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De las palabras de Messina al grito de ¡Llull, Llull, Llull!

No era la mejor noche del conjunto blanco y desde el banquillo Ettore Messina pedía a sus jugadores más corazón. Entonces apareció Llull, el corazón que más fuerte late, para liderar una espectacular remontada final de 20-0

  
  • Crónica del partido


  • Redacción, 26 Nov. 2009.- No comenzaba bien la noche para el Madrid, durante muchos minutos era incapaz de frenar a un Armani Jeans Milán que pese a las bajas, Alex Acker y Marijonas Petravicius, no sólo plantaba cara al Real Madrid sino que era capaz de irse en el electrónico al comienzo del encuentro.

    Desde la banda. Ettore Messina busca alternativas que dieran con la clave para activar al equipo. Incluso llegó a reaparecer Felipe Reyes, pero todo era imposible y la ventaja crecía hasta el 21-29. Fue entonces cuando el técnico ya no pudo aguantar más y en un tiempo muerto arengó a los suyos como pocas veces.

    Les recordó la endeble defensa exhibida hasta el momento; para Messina el equipo blanco jugando sin defensa era un equipo “mediocre”. Él lo tenía claro y tal como lo sentía se lo dijo a sus pupilos: había que jugar con el corazón. Pocos tiempos muertos han sido tan esclarecedores como el del técnico italiano. Visto que los tiros no entraban había que apelar a la casta, al orgullo blanco.

    Porque si por algo se caracteriza este equipo es por su capacidad de sacrificio y porque nunca entrega un partido de antemano. El nuevo Real Madrid tiene muchas nuevas virtudes, pero también es justo reconocer a Messina que ha sabido mantener ese espíritu de las remontadas que tantas noches se vieron en la pasada campaña. Curiosamente, una de las que más se recuerdan es en la que se ganó en el último segundo y con canasta de Bullock al Armani Jeans Milán (70-69)

    En esta ocasión la remontada no llegó tras el tiempo muerto, tampoco lo hizo en el descanso, pues aunque las distancias se recortaron, el portentoso encuentro de Maciulis (20 puntos) y Mancinelli (16) hacían estériles las palabras del entrenador blanco.

    Velickovic daba un nuevo clinic para pivots, Prigioni tomaba las riendas del partido pero aún así todo era insuficiente. Era un querer y no poder madridista; Armani Jeans Milán llegó a ir venciendo por

    Hasta que llegó Sergio Llull. Si Messina quería corazón, quien más corazón tiene en el Real Madrid es el base balear. Ya el año pasado fue el alma de las remontadas. Llull con su eléctrico juego saliendo desdel banquillo, pero sobre todo con su infatigable espíritu volvió a contagiar a sus compañeros y fue el lider de la remontada madridista.

    En el definitivo parcial de 20-0 (se pasó del 60-67 al 80-67) con el que el Real Madrid ganó, Llull fue el protagonista con ocho puntos producto de un triple lejanísimo y dos entradas de casta que además se saldó una con tiro libre adicional. Llull daba la vida a su equipo y enloquecía a un rival que se perdía entren técnicas. Vistalegre vibraba y coreaba un cántico que se ha hecho famosos: ¡Llull, Llull, Llull!

    El base fue el líder de una defensa que cambió de cara en la segunda parte. Desde el banquillo Messina volvía a aparecer para pedir a sus jugadores que había que “defender como locos”. Si en el primer y segundo cuarto había permitido 22 y 23 puntos respectivamente, en la segunda mitad sólo encajó un total de 24. En los últimos seis minutos, los milaneses ¡sólo anotaron dos puntos!

    En ataque al arranque de fuerza del base balear, que provocó que el Madrid pasara de perder por tres (64-72) a ganar por cinco (72-67), le siguió acompañando un excelso Velickovic (21 puntos).

    En una noche donde Messina pidió corazón a sus jugadores para ganar un partido que se les había complicado, éste encontró al corazón que más fuerte late, el corazón de Sergio Llull.