Redacción, 6 Mar. 2003.- El espectacular impacto económico y deportivo de Yao Ming en la NBA tiene su lógica consecuencia en la búsqueda por parte de las franquicias NBA de altos y talentosos jóvenes, en algunos casos simplemente altos, para continuar su inexorable expansión hacia Asia, un mercado hasta hace poco sin explotar y que se ha convertido en un auténtico filón.
China, un país donde más de 200 millones de personas practican baloncesto y hay más de 100 jugadores por encima de los siete pies (2,13 metros), concentra casi todas las miradas. El gigante asiático comienza a vislumbrar su potencial y a desarrollar estructuras de cantera que permiten localizar a futuros siete pies y entrenar con ellos, si bien los métodos utilizados no son muy modernas. Los scouts de la NBA cuentan con asombro el caso de un niño que, a sus 12 años, mide ya 2,10, juega bastante bien... y se espera que supere los 2,30.
Lo cierto es que son muchos los jugadores de futuro en China y cada generación es más alta y talentosa que la anterior. Y claro, entre tantos jugadores, varios demuestran ya potenciales posibilidades de llegar a la NBA y brillar en ella. Es el caso de Jianlian Yi, un ala-pívot de 15 años y 2,11 metros que asombró hace unos meses en el Torneo de Mannheim, este verano en el ABCD Camp, en Estados Unidos, y que actualmente es la estrella de la selección junior de China pese a ser tres años menor que varios de sus compañeros.
Otros altísimos jugadores como Xue Yuyang o Tang Zhendong (ambos 2,15 metros) están ya en edad profesional (20 y 19 años, respectivamente) pero siguen una extraordinaria progresión y los expertos americanos ven en ellos grandes posibilidades de llegar a la NBA e incluso ocupar un puesto alto en el draft. Similar destino le espera a Zhu Fangyu, un alero de 2,03 y 19 años que podría convertirse en el primer chino en posiciones exteriores que llega a la NBA. Sus 14 puntos ante Estados Unidos en Indianápolis han despertado sumo interés en varias franquicias. No son los únicos con opciones, ya que otros como el base Zhang Qinpeng (17 años) o el pívot Zhang Songtao (2,12 y 17 años) tienen igualmente aspiraciones NBA.
Sin embargo, el seguimiento a jugadores en Asia no se circunscribe a China. Hace un mes se disputó en Kuwait el Campeonato Junior de Asia y los scouts de la competición americana salieron impresionados por las posibilidades de jóvenes jugadores de nacionalidades impensables hace sólo unos años en la NBA.
Hamed Ahadadi, pívot de 2,18 metros y 17 años (1985) de Irán, demostró ser uno de los jugadores más prometedores del continente en la actualidad. Coordinado y bastante rápido para su altura, no hace sino mejorar con el paso de los años y ahora incluso se atreve a lanzar desde la lejanía del aro, incluso triples. Es un gran intimidador y reboteador y fue el héroe de la selección iraní, que sorprendentemente finalizó segunda en el campeonato, consiguiendo junto al campeón, China, y al tercero, Corea del Sur, una plaza en el Campeonato del Mundo de la categoría que se celebrará este verano en Malasia.
Junto a Ahadadi formaba en Irán otro altísimo pívot: Jaber Rozbahani, de 2,19 metros y apenas 16 años, uno menos que su compatriota. No es tan talentoso y está aún desarrollando su juego 'empezó a practicar baloncesto hace sólo tres años-, pero aprende rápidamente y podría llegar a ser un grandísimo jugador.
El otro gran pívot del torneo fue Ha Seung-Jin, un surcoreano de 17 años y 2,18 metros y 140 kilos que aún sigue en fase de crecimiento y arrolla en las competiciones de instituto de su país. Con un cuerpo coordinado y poderoso y una buena técnica individual que le permite incluso lanzar desde media-larga distancia con buena puntería, apunta a la NBA. Y no a mucho tardar, pues ha declarado su deseo de inscribirse en el draft del 2004 y dar el salto a Estados Unidos tan rápidamente como pueda.
Otro joven muy seguido fue Roy Samaha, ala-pívot de 2,05 metros y 18 metros de la selección de Líbano 'sólo perdió un partido pero quedó novena- y que tiene un muy buen futuro pero también un interesante presente. Más formado que los talentos descritos anteriormente, Samaha actúa muchos minutos en la liga libanesa 'competición con 10 jugadores ex-NBA, la mayoría en su puesto- e incluso formó parte de la selección senior de su país en el Mundial de Indianápolis, donde era el segundo jugador más joven tras el brasileño Tiago Splitter. Junto a Samaha, Zadi Hobeika (2,06 y 16 años) es la otra gran esperanza libanesa.
Tal es el deseo de la NBA de expandir fronteras que incluso jugadores ya formados están recibiendo ofertas para integrarse en Ligas de Verano o incluso para incorporarse a prueba a las franquicias de la liga. Por ejemplo, el pívot de Qatar Yassen Ismail Mahmoud (2,03 y 22 años) realizó pruebas con Bulls y Pacers, mientras que el alero taiwanés Chen Hsin-an (1,96 y 22 años) y el pívot libanés Jean Paul Afif (2,06 y 22 años) estuvieron unos días entrenando con Sacramento Kings el pasado septiembre. Además, las franquicias NBA se han mostrado muy interesadas en la evolución del escolta libanés Fadi El Khatib (1,97 y 23 años), quien ha recibido una proposición de los Washington Wizards, y del pívot coreano Joo Sung Kim (2,05 y 23 años), una sensación en su país.
Pablo Malo de Molina
ACB.COM