Redacción, 1 Jun. 2002.-
El Unicaja recibe este domingo al Adecco Estudiantes en el segundo partido de una semifinal con claro color verde, al menos tras lo acontecido en el primer partido, claramente dominado por los malagueños. Unicaja vence por 1-0 y tiene la oportunidad de asestar a su rival un golpe prácticamente definitivo.
El primer partido no tuvo historia, dominando Unicaja desde mediado el primer cuarto y venciendo con holgura. El equipo malagueño se mostró muy superior y, aunque Adecco Estudiantes no lo hizo mal, acabó arrollando a su rival. Unicaja pudo hacer un juego más físico y ahogar a su rival, obteniendo el 1-0 que le da tranquilidad.
Y es que la exhibición de Adecco Estudiantes en cuartos de final había causado cierto temor y nervios en Unicaja, que ahora podrá afrontar el segundo choque con mucha más tranquilidad y con la intención de dejar casi asegurada la clasificación para semifinales logrando un 2-0. Este resultado, nunca remontado en Playoffs por el título, se antojaría prácticamente definitivo.
Adecco Estudiantes se fijó el objetivo de ganar un partido en Málaga para tener la oportunidad de sentenciar en el Palacio de Vistalegre, donde a Unicaja le resultará muchísimo más complicado obtener una victoria. Tras perder el primer encuentro, la oportunidad de igualar se presenta este domingo. De no hacerlo, tendría que imponerse en tres partidos consecutivos, logro de proporciones bíblicas.
Unicaja estuvo extraordinariamente acertado en el primer encuentro, jugando a un nivel espectacular. Tendrá difícil mantener semejante nivel de acierto y esfuerzo, especialmente con el cansancio que supone haber jugado 48 horas antes. Por ello, lo más probable es que el encuentro resulte mucho más igualado, con mayores opciones para Adecco Estudiantes.
El equipo estudiantil debe saber reponerse del duro varapalo que ha supuesto el primer partido. Para ello debe seguir defendiendo fuerte, cargando el rebote de ataque y no renunciando a su estilo de juego, rápido y por momentos alocado. En el último partido, Nacho Azofra, Marlon Garnett y Andrae Patterson, principales baluartes del pase a semifinales, no estuvieron mal pero no rindieron al brillante nivel de cuartos. Deben volver por sus fueros si los de Pepu Hernández quieren tener opciones.
Otra de las claves puede estar en la defensa a Milan Gurovic. Carlos Jiménez secó perfectamente al serbio, que hizo su peor partido en varias semanas. Unicaja solventó el compromiso gracias a la excelente labor colectiva, pero no puede permitirse otro mal partido de su gran estrella, uno de los jugadores más decisivos de la liga.