Los jugadores cumplen su amenaza y llevan a la NBA a los juzgados

Los Angeles, 16 de noviembre de 2011. Salvo movimiento inesperado, NBA y jugadores volverán a verse las caras en un juzgado. El director ejecutivo de la NBPA (reconvertida ahora en sociedad mercantil) Billy Hunter, y el abogado David Boies anunciaron ayer en New York la presentación de dos demandas contra la NBA.

Sendos juzgados de districto en los estados de California y Minnesota han recibido las querellas, presentadas formalmente por jugadores. En el caso de California, los demandantes son Carmelo Anthony, Chauncey Billups, Kevin Durant, Leon Powe y Kawhi Leonard, mientras que en Minnesota fueron Caron Butler, Ben Gordon, Anthony Tolliver y Derrick Williams.

David Boies, el abogado recien contratado por la NBPA para organizar la estrategia judicial, declaró que "creemos que la vía correcta para reparar los daños a los jugadores es pedir a los propietarios que paguen por ello. Y ya que, según las leyes anti-monopolio, tendrían que pagar el triple de los daños causados, éste es un buen incentivo". Pese a esta demanda, Boies admite también que "esperamos que no sea necesario ir a juicio"´.

De estas palabras se desprende claramente la estrategia de los jugadores: presionar a la NBA para regresar a la mesa de negociaciones bajo la amenaza de un juicio que puede ser especialmente doloroso para sus arcas. Según Boies, fue el comisionado David Stern quien no quiso seguir negociando tras el rechazo de los jugadores a la última oferta presentada.

La respuesta de la NBA llegó a través de su portavoz, Tim Frank, en un comunicado publicado por Associated Press. "No hemos visto la demanda del señor Boies aún, pero es una pena que los jugadores hayan elegido litigar en lugar de negociar. Nos avisaron desde los primeros días de estas reuniones que nos demandarían si no les satisfacíamos en la mesa de negociación, y parece que han cumplido con sus amenazas".

En una de las demandas, la presentada en Minnesota (puede consultarse en este link en formato .pdf), llama la atención la casi ausencia de la palabra maldita de estos últimos meses: "lockout". Sólo en dos ocasiones se refiere la demanda al cierre patronal. "El propósito de esta conducta es reducir masivamente los salarios y coaccionar a los jugadores de la NBA para aceptar una nueva serie de onerosas restricciones en el mercado de jugadores", dice la demanda a proposito del cierre patronal impuesto el pasado 1 de julio.

El concepto más importante introducido en la demanda es el de "boicot". "La NBA y sus equipos (...) han acordado de forma conjunta negar a los demandantes la posibilidad de proveer y/u ofrecer sus servicios en el mercado de jugadores de la mayor liga profesional a través de un boicot conjunto y un arreglo de precios ilegal", dice otro párrafo de la demanda.

Boies espera que antes de la posible cancelación de la temporada haya una decisión judicial que podría obligar a ambas partes a reunirse de nuevo con un mediador impuesto. Si esto ocurriera, las negociaciones empezarían de cero, sin ningún tipo de condición previa, y dejando en papel mojado las últimas propuestas que la NBA hizo a los jugadores. Igualmente, en los términos de la demanda no aparece aún una petición formal para que la NBA levante el cierre patronal.

A modo de curiosidad, la elección de los juzgados donde se han presentado las querellas no se ha dejado al azar. El tribunal de distrito de Minnesota ya falló a favor de una asociación de jugadores (la de la NFL) en una demanda contra la liga en los años 80, mientras que en el de North California trabajó un joven Billy Hunter con 34 años, además de ser considerado uno de los más favorables a los derechos de los trabajadores del país.

Si bien David Boies, definitivamente el nuevo "hombre fuerte" en materia legal en el bando de los jugadores, no descarta que vuelvan las negociaciones con la NBA, la vía judicial amenaza con imponerse en las relaciones entre ambas partes. Un nuevo paso más en un conflicto que sobrepasa ya los cuatro meses y medio de duración.