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Kalise Gran Canaria visita al CAI Zaragoza con aires de revancha

El CAI Zaragoza está dispuesto a repetir el resultado de la primera vuelta, en el partido que le enfrentará mañana jueves al Kalise Gran Canaria. Algo que sin duda intentará evitar el conjunto isleño, que aspira a mantenerse entre los mejores

El CAI Zaragoza quiere volver a sorprender al Kalise Gran Canaria (Foto EFE)
© El CAI Zaragoza quiere volver a sorprender al Kalise Gran Canaria (Foto EFE)
  

Zaragoza/Las Palmas, 21 ene. 2009 (EFE).- El CAI Zaragoza quiere repetir mañana en el pabellón Príncipe Felipe la victoria que consiguiera contra el Kalise Gran Canaria en la primera vuelta de la liga en la pista del equipo insular.

El equipo aragonés está necesitado de victorias que le alejen de la zona de descenso de la clasificación, de la que tan solo le separa un triunfo.

El conjunto que entrena Curro Segura es antepenúltimo, empatado a cinco victorias, con el MMT Estudiantes y el ViveMenorca y con solo una de ventaja sobre el CB Murcia, penúltimo, por lo que está obligado a sumar para evitar verse alcanzado por el conjunto pimentonero.

La presencia del equipo insular en Zaragoza se ve como la oportunidad de reeditar el buen partido efectuado en la primera vuelta y que además sirva para desahogar la situación que vive el equipo maño en su primera temporada en la elite.

Para el técnico del CAI Zaragoza la principal preocupación es el estado físico de su hombre más decisivo de cara al aro contrario, el argentino Paolo Quinteros, al que parece que comienzan a pesarle la gran carga de partidos que lleva encima, como quedó evidenciado en el anterior encuentro contra el Pamesa Valencia.

Esta situación ocurre, curiosamente, después de dos jornadas en las que había tenido una valoración de 34 y 33 y, en esta última ocasión haber sido nombrado además MVP.

Del rendimiento del escolta argentino, que se encuentra sometido a un plan específico de trabajo, depende en gran parte el juego del conjunto aragonés, que está acostumbrado a que sea su mejor anotador y el que lleve el peso del equipo en este aspecto.

Mientras, el técnico del Kalise Gran Canaria, Salva Maldonado, dijo hoy que no descubre ninguna actitud de "revancha" en los jugadores que dirige, con miras al partido de la Liga ACB que disputarán mañana al CAI Zaragoza.

En cualquier caso, Maldonado lo que sí pretende es que sus baloncestistas hayan asumido la preparación durante estos días y, en Aragón, salgan a efectuar "un buen partido" y reencontrarse con la excelente trayectoria que acreditaron en la primera vuelta de la competición; en definitiva, que se esfuercen en "sumar victorias".

"A ver si ahora, con todo el equipo, recuperamos nuestro juego y mañana tenemos una oportunidad para seguir evolucionando y volvemos a esa línea positiva y que se traduzca en resultados", incidió.

En opinión del entrenador barcelonés del cuadro insular, el adversario de turno mantiene una trayectoria "irregular".

"Tras la primera jornada nosotros tuvimos una racha positiva y ellos negativa, y eso en la primera vuelta de 16 rondas te condiciona porque no sumas. Sólo llevan cinco victorias, podrían llevar más, pero han sido irregulares y la realidad es la que es", explicó.

De todas formas, Maldonado especificó que el conjunto aragonés, en casa, es sólido y aplica "mucho poder ofensivo", y apostilló: "Seguro que será un encuentro de máxima dificultad, con un público que anima mucho, un equipo agresivo atrás, buenos recuperadores, y ya los sufrimos aquí. Tienen una defensa que te exige estar concentrados".

La principal novedad del Kalise Gran Canaria en Zaragoza será la presencia del joven pívot británico Joel Freeland, quien se restableció de sendas lesiones en sus pies -molestias en la planta de uno y esguince en el tobillo del otro-.

Precisamente, el preparador catalán mostró satisfacción por motivo del retorno de Freeland, esencialmente, porque el equipo gana en "rotación interior".

Los árbitros que dirigirán ese choque -inédito con el cuadro aragonés de local- son el barcelonés Xabier Amorós, el coruñés Carlos Cortés y el madrileño Juan José Martínez Díez.