pívot, que se presumía dominante, parece haberse estancado. Tras un gran año en Oak Hill, donde sus promedios rozaron los 15 puntos y 10 rebotes por encuentro, fue reclutado por Rick Pitino para sus chicos de Louisville. Sin embargo, su periplo por el college del estado de Kentucky no resultó nada satisfactorio, ya que tuvo que perderse toda su primera temporada debido a que se destrozó el ligamento lateral de rodilla derecha, que tuvo que ser operada tres veces en un periodo de seis meses. Johnson volvió a las canchas en la temporada 2005-06, si bien su juego y sus números (unos pírricos 3,2 puntos y 3,2 rebotes por encuentro) acusaron sobremanera su merma física. El verano pasado decidió hacer borrón y cuenta nueva, dejando Louisville y poniendo rumbo a Mississippi State, donde, tras el año en blanco de rigor que la NCAA impone cuando un jugador cambia de universidad (y que Johnson está aprovechando para fortalecer su maltrecha rodilla), intentará demostrar que puede volver a ser el de antes.

Estas son las variopintas historias de los componentes de aquel histórico equipo, que escribió su nombre con letras de oro en el palmarés de uno de los torneos junior más prestigiosos del planeta. Algunos son y serán estrellas, mientras que otros se han perdido por el camino, bien por su falta de talento, bien porque sucumbieron en espirales poco recomendables para personas de tan tierna edad. Aún así, todos juntos conformaron una escuadra de ensueño, que hizo vibrar a aquellos aficionados al baloncesto que en su día se dieron cita en L´Hospitalet y que cada año anhelan que los organizadores vuelvan a invitar a tierras catalanas a un equipo con tantísimo talento. Aficionados que cada 6 de enero aguardarán a unos reyes que demostraron que también podían ser magos, aunque no viniesen de Oriente, sino de Virginia.