Con ilusión en su mirada, Serge Ibaka explica qué mates tiene planeados para el concurso de la Supercopa de Zaragoza. No se pueden desvelar los detalles, sólo se puede decir que la originalidad y la potencia se combinarán para que los espectadores vean "mates que no se han hecho nunca antes en España".
El joven congoleño del Ricoh Manresa parece haber nacido para machacar el aro. A un salto vertical asombroso (en los tests standard de la NBA tuvieron que modificar las herramientas de medición porque se salía, literalmente, de la tabla) se une un cuerpo prodigioso: 207 centímetros de puro músculo. Y si a eso le unimos cierta inconsciencia por su juventud (19 años recién cumplidos), el cóctel es explosivo.
"¿En serio? ¿Puedes hacer ese mate?", es lo único que atinamos a decir cuando nos cuenta qué está entrenando. Él asiente y un compañero presente en los entrenos lo rubrica: "Lo hace sobrado". En los tres mates del concurso quiere mostrar que puede saltar, que tiene fuerza, que tiene coordinación... y que puede ser original. Quedan apenas horas para empezar el concurso, pero lo lleva "muy bien. Sólo tengo algún problema logístico por resolver, pero los mates están controlados", afirma.
Muy poca gente sabe qué mates tiene pensados Serge y aún menos gente le ha podido ver entrenarlos. Esos privilegiados, sus compañeros de equipo, lo tienen claro: "Ellos dicen que si me salen los tres, gano seguro", confirma el africano. No se pueden dar detalles pero podemos decir que un mate requiere de atrezzo, que otro tendrá la participación de un compañero muy especial y que el último... hay que verlo. "Lo único que puedo decir es que a quien le guste el espectáculo, se irá feliz a casa", indica con una mueca de esperanza.
Hace apenas dos años que Ibaka está en España y en este tiempo no ha participado en ningún concurso de mates oficial. Nadie lo ha visto, por lo tanto, en estas lides. Lo que sí ha visto el público, sin embargo, es su facilidad para hundir el balón en las canchas de la LEB Oro la temporada pasada y en la pretemporada ACB en ésta. De hecho, en el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza recuerdan a la perfección un mate estratosférico a una mano por encima de un defensor que levantó al público de sus asientos la temporada pasada.
Sobre los rivales, Ibaka confiesa que "no los conozco apenas y sólo he visto machacar a Claver en el concurso del año pasado", pero no le preocupa ya que "el concurso es una cosa del público, ellos deciden. Para ganar tienes que gustar, no superar a tus rivales; por eso no me preocupo por ellos, sólo me concentro en mi trabajo". Si el concurso sale como el manresano tiene preparado, podría entrar por la puerta grande a la ACB: "Me gustaría que me conocieran más por esto, claro que sí".