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Kobe Bryant: Ángel o demonio

Si hay un equipo que trae buenos recuerdos a Kobe Bryant, ése es Toronto Raptors. Y es que la semana pasada logró frente a los canadienses convertirse en el jugador más joven en lograr 17.000 puntos... y hace menos de un año registró ante ellos la segunda mejor anotación en un partido de NBA, ¡81 puntos! Logros dentro de la larga carrera de un jugador que no pasa desapercibido y cuya figura aúna a partes iguales odio y amor. Con un ego a la altura de sus anotaciones, este genial jugador parece empeñado en enfadar a todo el mundo con sus constantes polémicas. En este artículo, Álvaro Paricio repasa lo más destacado de una carrera profesional llena de luces y sombras

Kobe Bryant es uno de los mayores y más conflictivos talentos de la NBA (Foto EFE)
© Kobe Bryant es uno de los mayores y más conflictivos talentos de la NBA (Foto EFE)
  

Redacción, 25 Nov. 2006.- Si existe un jugador en la NBA que es capaz de tener tantos admiradores como detractores ese es Kobe Bryant. El jugador de Los Angeles Lakers ha batido todos los récords de precocidad anotadora. Fue el más joven en anotar 10.000 y la semana pasada también lo fue en llegar a los 17.000. Pero si hay un noche que pasará a la historia de este portentoso escolta esa es la del domingo 22 de Enero. Aquella noche toda la NBA alucinaba con el Phoenix Suns 149 - Seattle Supersonics 152 (la mejor marca anotadora desde hacía 25 años) y, horas más tarde, con los 81 puntos Kobe Bryant anotaba frente a los Toronto Raptors, la segunda mejor anotación individual en un partido NBA tras los míticos 100 puntos de Wilt Chamberlain.

Una cifra sólo al alcance de los más grandes y que volvió poner sobre la mesa el debate alrededor de su figura. Con un currículum vitae que aúna logros deportivos y escándalos extradeportivos, en torno a Bryant existen tantos motivos para amarlo como para odiarlo, pero nunca podrá dejarnos indiferente.

Razones para odiarlo I: De naturaleza egoísta
De todas, quizás sea esta la principal causa, del principal de sus problemas. Aupado por los reconocimientos personales y alabanzas hacia su juego desde muy joven, Kobe Bryant ha desarrollado paralelamente una capacidad innata para ser el centro de todas las miradas, creándose una justa fama de ególatra.

Precisamente esta conflictiva personalidad le ha pasado factura y así, por ejemplo, mientras recogía el galardon el MVP del All Star en Philadelphia tuvo que oír como el público de su ciudad natal le obsequiaba con una sonora bronca. Poco después, el propio Bryant se encargaría de que aquel sentimiento antikobe se extendiera por los aficionados "gracias" al particular homenaje que rindió a los héroes deportivos en las finales del 2002. Por aquel entonces Kobe decidió aparecer en cada partido con la prenda deportiva de los mejores deportistas de todos los tiempos (Wayne Gretzky, Jackie Robinson, Michael Jordan), lo cual no acabó de sentar a todo el mundo ya que muchos lo entendieron como un acto de prepotencia. Desde entonces, Kobe es observado con lupa y sus declaraciones analizadas al detalle.

La sombra de la duda planeó mucho tiempo sobre Bryant (Foto EFE)
© La sombra de la duda planeó mucho tiempo sobre Bryant (Foto EFE)
Razones para odiarlo II: Bajo la sospecha del delito
La pesadilla de Kobe Bryant comenzó el 30 de julio de 2003 cuando el jugador mantuvo relaciones sexuales con una empleada de un hotel en Colorado. Al día siguiente la joven, de 19 años, le denunció por una presunta violación. Desde entonces, la sombra de la sospecha se cernió sobre la figura de la NBA. Varios meses de juicio y un acuerdo económico pusieron fin a la trama judicial.

Desde que se conoció la denuncia, las grandes compañías retiraron su apoyo al jugador y Bryant vio como de un plumazo su popularidad decaía. En algunos casos como McDonald, CocaCola o Nutella, los contratos publicitarios fueron rescindidos, mientras que Nike y Spalding mantenían bajo 'nómina' al jugador, pero a la sombra de sus anuncios publicitarios. De igual modo, parte del gran público le dio la espalda y, el que fuera elegido con mayor número de votos para el All Star de 2003 y poseedor del record de ventas de camisetas, vio como el juicio publico paralelo al vivido en los tribunales erosionó su imagen, y su camiseta a comienzos de 2005 ocupaba el puesto número 90 en ventas. Hoy en día su imagen está por restaurarse y muchos no le han perdonado por lo sucedido.

