Veinte minutos mágicos le dan a Francia el pase a cuartos (83-57)

Francia es un equipo de extremos. De no clasificarse para el Eurobasket a ser el favorito una vez obtiene el pase. De jugar un baloncesto realmente feo ante Letonia a deslumbrar este viernes con 20 minutos maravillosos ante Macedonia.

Fue el tipo de partido que más que crónica admiten sólo o elogios o críticas. Elogios a una Francia soberbia y críticas a una Macedonia que se quedó sin ideas demasiado pronto, con un 2-3 en el marcador que sucedió, siete minutos más tarde, a un 17-3 que olía a sentencia, por las sensaciones mostradas. Entre un instante y otro, media doce de bellas jugadas francesas, con Florent Pietrus en plan estrella, Batum sumando compulsivamente y el engranaje funcionando a la perfección. Cuando no era un contraataque era un mate, o un alley oop, o simplemente un triple que no hacía más que minar la ya de por sí débil moral macedonia. Antic ponía fin a la sangría de su rival pero Pietrus, con un triple, le daba quince de ventaja a los suyos al término del primer cuarto: 24-9.

El segundo acto, más que de un propósito de enmienda macedonio, fue testigo de la segunda parte de la exhibición francesa. Tony Parker asumía galones con siete puntos consecutivos que hacían aún más humillante la derrota macedonia.Nando de Colo con otro triple y Traore, con cuatro puntos seguidos, ponían a continuación en el luminoso un tanteo de escándalo en pleno Eurobasket: 38-9, tras un 19-0 de parcial. De los primeros 15 tiros, Francia había anotado y Macedonia sólo 3. Fallos debajo del aro, pérdidas tontas de balón y una espiral de fallos que parecían no tener fin. La presión francesa influía pero la dejadez del cuadro balcánico más aún. Y es que que no entraran los tiros podía justificarse con el infortunio, que Francia anotara con tanta comodidad a su bajada de brazos general. Poco antes del descanso la diferencia superó la treintena y ni siquiera la única buena acción ofensiva en toda la primera parte macedonia (conexión Samardziski-Massey, con canasta de este último) servía para maquillar la renta gala al intervalo: 52-18.

Y se acabó el partido. No oficialmente porque aún restaban veinte minutos más pero sí en cuanto a espectáculo e interés. Francia, con el pase a cuartos en el bolsillo tras su cuarta victoria seguida, no se cebó con su oponente y le dio minutos a sus hombres menos habituales. Macedonia, con otros suplentes en la cancha, apeló al orgullo para que la diferencia no siguiera su proyección e incluso pudieran reducir mínimamente su desventaja al final del partido. Por el camino, algún triple de mérito de Antic y del veteranísimo Blazevski, un mate de concurso de Bokolo y poco más. Lo bueno se dejó para el principio.