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Los 'CSI' del Baloncesto (II): Michel Casamitjana

Michel Casamitjana intenta encontrar desde hace años la Ley del Baloncesto, y partiendo de ella reconstruir las estructuras complejas del juego. Como si fuera el ADN, parte de cuatro "proteinas" madre que deben ser la base para investigaciones posteriores. Siguiendo con el símil biológico, determina la unidad básica del juego o célula madre y busca su núcleo. A pesar de la complejidad de su composición, disecciona científicamente las unidades básicas y su porqué

La posesión nace, se desarrolla y  crea una nueva posesión como final de su existencia
© La posesión nace, se desarrolla y crea una nueva posesión como final de su existencia
  

La historia de Michel se remonta a una serie de casualidades que terminaron con una hoja de estadísticas de un partido de baloncesto en sus manos. Su trabajo diario relacionado con matemática estadística hicieron que ese título de "estadística del partido" llamara su atención.

Él siempre comenta que su mayor ventaja es su punto de partida científico y objetivo, alejado de los condicionantes del mundo del baloncesto: "Yo no entiendo de baloncesto. Me baso en el puro análisis estadístico para mostrar la realidad matemática. La receta de como actuar y de la interpretación final de los datos corresponde a los expertos en el tema, los entrenadores, los técnicos". Del mismo modo es tajante en sus afirmaciones, basándose en años de buscar su propia contradicción: "Los resultados que yo muestro no pueden ser discutidos porque están basados en un razonamiento lógico y científico. No se van a encontrar conclusiones baloncestísticas - la interpretación técnica no me corresponde a mí - pero los resultados numéricos son los que son, y son verdad".

En su busqueda del porqué se llamaba estadística de baloncesto a una hoja con montones de parámetros, Casamitjana pasó años intentando demostrar que lo que expresaban esos "dichosos" indicadores tenía repercusión en el resultado del partido. "No es cierto. Coger más rebotes, acertar más tiros de tres, recibir más faltas no garantiza la victoria. Estuve analizando de manera exhaustiva las correlaciones entre esos parámetros y los resultados de los partidos, y no es que no encontrara relación directa, sinó que se demostraba matemáticamente que esa correlación no era cierta".



Casamitjana decidió aparcar de rebotes, asistencias, tapones, tiros y decidió buscar la esencia del juego en su forma más pura. La experiencia y las sensaciones del baloncesto lo llevaron a un punto de partida básico: "A diferencia del fútbol, el tiempo límite de posesión del baloncesto determina unos intervalos reales de periodos de vida. Durante un partido, a priori, los dos equipos van a disponer de las mismas oportunidades de ataque - alternativamente uno y otro - y simplemente un equipo será capaz de "robar" alguna más, y aprovechará en mayor o menor grado las oportunidades que se disputan, llevando al punto clave, la diferencia en el marcador".

Podemos comparar este proceso con la vida de una célula, unidad básica que nace, crece, muere y se reproduce en forma de otra unidad vital - otra posesión - que parte del escenario que le ha dejado su predecesor. "Yo puedo decir cuando se crea y destruye la posesión y el rastro que ha dejado a su paso, así como determinar las condiciones del punto de partida para el siguiente ciclo vital. Cómo actúa este "ser vivo" durante su existencia depende de la estructura de su ADN, heredado de sus antecesores. El ADN del baloncesto forma una estructura compleja formada por su entrenador, su entorno, sus directivos, sus jugadores, sus aficionados, su cancha, sus entrenamientos, etc". Los factores ambientales afectarán como a cualquier otro ser vivo, y existirá más o menos tiempo, sentirá el juego de una forma o bien de otra, en función de lo que interaccione con el entorno a esta célula basquetbolística.

De todas formas, Michel se acercaba a una regla más básica y evidente, la que dice que gana quién mete más puntos que el adversario. "El reglamento ya nos avisa que los datos por si solos no nos llevarán a ningún punto sin considerar al equipo en su conjunto comparandolo con su rival". Lo primero que viene a la mente es un "pues claro" pero su siguiente pregunta, siendo igual de sencilla, hace reflexionar: "'Entonces porqué primero se intentar sacar conclusiones de los detalles como rebotes, pèrdidas, tapones o puntos? 'Porqué no ir a la parte esencial, a la actuación conjunta por posesión y al número de éstas frente al rival?"