Razones para odiarlo III: Dinamitó un equipo campeón
El verano de 2003 se presentaba como el más ilusionante que se recordaba en la franquicia de los Lakers. La llegada de Gary Payton y Karl Malone, anunciaba una nueva dinastía. Nada más lejos de la realidad. 12 meses después la franquicia se veía dentro de un proceso de reconstrucción, sin 3 de los Fabulous Four y sin su entrenador. La inmersa mayoría de la opinión pública no dudó en acusar a Kobe Bryant como principal artífice de los problemas del equipo y Phil Jackson (quien, por cierto, ya lo quiso traspasar en la temporada 1999-2000 a cambio de Jason Kidd y Shawn Marion) le llegó a definir en su último libro como "un chico que no escucha a nadie, quiere hacer lo que quiera y eso no se puede permitir", e incluso el propio Tex Winters, tras ver como Bryant criticaba su triángulo defensivo, dijo de él que era "un jugador imposible de entrenar".

La contestación no tardó en llegar y al ser preguntado por su actual entrenador, Bryant señaló que "no me gusta Phil como persona, pero lo quiero como entrenador". Unas declaraciones que sólo hoy con la vuelta de Jackson al banquillo angelino se entienden y que el propio Kobe matiza: "Si me preguntan si me iría a almorzar con él, simplemente contestaría que no, pero sí me gusta jugar para él".

Sin embargo, Jackson no ha sido el único objeto de las 'palabras de amor' de Bryant y tanto Shaquille O'Neal como Malone tuvieron enfrentamientos verbales con temas amorosos de trasfondo. De O'Neal, insinuó que habría pagado un millón de dólares para que varias mujeres no relatasen las infidelidades del ahora jugador de los Heat. Por su parte, Bryant fue capaz de acusar a Karl Malone de propasarse verbalmente con Vanessa, la mujer de Bryant. Malone, no quiso entrar al trapo de estas duras declaraciones y simplemente se limitó a desmarcarse de la polémica, primero señalando que "este es un culebrón Hollywoodiense y no quiero ser la estrella de otro de los escándalos de Kobe", y posteriormente abandonando la franquicia angelina.

Razones para odiarlo IV: En constante pelea con todos
Pero Kobe Bryant no sólo se pelea con sus compañeros de equipo, sino que también se las ha tenido con más de un rival en la pista. El año pasado fue sancionado con dos partidos por propinar un codazo a Mike Miller, un jugador que no se puede decir que sea sospechoso de ser conflictivo. Y casi lo de menos fue el codazo porque sus palabras tras el incidente no tuvieron desperdicio. Kobe, al ser preguntado por la acción, declaró tranquilamente que "a cualquier jugador que venga en ataque de esa forma le dejé saber que no pueden atravesar fácilmente esta zona", porque según el propio Bryant "son cosas que tiene que hacer el líder de un equipo, y en este caso la hice yo".

Raja Bell, Chris Childs o Reggie Miller son algunos de los ilustres nombres que aparecen en la lista de amigos del autoproclamado líder de los Lakers. "Siempre intenta demostrar a todo el mundo que es mejor sin O'Neal, que puede ganar por sí solo. Siempre esta librando batallas que no tiene porque librar" asegura Ray Allen, rival con el que tuvo un enfrentamiento público a finales del 2004. La última de sus provocaciones acabó con una antideportiva de Raja Bell quien acusó al escolta de estar constantemente provocándole. "No tengo nada de respeto por Bryant. Creo que es un individuo arrogante y creído" señaló Bell.

Los 81 puntos de Kobe Bryant siempre estarán en el recuerdo del buen aficionado (Foto EFE)
© Los 81 puntos de Kobe Bryant siempre estarán en el recuerdo del buen aficionado (Foto EFE)
Razones para quererlo I: Un palmarés enviadiable y un futuro esperanzador
Desde su llegada a la NBA, Kobe Bryant ha ido superando barreras. Poco queda de aquel joven que con 18 años era elegido en el número 13 del draft del 96 por los Charlotte Hornets y que acto seguido veía como pasaba del instituto Lower Merion a jugar con Los Angeles Lakers.

