Redacción 5, Ago. 2008.- Dicen de ella que representa el futuro de la WNBA, que con ella nace una nueva etapa en el baloncesto y que es la nueva imagen de la liga para el mundo. Ella es Candace Parker, posiblemente la deportista con mayor impacto en las ligas profesionales norteamericanas desde Michael Jordan.
La trascendencia tanto deportiva como social de la jugadora de Los Angeles Sparks merece un análisis con detenimiento porque a pesar de su corta carrera, Parker acumula un gran número de éxitos deportivos (individuales y colectivos) y reconocimientos sociales que la convierten en todo un icono del deporte americano. Hoy en día está dando sus primeros pasos como jugadora de la WNBA, pero sin embargo ya es una jugadora con una jerarquía contrastada. Domina todas las facetas del juego, exhibe con desparpajo una agilidad y habilidad impropias de una mujer de su estatura y a pesar de su juventud evidencia una inteligencia y conocimiento del juego al alcance de pocas jugadoras.
Como lo hiciera Tim Duncan en el draft de 1997, la elección en el número uno de Candace Parker está cambiando el destino de su franquicia y el de la liga. Una jugadora con un peculiar pasado y un destino claro: dominar el baloncesto.
Rendirse a la evidencia del baloncesto
Curiosamente, la que hoy es estrella del baloncesto no parecía estar predestinada a triunfar en el deporte de la canasta. Al contrario de lo que pueda parecer, la primera vocación de Candace Parker fue el fútbol y su sueño, ser futbolista profesional. Sin embargo, todo lo que le rodeaba olía a baloncesto y, como se suele decirse, al final Candace Parker tuvo que rendirse ante los elementos y dedicarse al baloncesto.
La estrella de las Sparks creció en Naperville, muy cerca de Chicago, una ciudad tradicionalmente baloncestística. Como era lógico, Candace creció como otros muchos deportistas de la época bajo el aura mágica de los Bulls. El gran equipo de los noventa le animó a jugar al baloncesto aunque, en contra de lo que muchos puedan pensar, su ídolo de la infancia no fue ni Michael Jordan ni tan siquiera Scottie Pippen, Candace era fan de Ron Harper. Tenía un poster suyo en la pared, no el de Jordan. Ron era un líder en la pista, me encantaba verlo jugar y por eso era mi favorito en aquellos Bulls, comenta. No obstante, si hubo una persona que verdaderamente influyó en su formación como jugadora de baloncesto esa es su padre. Mentor y hombre clave en su evolución como deportista.
Larry Parker fue la primera persona que le enseñó a jugar baloncesto siguiendo unas estrictas pautas de entrenamiento por las que Candace debía jugar en todas las posiciones del campo y dominar todos los fundamentos del juego. Duros entrenamientos que han dado sus frutos porque ver jugar hoy en día a Candace Parker es ver jugar a, probablemente, la jugadora más completa del mundo. A pesar de su altura (193 centímetros) es capaz de correr, botar y tirar como un base y no cabe duda que sus fundamentos individuales están al nivel de las mejores. Cuando jugaba y entrenaba con mi padre, él me ponía en diferentes posiciones para lograr una mayor versatilidad. De joven jugué como base y eso me hizo diferente. Ahora soy lo que soy gracias a mi padre que me animó a desarrollar todas mis habilidades, trabajar duro y dar todo lo que tenía, afirma.
Pero no sólo su padre le ayudó a mejorar, la presencia de sus dos hermanos se convirtió en un estímulo y un reto porque, al amparo de Anthony Parker, Candace fue convirtiéndose en una mejor jugadora. El baloncesto siempre ha sido una especie de actividad familiar, siempre lo hemos practicado juntos. Mis padres fueron los precursores pero también mis hermanos entrenaban conmigo, señala Candace.
Uno de los que mejor conocen el juego y el crecimiento como deportista de Candace Parker es su hermano Anthony y por ello, preguntado por las claves del éxito de su hermana, el hoy jugador de Toronto Raptors señala que siempre hemos jugado de bases y hemos hecho las cosas que hace un base. Mucha gente con su altura hubiera jugado siempre debajo del tablero y no hubiera desarrollado las cosas que ella saber hacer. Ella siempre ha ido por delante de los chicos de su edad, no sólo de las chicas.
No es de extrañar que hable de chicos pues ya desde muy joven Candace Parker no se limitaba a jugar con chicas sino que también lo hacía con sus compañeros. Circunstancia ésta que, aunque extraña, también le ha ayudado en su formación como deportista. Jugar con chicos es diferente, recuerdo que la primera vez estaba nerviosa porque no sabía si me escogerían la primera o sería la última para jugar. Recuerdo que cuando empecé a jugar un chico me preguntó ¿Eres una mujer? y otro le contestó no ves que no es realmente una mujer. Es divertido, afirma una Parker que considera que jugar con chicos es distinto porque es más físico, juegan más duro y también más rápido. Creo que fue bueno jugar con ellos cuando era joven especialmente para elevar mi nivel de juego.

