Miami aprovecha el pésimo inicio de los Thunder para igualar las Finales

Esta vez, Miami no se vino abajo. El equipo entrenado por Erik Spoelstra, quien dispuso en cancha un quinteto inicial poco habitual tras la plena recuperación de Chris Bosh (titular por primera vez desde el primer partido de semifinales del Este ante Indiana) repitió en Oklahoma City el guión del Game 1 durante el principio de partido, pero sin volver a caer en una desastrosa segunda mitad.

La salida de los Heat fue fulgurante. Un demoledor parcial de 2-18 en los primeros 7 minutos de partido dejaban claro que los Thunder iban a tener que remar contracorriente una vez más. Con Kevin Durant ahogado en los primeros minutos por la defensa de LeBron James y con problemas de faltas desde el principio, y un Russell Westbrook fuera de órbita, sólo James Harden (10 de sus 21 puntos en el primer cuarto) evitó que Miami sentenciara antes de tiempo.

A los Heat les salía todo. Dwyane Wade (24 puntos, 6 rebotes y 5 asistencias) volvía a ofrecer el rendimiento esperado tras varios partidos muy flojos en estos Playoffs, y Chris Bosh (16 puntos y 15 rebotes, 7 de ellos ofensivos) se acercaba a su mejor forma física tras su lesión muscular. Una gran noticia para Miami y para LeBron James que, una vez más, volvió a estar a un nivel superlativo, acabando con 32 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias.

Los Thunder, pero, no se rindieron. Serge Ibaka ejercia de nuevo su labor intimadora en la zona (7 puntos, 4 rebotes y 5 tapones), y ayudaba desde la defensa a la reacción de OKC, donde Harden continuaba llevando el peso ofensivo por delante de unos Westbrook y Durant (14 puntos entre ambos en la primera mitad) que no despertarían de forma definitiva hasta pasado el descanso.

Durant anotaría 26 de sus 32 puntos en la segunda mitad, y Westbrook 19 de sus 27 totales, para mantener la emoción, aunque el duelo nunca dejaría de estar dominado por Miami. Pese a algunos momentos de nerviosismo en el último cuarto, los Heat no perdieron la ventaja gracias a su activo "Big Three" y a un Shane Battier que volvió a ser letal desde la línea de tres (17 puntos, con un 5/7 en triples).

El gran susto para Miami llegaría en un último minuto en el que los fantasmas del Game 1 y de las Finales del año pasado aparecieron de nuevo. Un robo de Derek Fisher, culminado con un triple de Kevin Durant a 37 segundos del final, ponía a Oklahoma City a sólo dos puntos (96-98). El posterior fallo de LeBron James daba una última oportunidad a los Thunder para igualar o incluso ponerse por delante en el marcador por primera vez, pero Durant, en una polémica acción en la que bien pudo haberse pitado falta defensiva, falló la entrada a canasta que hubiera igualado el partido.

Los dos tiros libres finales de LeBron James, al que no le falló el pulso, dejaron visto para sentencia el segundo partido de la eliminatoria, igualando las Finales. El Game 3 se disputará el domingo, ya en Miami.







Tras dos decepcionantes Finales en 2007 y 2011, LeBron James ha llevado por fin su juego de temporada regular al momento cumbre del año. El vigente MVP consiguió, con 32 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias, su máxima anotación en unas Finales de su carrera, además de liderar el estirón al principio del partido que, aún con complicaciones, los Heat acabaron manteniendo.


Shane Battier volvió a asombrar. Su acierto desde la línea de tres (ya acumula un asombroso 5/7 en triples en estas Finales) está siendo un peligro extra con el que los Thunder apenas contaban. Anoche fue el mejor complemento del "Big Three" con 17 puntos (5/7 en triples) y 4 rebotes.

Festival de tapones. En el Game 1, Serge Ibaka se quedó sin poder colocar ningún tapón tras 45 partidos seguidos sin dejar de interponerse al menos una vez entre el atacante y el aro. Pero el ex-jugador del Assignia Manresa y Real Madrid decidió volver a iniciar su racha de la mejor forma, poniendo hasta cinco tapones (cada miembro del "Big Three" de Miami se llevó al menos uno), y quedándose a cuatro del record absoluto en unas Finales NBA (Dwight Howard, en 2009, con 9 tapones).

• Debut de leyenda. Sólo Allen Iverson (71 puntos en 2001) y Michael Jordan (69 puntos en 1991) han conseguido debutar en unas finales de forma más fulgurante que Kevin Durant, quien entre sus 36 puntos del Game 1, y sus 32 del Game 2 se convirtió en el jugador que más puntos ha anotado entre sus dos primeros partidos de Finales de la NBA, con 68.
  
  
• Experto en finales. Eso no es todo, Kevin Durant también hizo historia con los 33 puntos combinados que ha anotado en los dos últimos cuartos de lo que llevamos de serie. Para hacernos una idea, ningún jugador ha pasado de 23 puntos en los últimos cuartos de los dos primeros partidos de unas Finales desde la fusión de la ABA y la NBA en 1976.
  
  
• Estrellas frente a frente. Desde 2009 (Rashard Lewis, ningún jugador había conseguido pasar de los 30 puntos, 9 rebotes y 4 asistencias en un partido de Finales. En 2012, LeBron James (en dos ocasiones) y Kevin Durant ya lo han conseguido.
  
  
• Un triplista inesperado. De entre las armas ofensivas con las que Miami cuenta, los triples de Shane Battier no se encontraban, a priori, entra las más temidas. Pero el alero está impresionando en los últimos partidos, justo cuando la temporada está más caliente. Battier se convirtió en el primer jugador en conseguir anotar al menos cuatro triples en tres partidos consecutivos de Playoffs (contando el decisivo Game 7 ante Boston de la final del Este) desde Antoine Walker en 2006.
  
  
• A la altura de un grande. En las últimas 10 finales, sólo un jugador, Ray Allen, había conseguido en unas Finales, con al menos 7 triples intentados, superar el 71.4% de acierto (5/7) de Shane Battier en el Game 2. Eso sí, lo hizo en tres ocasiones, dos en las Finales de 2008, y una en las de 2010.
  
  
• No hubo décima. La derrota de anoche fue la primera de los Thunder en casa en lo que llevamos de Playoffs, tras nueve victorias consecutivas. Oklahoma City no perdía en su feudo con sus tres estrellas (Kevin Durant, Russell Westbrook y James Harden) en pista desde el 11 de abril, ante los Clippers.
  
  
• Buen presagio para Miami. En lo que llevamos de siglo, todas las Finales (salvo las de 2002 y 2009) han visto como algún jugador capturaba al menos siete rebotes ofensivos en un partido, como anoche hizo Chris Bosh. Y, excepto en 2007 (Zydrunas Ilgauskas con Cleveland), el equipo que tuvo a ese "cazarrebotes" (Shaquille O'Neal en 2001, Tim Duncan en 2003 y 2005, Ben Wallace en 2004, Udonis Haslem en 2006, Kevin Garnett en 2008, Pau Gasol en 2010 y Tyson Chandler en 2011) acabó llevándose el anillo .
  
  
• Una pareja con fortuna. El entrenador de Miami, Erik Spoelstra, sacó a cancha un atípico quinteto inicial que no se había visto en ningún partido de Playoffs, con Mario Chalmers, Dwyane Wade, LeBron James, Shane Battier y Chris Bosh (en su primera titularidad desde el Game 1 de semifinales de Conferencia). Estos dos últimos jugadores salieron juntos por séptima vez en lo que llevamos de temporada. El balance de los Heat con Battier y Bosh como titulares es ya de 7-0.