Redacción, 20 oct. 2017.- Han pasado tres años y parece que hubiera sido ayer. La noche del 20 de octubre de 2014 llegaba la noticia más triste, la que nadie hubiera querido escuchar. José Luis Abós había fallecido.
Después de una dura lucha contra una cruel enfermedad, el técnico aragonés moría a los 53 años de edad. Su optimismo y deseos de recuperación no habían sido suficientes para combatir el cáncer que sólo unos pocos meses antes le había apartado del banquillo del CAI Zaragoza.
Fue el 4 de agosto de aquel 2014 cuando, a través de un comunicado, el propio entrenador dio a conocer su situación y expresó sus ganas por volver lo más rápido posible. "Sufro un problema de salud cuyo proceso de recuperación se va a alargar por un tiempo que no puedo precisar", anunció. Ese iba a ser el motivo por el que no se unió a la pretemporada del equipo, aunque dejó clara su intención de "estar de regreso con todos vosotros lo antes posible para seguir viviendo la pasión del baloncesto en el pabellón Príncipe Felipe".
Lamentablemente, su deseo y el de todos los amantes del baloncesto no pudo verse cumplido, ya que la terrible enfermedad que padecía terminó con su vida sólo dos meses después. Tenía 53 años y gran parte de ellos los dedicó a su auténtica pasión, el baloncesto.
De la pista al banquillo
José Luis Abós inició su trayectoria en el baloncesto como jugador, formándose en la cantera de La Salle Gran Vía, de donde pasó al CN Helios, Boscos y El Olivar. Pero muy pronto se dio cuenta de que su lugar no era vestido de corto y corriendo sobre el parqué, sino en la banda, junto al banquillo.
Así comenzó su carrera como entrenador. Acumulando éxitos desde sus inicios (logró dos Campeonatos de España Júnior y un subcampeonato estando al frente del con el CBZ ), con tan sólo 32 años debuta en la élite del baloncesto español, como ayudante de Mario Pesquera en el entonces Natwest Zaragoza.
Posteriormente desarrolló su carrera en distintas categorías, pasando tanto por la Liga EBA como por la LEB, además de una breve experiencia en Estados Unidos, donde fue entrenador ayudante de Dave Odom en la Universidad de Wake Forest.
CajaBilbao, Breogán, o Inca, con quien llegó a disputar la fase de ascenso a la ACB, tuvieron a José Luis Abós como técnico los siguientes años, además de un nuevo paso por Zaragoza y su etapa por la Selección Sub21, como ayudante de Gustavo Aranzana. En la temporada 2002-03 recala en el Casademont Girona, donde permaneció durante tres campañas, primero como ayudante de Juan Llaneza y posteriormente de Edu Torres.
Fue allí donde se produjo su debut como primer entrenador, al dirigir al equipo en un partido. Fue frente al Real Madrid, el 10 de enero de 2004, tras la destitución de Juan Llaneza.
Después llegó una segunda etapa en Mallorca, para regresar a su casa, el CAI Zaragoza, en el verano de 2009.

Héroe en su tierra
De la mano de Willy Villar, director deportivo de la entidad rojilla, José Luis Abós cumplía su gran sueño: dirigir al equipo de su ciudad. De inicio, lo hizo en la Adecco Oro, pero tras aquella primera temporada ya había logrado el ansiado ascenso, sólo un año después de haber perdido la categoría.
Aquella fue una temporada brillante. El CAI Zaragoza no perdió ni un encuentro en su pista y aprovechó la primera oportunidad que se le presentó para certificar la primera plaza de la clasificación y, con ella, el ascenso directo a la Liga Endesa.
"Creo que precisamente nuestro éxito ha sido ese, mantener la paciencia, para poco a poco ir haciendo nuestro trabajo", señalaba entonces un orgulloso José Luis Abós. Y es que con ese ascenso comenzaba una etapa brillante para el CAI Zaragoza.
Temporada a temporada, los objetivos se iban cumpliendo e, incluso, mejorando. En la 2012-13 llegó la Copa del Rey, disputada en Vitoria-Gasteiz. Y sólo un año después, el torneo del KO volvería a contar con la presencia del conjunto aragonés, esta vez en Málaga, donde se impuso al anfitrión, alcanzando por primera vez en su historia la semifinal del torneo.

También en la campaña 2012-13 alcanzaba por primera vez el Playoff de la Liga Endesa y lo hacía a lo grande, llegando hasta las semifinales, tras dejar en la cuneta al Valencia Basket Club en unos cuartos difíciles de olvidar.