Dentro de su evolución, Candace Parker comenzó a sorprender a todos con la facilidad que ya de joven mostraba para realizar mates, una faceta del juego que comenzó a practicar desde los 14 años. El primer mate lo hice con catorce años entrenando con mi padre en el gimnasio. Él me preguntó si podría hacer un mate y le respondí que no podía agarrar el balón, entonces él me dijo que tenía la mano suficientemente grande para hacerlo. En el primer intento el balón se me escapó, pero a la segunda conseguí hacer el mate.
Ya siendo una jugadora con un nombre dentro del baloncesto escolar, Candace Parker demostró a todo el mundo su capacidad para machacar aros. En un concurso nacional y con otras estrellas, Candace se impuso. Como ella misma aquel concurso me situó en el mapa baloncestístico.
Esta habilidad y facilidad para realizar mates es producto de un físico privilegiado e intrínseca a su constitución genética. Sin embargo, el juego de Candace es mucho más que mates y su calidad y desequilibrio como jugadora no se limita a un físico envidiable. Gran parte del éxito de Candace Parker reside en una cabeza privilegiada y una capacidad competitiva extraordinaria. Somos una familia muy competitiva. Jugábamos a todo, desde al Risk hasta a los bolos. Candace siempre ha sido una apasionada de todas las cosa que ha hecho, afirma su padre.
Aunque si hay un aspecto de su juego brilla por encima del resto es su gran conocimiento del juego. No hay dudas, estamos ante una estudiosa del baloncesto, capaz de mirar durante horas y horas varios partidos de baloncesto e interesarse por los detalles más concretos del juego. Ella estudia el juego, ella escucha. Una de las cosas más divertidas que tiene es que después de escuchar ella pregunta. Siempre quiere saber más, señala el técnico Mike Thibault.
Un estilo de juego en boca de todas
Con tales precedentes y viendo su rápida adaptación a la WNBA, hoy es unánime la convicción que existe sobre su talento y la capacidad que tiene para influir en cada partido. No es de extrañar que uno de sus mayores admiradores sea su propio técnico quien la compara con Michael Jordan o Magic Johnson (en este caso no es una comparación regalada pues habla Michael Cooper compañero de Magic en el Showtime de los Lakers y rival de Jordan). Cooper no duda en afirmar que sus mates a una mano son equiparables a los del gran Jordan y que su habilidad para participar y dominar todas las facetas del juego sólo puede ser comparada con la que mostraba Magic sobre el parquet.
Igual de enamoradas de su juego se muestran sus compañeras de equipo en Los Angeles. Lisa Leslie, otrora estrella de la liga e icono social, la ha apadrinado en la liga y se ha encargado de ejercer de madrina protectora en el aprendizaje de Parker no sólo dentro de las pistas sino también fuera de ellas donde comparten muchas horas y muchas conversaciones. Para Leslie no hay discusión, Parker representa la nueva generación del baloncesto. ¿Qué puedo decir de Candace Parker? Estoy emocionada por lo que pueda aportar al equipo. Ella es magnífica. Es un fenómeno ofensiva y defensivamente. Puede jugar por dentro y por fuera ¿Qué más quieres que diga? Ella es el futuro y me encanta, así de contundente se mostraba Leslie al hablar del debut de su compañera.
Mucho se habla de las cualidades baloncestísticas de Parker, pero quizás la mejor definición sobre su juego la dio Carol Ross, entrenadora de la Universidad de Mississippi: En muchas noches es la mejor base sobre la pista, la mejor pívot sobre la pista, la mejor reboteadora sobre la pista, la mejor pasadora sobre la pista y, no nos olvidemos, la mejor anotadora sobre la pista. Y es que como concluye su técnico Michael Cooper, muchos de nosotros simplemente estamos viendo hacer historia y advierte que vamos a ver más porque Candace es buena, realmente muy buena.
Quien no haya podido verla, está de suerte porque en breve la podremos disfrutar con su juego en Pekín. Y es que Candace Parker es una de las doce jugadoras del USA Basketball que intentará hacerse con la medalla de oro olímpica, gran sueño de Parker desde su infancia. Puedo recordar estar sentada en mi sofá, ver los juegos del 96 con lágrimas en los ojos mientras conseguían sus medallas (el equipo americano) y decirles a mis padres que un día yo estaría ahí. Ese día ha llegado y en sus manos está la posibilidad de hacer más grande la figura de una mujer que, curiosamente, de niña quería ser olímpica pero como jugadora de fútbol.