Redacción, 29 Nov. 2002.-Dejan Bodiroga es un jugador con una extraordinaria técnica individual y en cada partido pone en práctica todo un arsenal de movimientos y dribblings que, unidos a su altura, resultan casi imparables. Sin embargo, de todos ellos destaca uno en especial, un cambio de mano de gran dificultad de ejecución que está despertando el interés de los técnicos por su eficacia. Este dribbling incluso ha sido ya bautizado en algunos círculos como 'el látigo' por su fisonomía y efecto.
Como podremos comprobar, la secuencia de la jugada es siempre la misma. Bodiroga se acerca a canasta botando el balón con una mano, hace un cambio de ritmo hacia la dirección de la mano con la que está botando y, cuando el defensor se apresura a ganar la posición para impedir la penetración, el yugoslavo da el 'latigazo': recoge el balón con la mano contraria y realiza un brusco cambio de dirección que deja fuera de la jugada al defensor y le permite penetrar a canasta.
En el vídeo que acompaña este artículo se puede apreciar este dribbling en todo su esplendor, pues se incluyen acciones de tres partidos diferentes y que finalizan siempre con resultado positivo para el 'crack' yugoslavo. Primero, se puede observar desde diferentes ángulos 'el látigo' en el Barcelona - Tau Cerámica, ante Andrés Nocioni con resultado de 2+1. Tampoco Carlos Cazorla puede impedir la canasta en el Caja San Fernando - Barcelona, y Stephane Risacher se ve obligado a cometer falta ante el movimiento de Bodiroga en el Unicaja - Barcelona.
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Como se puede observar en el vídeo, 'el látigo' está dando excelentes resultados a Dejan Bodiroga, que admite que 'tiene bastante éxito, casi siempre que lo intento me voy de mi defensor'. El jugador del Barça habitualmente comienza esta jugada con la mano derecha, haciendo el cambio de dirección con la izquierda, pues 'se me da mejor y creo que es más efectivo', pero asegura saber hacerlo 'iniciando el movimiento con cualquiera de las dos manos'.
'Es fundamental empujar fuerte el balón con la derecha para que todo el mundo piense que vas a ir hacia ese lado', explica Bodiroga, que cree que el éxito de este dribbling radica en 'la dificultad que supone para la defensa, pues si tratan de impedirte cambiar de dirección e irte por la izquierda, con el impulso inicial también puedes desbordar por la derecha'.
Dejan Bodiroga aprendió este movimiento estudiando al ex jugador de Estudiantes Danko Cvjeticanin, quien utilizaba 'el látigo' con frecuencia y buenos resultados. Sin embargo, confiesa haber dedicado muchas horas de entrenamientos individuales a desarrollarlo: 'He necesitado trabajarlo durante años para asimilarlo bien y poder perfeccionarlo', asegura el jugador del Barça. 'Llevo poniéndolo en práctica desde hace unos seis-siete años y es una de mis especialidades más efectivas', dice Bodiroga, quien añade que las claves para poder realizar esta difícil acción son 'practicarlo mucho y tener una buena coordinación porque es un movimiento muy complicado; hay que tener también mucha técnica' .
Otro valioso punto de vista de esta acción nos lo proporciona un jugador que lo vive desde la trinchera. En el vídeo podemos ver una acción del Caja San Fernando - Barcelona en la que Carlos Cazorla, considerado como uno de los mejores defensores en la Liga ACB, sufre el efecto del 'látigo de Bodiroga'. El alero llega a admitir que 'es imposible defender esa acción. Se hace todo lo posible pero ese movimiento te descoloca y Bodiroga, por su calidad y su cuerpo, aprovecha a la perfección la ventaja que obtiene'.
Los hermanos Angulo también lo utilizan
Dejan Bodiroga asegura que 'en los últimos años no he visto este movimiento a ningún jugador, ni en Yugoslavia ni en Grecia'. Sin embargo, en España hay dos jugadores que, aunque en pequeñas dosis, sí lo ponen en práctica: Alberto y Lucio Angulo, hermanos y jugadores de Caprabo Lleida y Real Madrid, respectivamente.
Curiosamente, los hermanos Angulo encontraron la inspiración del mismo modo que Dejan Bodiroga, a partir de las acciones de Danko Cvjeticanin. 'Lo aprendimos viendo vídeos suyos en televisión, cuando jugaba en Cibona, en el torneo de Navidad... mi hermano y yo le veíamos y empezamos a practicar esta jugada hasta que conseguimos que nos saliese', narra Alberto Angulo, quien recuerda que 'cuando era pequeño siempre veíamos partidos para observar movimientos de jugadores que luego intentábamos poner en práctica: el dribbling de Cvjeticanin, jugadas de Petrovic... unas veces nos salían y otras no tanto'.
No obstante, el escolta del Caprabo Lleida no realiza este dribbling más que 'muy de vez en cuando, ya que tiene que ser sorprendente y debe ser ante un defensor concreto, a ser posible muy rápido, para obtener ventaja; si se abusa del movimiento acaba perdiendo su efectividad'.
Además, Alberto Angulo tiene otro problema: 'en mi caso no saco una ventaja suficiente para acabar en penetración, debo acabar rápidamente la jugada y tengo que finalizar con tiro'. Es una desventaja respecto a Bodiroga y su hermano Lucio, quienes 'por su altura y condiciones físicas pueden acabar en penetraciones'. Eso sí, el alero del Real Madrid 'se prodiga bastante menos'.
El 'látigo de Bodiroga' se está haciendo popular entre los entrenadores de categorías inferiores, que ven en este dribbling una acción de gran técnica individual y muy aprovechable para sus pupilos. Así, muchos clubes y técnicos, inspirados por Bodiroga, practican esta jugada dentro del desarrollo de la técnica individual.
Texto: Pablo Malo de Molina
Vídeo: Dani Flandes / Roc Massaguer
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