En su estudio extrae conclusiones sencillas, transparentes, sobre las que después construye otras de gran complejidad. "Los primeros pilares sobre los que apoyo mis estudios, después de considerar la diferencia de puntos, es sobre dos parámetros demostrablemente significativos, reales y únicos, buscando la simplicidad y la lógica: La calidad y la cantidad de cada posesión". De manera sorprendente él optimiza la toma de datos y con un mínimo de anotaciones deduce el valor básico del equipo y de los jugadores, y distingue su rendimiento en forma de calidad y cantidad respecto al rival.



Con esos análisis básicos ya pueden deducirse rendimientos de jugadores independientemente de los puntos anotados o valoración tradicional conseguida. Dicho análisis también reporta capacidades defensivas y ofensivas, así como transiciones entre ellas. En sus estudios se pueden demostrar relaciones entre las diferencias en el marcador y parámetros de calidad-cantidad y punto de partida de la posesión.

Nos muestra un ejemplo, del que omitimos nombres propios: "Sólo digo que este equipo X demuestra con su comportamiento que es bueno en cotraataque y malo en ataque estático, y que su balance defensivo deja mucho que desear. Mañana es muy probable que pierda, pues el rival tiene un perfil parecido - según mi fórmula - pero, en una situación con una cantidad similar de situaciones, es capaz de tener más acierto en los momentos débiles de X".

El siguiente paso lo hace respecto los jugadores, con una prudencia inicial que se transforma en rotundidad: "este jugador, buen chico, tan valorado, con tantos puntos en su haber. Resulta que, cuando él juega, su equipo encaja más puntos de los que consigue y ha acabado siendo relegado de varios equipos, cuando a priori parece un jugador esencial. Creo que si supieran de mis resultados sus entrenadores podrían conseguir que fuera un magnífico elemento para el equipo".

La parte central de sus estudios le ha llevado a descubrir un modelo matemático que lleva a resultados exactos, predicitivos de la probabilidad de lo que va a pasar en un partido. "Yo estoy convencido que mi fórmula es una Ley Universal que rige el baloncesto. Es la estructura básica, las piezas más pequeñas del puzzle". Como en el caso del genoma humano ahora toca decodificar esa estructura tan complicada, pero no partiendo de agregaciones varias a las que estamos acostumbrados, como los rebotes, los puntos, las asistencias, sinó sabiendo que la composición esencial del juego es la diferencia de puntos, la posesión, un cinco frente a otro, la capacidad de rentabilizar ese periodo, y al mismo tiempo la habilidad para obtener más "vidas-posesiones" que el rival.

Por cierto, él tiene la fórmula. Una ecuación que contiene argumentos de peso, como la misma ley de la gravedad de Newton, Está satisfecho con su descubrimiento. "Ahí queda el diagnóstico del paciente. El analítico ha hecho su trabajo. Ahora toca a los médicos, los entrenadores en este caso, la responsabilidad de encontrar las recetas para curarlo".

Y el partido lo perdió el equipo X en cuestión. El diagnóstico del especialista era correcto, Dan fe los presentes en la conversación, con testigos. Quizás los entrenadores-médicos no disponían de la "radiografía" que hace Michel, o quizás el rival sí.

Doktor
ACB.COM


*Michel Casamitjana es ingeniero retirado. Toda su vida ha trabajado con estadísticas "de verdad", y sus estudios siempre han buscado la sencillez, la rigurosidad y el porqué más esencial del problema a analizar.
Su ámbito deportivo tiene epicentro en Pau, y a nivel periodístico se le puede leer en maxi-Basket - en la prensa Gala - aunque sus contactos y colaboraciones han sido innumerables. Por tanto, está geográficamente cerca de Vitoria y del Tau, pero del mismo modo se le puede ver en cualquier ciudad ACB".

Los 'CSI' del Baloncesto (I): Jaime Sampaio