"Es una alegría tal la que tengo de lo bien que lo ha hecho el equipo... El otro día lo dije, para mí es un orgullo poder entrenar a este equipo y sigo diciéndolo", manifestó el técnico del CAI al término de aquella serie.
En la 2013-14 repitió presencia en el Playoff, aunque en esta ocasión el Real Madrid se encargó de acabar con la fiesta del conjunto maño.
Ese orgullo mutuo, del técnico por su club y su ciudad y de ellos por Abós, quedó siempre patente. Y él nunca perdía la oportunidad de demostrarlo.
Premio Gigantes del Basket como Entrenador del Año, Galardón de la Prensa Deportiva de Zaragoza, Premio Santa Isabel de Portugal que concede la DPZ, Premio "Aragonés del Año" en la categoría de deportes, otorgado por los lectores de El Periódico de Aragón, o el de "Zaragozano Ejemplar", que le concedió el Ayuntamiento de Zaragoza, fueron algunos de los reconocimientos a una brillante trayectoria profesional que, lamentablemente, se vio truncada demasiado pronto.
#ÁnimoAbós
José Luis Abós puso todo su empeño en llevar a lo más alto al equipo de su vida. Sus conocimientos y su trabajo siempre estuvieron al servicio de los objetivos del club de sus amores.
Sólo una enfermedad pudo alejarle de su banquillo y, fue entonces, cuando más fuerte se hizo notar el cariño de la afición por su técnico. Pero también cuando más unido se mostró el mundo del baloncesto a la hora de mostrar su apoyo al entrenador.
Y ese apoyo y deseo por la recuperación se hizo todavía más patente el 1 de octubre de 2014, en la presentación ante su afición del CAI Zaragoza la pasada temporada, cuando José Luis Abós se llevó la mayor y, a la postre la última, de las ovaciones.
"Esta ovación es para ti, José Luis. Animo Abós". Con estas palabras concluía el acto, entre la emoción de todos los presentes.
Entonces no pudo estar, aunque sí presenció el encuentro de pretemporada que disputó unos días antes el CAI Zaragoza frente al Peñas Huesca, correspondiente a la Copa Gobierno de Aragón.
Abós pudo vivir un nuevo éxito de su equipo, además de recibir el cariño de todos, algo que posteriormente agradeció desde su cuenta de twitter.
Lo que he visto esta noche en el pabellón me ha emocionado y desde luego será inolvidable para mi.Os lo agradezco desde el corazón,GRACIAS!
- José Luis Abos (@j_abos) octubre 1, 2014
La despedida más emotiva
Únicamente dos meses después de aquel triste comunicado, José Luis Abós nos dejaba, y lo hacía como sólo él podía hacerlo, despidiéndose de todos a través de una emotiva carta, en la que afirmaba que "siento que me voy demasiado pronto, que me quedan muchas cosas por hacer pero también me voy con las alegrías que me ha dado la vida, que han sido muchas".
Se mostraba satisfecho por lo que había logrado en su vida, tanto personal como profesionalmente. "En lo personal he tenido la suerte de tener a mi lado una mujer maravillosa. Eva, mi amor. Y unos hijos fabulosos a los que adoro y de los que me siento muy orgulloso, Javier y Paloma", reconocía, mientras que en lo referente a su trabajo, aseguraba sentirse feliz de haber "podido dedicarme a lo que ha sido mi sueño. EL BALONCESTO. He podido entrenar en el equipo de mi corazón. El CAI. Y he vivido los mejores momentos de mi vida en el Príncipe Felipe. Me he sentido querido allí y el calor que me dio su afición me acompañara allá donde vaya".
Y ese cariño al que se refería quedó patente en el funeral que se celebró sólo tres días después de su marcha, en la Basílica del Pilar de Zaragoza. El mundo del deporte español y la sociedad aragonesa despidió de forma multitudinaria a un técnico que hizo historia en el CAI Zaragoza y en el baloncesto español.
Han pasado ya tres años. 1.097 días en los que el recuerdo de José Luis Abós sigue más vivo que nunca, como demostró su discípulo Norel ("Me vais a permitir mencionar a una personal especial: José Luis Abós. Me hiciste jugar mi mejor baloncesto, gracias. Te echo de menos. Descansa en paz") en su emotiva despedida de Zaragoza, donde cada año se juega el "Memorial José Luis Abós". Su figura es eterna. Como entonces, #GraciasJoseLuis