Sharon Hill (Pensilvania, EEUU), 28 ago (EFE).- Más de 200 personas entre familiares, amigos y jugadores compañeros se reunieron este pasado martes, para darle el último adiós al ex profesional de la NBA Eddie Griffin, quien falleció de forma trágica el pasado 17 de agosto cuando su vehículo chocó con un tren en marcha.
Los organizadores del funeral presentaron en fotos un tributo al ex jugador de los Houston Rockets con los momentos más destacados de su vida desde que era un niño y crecía en Filadelfia junto a su familia, la noche que fue seleccionado por los Nets en el sorteo universitario y su corto paso por la NBA.
En todas las fotos la nota dominante era ver a un Griffin sonriente y feliz, el único mensaje que los familiares y amigos quisieron ofrecer del fallecido jugador de los Rockets. A pesar de todos los problemas que tuvo con las drogas y el alcoholismo, y la forma trágica como murió, su coche deportivo impacto contra un tren de mercancías cuando cruzaba la ciudad de Houston, donde residía Griffin con su familia, todos alabaron el gran corazón que tenía y la actitud de ayudar siempre a los suyos.
El ex compañero del equipo de la Universidad de Seton Hall, Marcus Toney-El, dijo que Griffin tenía un corazón enorme y que tal vez en el cielo necesitaban un alero.
Aunque también reconocieron todos los problemas que lo llevaron a la autodestrucción y a una muerte trágica, que todavía sigue siendo un misterio después de que su cuerpo quedara completamente calcinado y tuviera que ser reconocido por los informes dentales.
Entre los asistentes al acto de funeral estuvieron presentes Kevin Garnett, ex compañero con los Minnesota Timberwolves , el último equipo en el que jugó Griffin, Tommy Amaker, que lo entrenó con Seton Hall y John Lucas, ex entrenador de la NBA, que también trabajó con el fallecido en los programas de rehabilitación por el consumo de drogas y alcohol.
Todos los que tomaron la palabra en el acto religioso recordaron lo especial de la personalidad de Griffin, que siempre se sintió unido a su familia y con la que disfrutaba y era feliz. Su hermana, Marian Middleton, dijo a los asistentes al acto que "ignorasen" todas las historias en las que se había presentado a su hermano como una persona "atormentada" e "infeliz".
"Tenía muchos planes en su vida para realizar y nada que ver con la imagen de persona infeliz y que había planeado todo para fallecer", destacó Middleton. Sin embargo, el pastor que ofició el servicio religioso, comentó que Griffin podría haber encontrado la paz con Dios, "algo que no pudo conseguir en la tierra".
Griffin, de 25 años, en las cinco temporadas que estuvo en la NBA con los Rockets y los Timberwolves, logró promedios de 7,2 puntos, 5,8 rebotes y 1,71 tapones