Tres partidos le han bastado para ser el jugador con mejores números del Gran Canaria 2014. Él solo quiere lo máximo con su equipo y ser uno de los grandes de la Liga Endesa. Sus inicios, su etapa universitaria, sus primeros pasos profesionales y sus sueños lejos del parqué, de la mano de Daniel Barranquero. Además de disfrutarle... ¡conócele!
Mi padre me puso el balón en la mano. Empecé a jugar con 5 o 6 años de edad y la razón fue mi padre, que amaba el baloncesto. Él me sacó a la calle a jugar, él me hizo querer ser jugador de basket.
Mi infancia, normal. No teníamos mucho dinero pero lo pasamos muy bien, fueron unos años divertidos aquellos en los que fui creciendo
No era muy bueno de pequeño. Más bien, era malo y solía fracasar en cada partido, no jugaba demasiado bien a esas edades. Después ya mejoré.
La recompensa del trabajo bien hecho
No era el mejor... ni el más alto. Hasta los 13 años no hizo su primer mate, aunque desde ahí no paró. Su ética de trabajo, sus horas en el gimnasio pese a su corta edad y su esfuerzo tuvieron recompensa, pasando de 10 puntos por partido a 26 en su último año de colegio. Era el comienzo.
Fui feliz en el instituto. Tuve varias propuestas y elegí bien. Me lo pasé genial en aquellos años, viajábamos por el país y disfruté bastante jugando al baloncesto.
Mi etapa universitaria
No tuve opciones en Boston College. Era un equipo muy bueno y no tenía opciones de anotar. Llegué y eran todos mayores que yo, había jugadores que luego han llegado a la NBA o que están por Europa. No, no tenía peso suficiente para tirar.
Un equipazo sin premio
Jugaban Craig Smith, Hared Dudley y Sean Williams. Fueron considerados como el tercer mejor equipo de toda la nación pero el tope de Boston Collegue fue el Sweet 16 con Haynes en el equipo.
Tuve que dar el paso. Sabía que no podía crecer y dar un paso hacia el siguiente nivel en Boston College. Tenía que salir para probar lo que valía y me dije a mí mismo: Tienes que ir a otro lado. Lo hice.
Qué año más duro aquel sin jugar. Tras el cambio de centro en 2007, las reglas exigían pasarme una temporada en blanco. Era realmente el primer año en el que no jugaba al basket desde que era muy pequeño y para mí fue especialmente difícil. Sin embargo, eso me permitió trabajar para mejorar mi juego. Fue más bien un paso atrás para poder avanzar, algo duro que acabó derivando en algo grande para mi carrera. Me vino bien.
Héroe en la UTA
En su última temporada Marquez promedió 22,6 puntos por encuentro, siendo el tercer máximo anotador de todo el país. Imposible olvidar el partido en el que llegó a los 38, marcando 30 en la segunda mitad. 19 de ellos consecutivos... ¡y en menos de cuatro minutos! Le salía todo.
Un sueño hecho realidad. Mis dos años en la Universidad de Texas Arlington fueron increíbles. Simplemente por fin pude ser libre para jugar como quisiera y me dieron la oportunidad de crecer, me dejaron tirar y anotar y pude demostrar el tipo de jugador que podía ser. Me lo pasé muy bien, fue maravilloso
Me decepcionó no salir en el draft. Yo ya sabía que no tenía mucho nombre, ya que mucha gente no me descubrió hasta mi año de senior, aunque fue decepcionante aquella noche. Sin embargo, no me hundí. Simplemente pensé que si seguía mi evolución, luchando y mejorando, algún día llegaría a la NBA.
La opción de los Pistons
Marquez Haynes jugó la Summer League con Detroit y lo hizo bien, con 8,3 puntos por partido en 19 minutos de media. No se ganó un hueco en el equipo pero la franquicia le dijo que si seguía esa progresión, la NBA no sería una quimera.