En su primer año dejó su tarjeta de visita a todo el mundo cuando se impuso en el concurso de mates del All Star de 1996 celebrado en Cleveland. Con 19 años, y en su segundo año como profesional ya era elegido como integrante del 5 titular del Oeste en el All Star, siendo desde Magic Johnson el debutante más joven en hacerlo. Desde entonces, siempre ha participado en el quinteto titular del All Star y en la edición de 2002 obtuvo el MVP del partido de las estrellas.

La consagración definitiva como jugador llegó en su cuarto año, el primero a las ordenes de Phil Jackson, al lograr el primero de los tres anillos de adornan su galería de trofeos. Entre los que le critican, se señala que el auténtico artífice de aquellos campeonatos fue Shaquille O'Neal (MVP de las finales), pero lo cierto es que O'Neal tampoco había logrado nada hasta que llegó Kobe. Con 27 años, Bryant tiene mucha carrera por delante y el objetivo de liderar a los Lakers a un nuevo anillo.

Razones para quererlo II: El mejor uno contra uno de la liga
A pesar de que su en búsqueda por parecerse a Jordan se ha granjeado enemigos y el propio Jordan le ha recriminado su exceso de ímpetu en los enfrentamientos directos que han mantenido, la realidad es que si ha habido un digno sucesor al trono de 'su majestad del aire' ese es Bryant. "Es un auténtico fuera de serie. No hay ninguna duda que a su edad ya tiene todos lo méritos para ser futuro miembro del Salón de la Fama" señala Shaquille O'Neal. Un extraordinario manejo de balón y la versatilidad para jugar tanto de cara como de espaldas a canasta le convierten en un jugador imparable. "No hay manera de detener a Kobe", comenta Latrell Sprewell.

El empeño por ser el mejor le ha causado más de un problema a Bryant (Foto EFE)
© El empeño por ser el mejor le ha causado más de un problema a Bryant (Foto EFE)
Razones para quererlo III: Anotador compulsivo
Si uno tiene que definir en una sola característica el juego de Kobe Bryant, ésa es la de anotador compulsivo. Con la misma fuerza que un agujero negro atrae objetos, Kobe Bryant atrae el balón y cuando lo recibe poca veces sale de sus manos para otra cosa que no sea lanzar a canasta. Desde su estancia en el instituto donde batió records de anotación, Bryant ha adolecido del sentido táctico que le permitiese valorar una situación de juego más allá de su propia persona. Capaz de jugarse un uno contra cinco y tener éxito, Bryant tiene la enfermiza necesidad de anotar más allá de la lógica del partido y la necesidad del equipo.

Fue el jugador más joven en alcanzar los 10.000 puntos y ahora lo es en llegar a los 17.000. Junto a Chamberlain, es el único jugador capaz de anotar 45 puntos en cuatro partidos consecutivos y es autor de la segunda marca anotadora de todos los tiempos en partido de la NBA. Los 81 puntos en el ya mítico Lakers - Raptors de enero de 2006, resume a la perfección el juego de Bryant. El número 24 de los Lakers lanzó 46 veces a canasta (más de un lanzamiento a canasta por minuto en pista), 4 lanzamientos más que todo el resto del equipo y, eso sí, sólo 2 asistencias... Bryant en estado puro. Quien sabe si como señala Bill Walton,"algún día anotará los 100 puntos".

Razones para quererlo IV: Ejemplo para la comunidad
Por mucho que Kobe Bryant insista en enfadar a todo el mundo, no se puede obviar la gran labor comunitaria que realiza. Habitual de las galas televisivas y acaparador de galardones juveniles, la vida social del escolta deja un espacio importante para la comunidad y las obras sociales.

Al igual que otros muchos jugadores, Kobe se siente muy sensibilizado con los problemas de la comunidad afroamericana, lo que le ha llevado a participar en multitud de programas promovidos o no por la NBA. Dos de los más recientes actos benéficos del jugador han sido los 27.000 dólares donados a las victimas del Tsunami del sudeste asiático de 2004, o su participación el pasado verano en el partido benéfico por las víctimas del Huracán Katrina. "Como todo el mundo, siento la necesidad de contribuir de alguna forma", comenta Bryant y es que como el propio Rudy Tomjanovich señala "está haciendo grandes cosas, él es un buen ser humano".

Como titulaba el periodista T.J. Simmers: "puedes odiar al jugador, pero no odies su juego". Quizás lleve razón y se deba distinguir entre la persona y el jugador. Como todos, y Jordan o Magic tampoco fueron la excepción, Kobe Bryant tiene defectos y sus excesos de forma le han llevado a ganarse enemigos sin necesidad, pero sobre la pista poco se puede objetar sobre su juego.