101 días después de su último partido, la Liga Endesa ha vuelto con un emotivo recuerdo a las víctimas de la terrible pandemia provocada por el COVID-19.
Ha sido un minuto de silencio cargado de simbolismo, con el violín de Manuel Segarra como único sonido desde una grada vacía.
Segarra, primer violín de la Orquesta de Valencia, fue una de esas personas que amenizaron el confinamiento desde sus balcones: con su violín y junto a su familia, ofreció conciertos diarios desde la terraza de su casa en el barrio valenciano de Nou Campanar.