Puedo jugar allí. Sigo soñando con ir a la NBA y tengo mucha confianza en que mi nivel encaja en del aquella liga. He jugado contra muchos jugadores NBA. En ocasiones es simplemente una cuestión de timing, de oportunidades, hay muchas cosas que lo condicionan.
Preferí Europa a la D-League. Me gustó la opción del Chalon, había un entrenador excelente y grandes compañeros, la situación pintaba bien para mí y salió todo genial. El técnico me dio un rol al que me adapté perfectamente.
Éxito en Chalon
Ganó la primera Copa en la historia de su equipo, que quedó 2º en la regular. Promedió 14 puntos y 4 asistencias, llegó al All Star, se convirtió en ídolo y disfrutó cada segundo en Francia. Eso sí... ¡cuánto le costó adaptarse a la comida francesa!
Mi equipo tiene que estar arriba. Sé que el año pasado el Gran Canaria 2014 acabó quinto, pero yo lo único que puedo hacer es trabajar para que el equipo dé un paso más y mejore más aún ese resultado. Sé que la liga es mucho más dura este año pero ese es mi deseo, no se puede dar un paso atrás.
La frase
"No me parezco a Carroll... pero puedo ayudar al equipo tanto como él"
Quiero convertirme en uno de los mejores de la Liga Endesa. Solo espero salir, trabajar lo más fuerte que pueda, poner mi talento al servicio del equipo para hacerlo grande y que este tenga un buen año. Y yo, claro, jugar bien para ser uno de los mejores de la liga. A mi afición le digo que gracias por el apoyo, trabajaré muchísimo y que disfruten, que esto va a ser divertido.
Hice historia con Georgia. Tuve la suerte de vivir una gran experiencia en este Eurobasket, con el mejor resultado en la historia del país, pasando a la segunda ronda. Fue todo muy emocionante: los éxitos, el poder jugar contra los grandes del continente fue todo fantástico, me encantó.
Estoy decepcionado con mi juego en Lituania. Entiendo que hay un grupo de jugadores que están juntos desde hace mucho tiempo y yo era el nuevo pero también sé que por mi talento puedo hacer mucho más. Tampoco podía salir y empezar a tirar yo solo, claro, eso no es lo que necesitaban de mí, sino que saliera a la pista e hiciese a mis compañeros mejores.
Sus números
Haynes promedió 8 puntos por partido en el Europeo en 20,6 minutos de juego. Con un 48,5 % en el tiro de 2 y un 32 % en el triple, cogió 1,6 rebotes por choque, repartió 1,3 asistencias y sumó 0,9 robos. Sus mejor partidos, frente a Bulgaria (15 pt) y Grecia (11 pt, 4 robos)"
Lo podía haber hecho un poco mejor. El idioma no era un problema ya que todos hablaban inglés y podía entenderme con ellos. Traté de compartir mi madurez y experiencia para ayudarles. Globalmente fue un verano fantástico con grandes resultados aunque individualmente pienso que podía haber hecho más.
Quiero repetir. Definitivamente, espero continuar y seguir jugando con ellos. Hacer más, hacerlo mejor, será fantástico poder repetir una experiencia así.
El baloncesto es mi vida. Lo he tenido tantos años, he vivido tantas cosas por él Es mi trabajo, me ha hecho disfrutar, vivir en otros países, abandonar a mi familia incluso. Me encantaría estar relacionado con él por siempre. Es mi vida es mi vida.
Cada mañana me despierto deseando ser mejor. Mi mayor objetivo es alcanzar el máximo de mi potencial en el basket. Cuando me despierto ese es mi deseo y después lucho al máximo y escucho los consejos de mis entrenadores para conseguirlo. Haciéndolo, es algo que podré lograr.
Quiero vivir comodamente. Más allá del basket mi sueño es poder vivir con tranquilidad, no tener que preocuparme por nada, hablar con la gente que me rodea, viajar por todo el mundo y ser feliz.
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