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"Me firmas… ¿Toppert?, ¿o eres Cano?"

Objeto de anécdotas, bromas y malentendidos, dentro y fuera del vestuario. El increíble parecido entre Chad Toppert y Jorge Cano, esboza sonrisas en el Cai Zaragoza

  

Zaragoza, 30 de Noviembre de 2010.- En época de imitaciones y falsificaciones, no es oro todo lo que reluce. Hay que andarse con cuidado. Los sentidos nos engañan, decía el filósofo, y eso mismo les sucede a muchos seguidores del CAI Zaragoza con el parecido más o menos razonable que tienen Chad Toppert y Jorge Cano. Será opinable, cuestionable e incluso descartable la similitud de sus rasgos físicos. Pero cuando el propio técnico y los compañeros del equipo les han confundido alguna vez...

Desde el pasado verano, Chad Toppert y Jorge Cano tienen en común la ciudad donde viven y la empresa para la que trabajan. Antes ni se conocían. Albuquerque y Zaragoza no están conectadas precisamente por el tranvía. Ahora son objeto de anécdotas, bromas y malentendidos, dentro y fuera del vestuario.

"Dicen que Jorge es la versión joven de mí. En la pista, incluso el otro día el entrenador cogió una camiseta y me la dio pensando que era Jorge. Es divertido y un poco loco todo esto. Al principio, no pensaba que nos pareciéramos tanto pero todo el mundo empezó a decirlo, así que será verdad. Cuando veo fotos de los dos es verdad que nos parecemos mucho", dice Toppert con una sonrisa a mitad de camino entre el escepticismo y la complicidad.

Traspasado el centro de trabajo, la cosa se complica para ellos. "Cuando alguien viene a pedirme un autógrafo, la mitad de las veces me lo piden en la página de Jorge de la Guía del club; tengo que cambiar y buscar mi página", asevera con resignación.


"El otro Toppert", es decir, Jorge Cano "nunca había tenido un compañero que se pareciera tanto a mí. Rubio sí, pero de la misma altura, con los ojos del mismo color y el mismo color de piel, nunca", dice el jugador zaragozano.



A Jorge le divierte que la gente se lo tome con sentido del humor. "A veces hablan con él en castellano y conmigo en inglés. Al cabo del rato se dan cuenta de que somos el otro", nos comenta resignado.

Unos errores de apreciación que incluso llegan al vestuario. "El otro día en la ducha, Chad estaba de espaldas, entró un compañero y empezó a hablar con él de una conversación que había dejado a medias conmigo. Al cabo del rato se dio cuenta de que era Chad y no yo. Como ves, es algo que va más allá de la broma; nuestros propios compañeros nos confunden. José Luis (Abós) menos, pero Joaquín o Iván alguna vez sí", relata Jorge Cano. ¿O Chad Toppert?