24 veces se han medido, con un balance muy favorable para el Barça (19-5), que ganó las últimas 4 finales (9-4 en total) de forma consecutiva. Este año ya se midieron en Supercopa Endesa y en Liga Endesa con sendos triunfos del Real Madrid, liderado por un Dzanan Musa que promedió 18,5 puntos en ambos encuentros.
El Real Madrid llega a esta final de la Copa del Rey con un dominio de los partidos casi impoluto. En cuartos de final dominó durante 38:50 minutos y nunca estuvo por debajo en el marcador, mientras que en semifinales sí estuvo 2:18 minutos por debajo en el marcador (aunque nunca a más de tres puntos de su rival). En total, el Real Madrid llega a la final habiendo estado 75:56 minutos dominando el marcador y con más tiempo ganando por 20 o más puntos que perdiendo.
El Barça se vistió de finalista tras anotar 210 puntos, 102 en cuartos de final contra UCAM Murcia y 110 en semifinales ante Lenovo Tenerife. Con 105 puntos de media, el Barça quiere ser el campeón más anotador de la historia y mete miedo hasta el momento.
En el último partido todos los jugadores barcelonistas anotaron y, en el global, los porcentajes son brillantes: 63,3% en lanzamientos de dos y 43,8% en triples.
El argentino ha tenido una temporada irregular por los problemas físicos, pero ha llegado la Copa del Rey y Gabriel Deck ha dado un paso adelante. El argentino, siempre importante en los esquemas de Chus Mateo, vuelve a ser el jugador multifunción y que haciendo un trabajo gris aparece para resolver problemas en defensa y en ataque.
En los dos partidos disputados, el alero ha promediado 12 puntos, 15 créditos de valoración y, sobre todo, deja la sensación de que es jugador imprescindible para las opciones de victoria madridista.
El Barça busca igualar al Real Madrid en el palmarés histórico del torneo. Con 27 entorchados, por 28 de su máximo rival, los barcelonistas tienen en su mano volver a lo más alto del ranking de títulos, tras estar a tres de distancia de los madridistas tras la final de Málaga 2020.