La temporada 2001-02 la ACB vivió una final hasta entonces inédita, la que enfrentó al TAU Cerámica y al Unicaja, convirtiéndose el conjunto baskonista en el primer equipo que llevó a sus vitrinas el nuevo trofeo diseñado para el campeón.
Además del equipo vitoriano, otros tres equipos ya han conseguido este espectacular trofeo, siendo los dos finalistas de esta temporada, Winterthur FC Barcelona y Real Madrid, dos de ellos. Unicaja, todavía vigente campeón, ha sido el último en inscribir su nombre en su base, que recoge los nombres de los 50 equipos que han ganado el Campeonato Nacional desde 1957.
El trofeo, que pesa 11,250 kilos, es una escultura en plata que representa el gesto de una bandeja. La pelota, de tamaño natural está elaborada por Juan Turull, un platero de reconocido prestigio. Tanto las líneas de la pelota como el logotipo de la ACB que aparece grabado en ella están cincelados a mano y matizados.
La mano es maciza y está fundida de una sola pieza en plata de ley de 925 milésimas. Su autor, Jordi Cases, es un prestigioso escultor que ha trabajado para artistas de la categoría de Javier Mariscal.
La escultura de plata se sostiene sobre una base de madera maciza de olmo. La madera es natural, sin tratar, y tan sólo está cubierta por una fina capa de barniz mate transparente. Los nombres de los 50 campeones de la liga nacional aparecen grabados a láser, junto al logotipo de la ACB y el título de campeón de la vigente temporada. Esta novedosa técnica realza más las inscripciones, dejando un acabado semejante al del grabado a fuego.
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Un trofeo de peso para todo un campeón
Hace ya cinco años que la ACB presentó un nuevo trofeo, un diseño de Jordi Cases que ya tienen en sus vitrinas cuatro equipos: Winterthur FC Barcelona, en dos ocasiones, Real Madrid, TAU Cerámica y Unicaja. Los más de 11 kilos de peso de esta escultura en plata, que simboliza el gesto de una bandeja, vuelven a estar ahora en juego. Azulgranas y madridistas lucharán por convertirse de nuevo en campeón y alzar este trofeo de peso
© El trofeo de la ACB cumple esta temporada cinco años