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51-74
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Las Palmas, 3 Oct. 2009.- No tuvo piedad. El Regal Barça estrenó de manera oficial la campaña metiendo miedo, exhibiendo una imagen de sobriedad y madurez infinita y desarbolando al Gran Canaria 2014 a base de una defensa asfixiante y un ataque efectivo. El conjunto canario, fuerte en el rebote pero fallón en el tiro y poco amenazador desde el exterior, sólo aguantó el primer periodo (13-15), viniéndose abajo tras recibir un 0-11 de parcial que cambió el rumbo del encuentro.
Terence Morris, en la primera parte, Ricky Rubio, en la segunda y Boniface Ndong, una constante durante todo el choque, fueron una pesadilla para el conjunto de casa, en el que la fortaleza de Augustine y el buen estreno de McDonald resultaron insuficientes.
Y eso que en los prolegómenos del partido se respiraba ilusión. La nueva temporada se estrenaba de amarillo. Después de un largo verano, el CID recibía con ilusión a los suyos, que habían preparado con mucho esmero la cita de la Supercopa, una oportunidad de oro para estrenar su palmarés ACB. Enfrente estaba el Regal FC Barcelona que, tras dar que hablar todo el verano por su manera de añadir aún más lustre a su plantilla campeona de liga, estaba dispuesto a hablar, ahora, desde la cancha. Y bien que lo hizo.
Primer cuarto sin dueño
Con cinco jugadores nacidos en América (Norris, Carroll, Moran, Augustine y McDonald) salió el GC 2014 pero el conjunto blaugrana, con tres debutantes en su quinteto inicial (Mickeal, Lorbek y Ndong), había salido muy motivado, con la idea de cargar su juego en la zona y volver a exhibir los recursos que mostró ante el DKV Joventut para proclamarse campeón de la Lliga Catalana. Boniface Ndong se fabricaba él solo la primera canasta del partido y Will McDonald le replicaba tras varios fallos de sus compañeros. A continuación, el pívot senegalés volvió a encontrar aro tras otra excelente acción personal, aunque la historia se repetía y era McDonald el que volvía a empatar el luminoso. Parecía un monólogo en cada equipo de dos jugadores abonados a una encarnizada batalla entre sí en los últimos años en Vitoria y Málaga. Mas quedó ahí la cosa. De momento
Una antideportiva a Sada permitía a Norris poner al Gran Canaria 2014 por delante con un tiro libre. El otro lo falló y, para compensarlo, anotó a continuación un tiro en suspensión que le daba la máxima a su equipo: 7-4. Por desgracia para el anfitrión, esa sería su renta más amplia. Y la penúltima en todo el partido. Mickeal igualó con un triple y, a pesar de una canasta de Carroll que bajó con hielo, otros tres puntos del alero del Regal Barça (esta vez con canasta y adicional) le daban la iniciativa al cuadro blaugrana. No la volvería a perder.

Un 0-11 para romper el partido
Como si el primer periodo nunca hubiera existido, como si el ritmo anodino de los primeros minutos fuera sólo un ensayo, el segundo cuarto arrancó de una forma diametralmente opuesta. McDonald lograba empatar desde la línea de personal y, a continuación, Basile, replicaba con un triple. Había más. Kicker se hacía fuerte en la zona, Grimau y Carroll intercambiaban canastas y Morris, pura intensidad, volvía a silenciar al CID con otro enceste de tres puntos: 19-23.
Punto de inflexión. Sólo Regal FC Barcelona era capaz de prolongar esa loca espiral de aciertos, lo que condenó al cuadro insular, que en un abrir y cerrar de ojos se vio demasiado lejos de su oponente. Grimau, muy activo, lideró el 0-11 con el que los de Pascual rompían el partido: 19-31 (min.15). Cuando en el basket se defiende, en el ataque todo fluye más y mejor. Es un tópico tan cierto como que el Regal Barça secó hasta el límite las ideas ofensivas del Granca, adquiriendo moral y lucidez a la hora de atacar.

El cuadro amarillo no logra remontar
En el tercer periodo, Augustine, una pesadilla el juego interior blaugrana, seguía incordiando con rebotes ofensivos y canastas con su sello al conjunto de Pascual. Sin embargo, como si fuera un deja vu, la historia el arranque se repetía y Ndong convertía las dos primeras canastas. En esta ocasión, no estaba McDonald para responder, lo que aprovechó Sada para lanzar a los suyos hasta los 17 puntos de ventaja: 28-45.
Los de Pascual jugaban atrás como si llevaran varios meses juntos y como si el momento de la temporada fuese mucho más avanzado. Sin nada más iniciar octubre y con los jugadores aún poco acoplados exhiben esa eficacia defensiva, ¿qué podrán ofrecer cuando enseñen su mejor versión?
Un 5-0 del Gran Canaria 2014 le daba algo de emoción al encuentro e incluso Savane, con un par de acciones positivas, amenazó con bajar la barrera de los diez puntos (40-52, min.28), aunque un jugador, Ricky Rubio, se encargó de disipar cualquier tipo de duda. El hombre más deseado del verano robó la bola y encestó con facilidad. En el saque de fondo, puso nervioso a Norris, volvió a recuperar la posesión y a encestar. Unos segundos más tarde, Fran provocaba que los suyos acariciaran la final con sólo un periodo por disputar: 41-58.

El parón no frenó la magia del chico maravilla de El Masnou. Ricky inventó un pase de la nada para que Grimau anotara y, a continuación, en pleno apogeo barcelonista, volvió a ejercer de ladrón para asistir a Basile, que estableció la diferencia más abultada de todo el partido: 41-62 (min.33). A la siguiente jugada, otro pase de ciencia ficción provocó dos tiros libres para Ndong. La risa de Boniface y su incredulidad, tras la increíble demostración del base, simbolizaba bien el encuentro. El Gran Canaria 2014, definitivamente, estaba K.O. Con catorce eliminaciones a sus espaldas a las primeras de cambio, algún día la suerte debe sonreírle. Pero con un ciclón tan devastador enfrente, ese día no era hoy.
Rubio se fue al banquillo con el partido absolutamente roto. Lo acababa de destrozar él en mil pedazos. Lakovic y Mickeal hurgaban en la herida local y los últimos minutos sólo sirvieron para que el Granca acabase con orgullo y lograra, con dificultades, que la brecha no aumentase más de los 25 puntos y para que el Regal Barçase auto-proclamara favorito en la final, fuera cual fuera el rival, por su insultante show. Todos se animaron a la fiesta, aunque Trias, (que se ganó la ovación del pabellón con una bella canasta) y Ndong (que acabó como como líder de su equipo en puntos, rebotes y valoración) fueron los que terminaron con más fuelle el choque, que concluyó con un claro 51-74. El Regal Barça camina con paso firme cuando el trayecto no ha hecho más que comenzar. Es la mejor señal.