Real Madrid

JORNADA 19 - Liga Endesa

Casademont Gir.

10/01/2004 - 19:00 - Pab. Raimundo Saporta

Real Madrid

Casademont Gir.

82
    1 2 3 4
RMB   25 23 16 18  
GIR   18 17 20 10  
65

El Saporta descubre a Victoriano y el Real Madrid gana (82-65)

Tres etapas distintas, seis meses sin jugar después de cerrar el primero de esos ciclos y una buena ración de dudas al final de cada temporada han terminado por dar el fruto merecido para Lucas Victoriano, reconocido como jugador por la afición del Raimundo Saporta al cabo de muchos sufrimientos y sinsabores frente al Casademont Girona

Madrid, 10 ene. 2004 (EFE).- La espinosa trayectoria del base hispano-argentino en el Real Madrid encontró por fin un momento de satisfacción, de agradecimiento y de aplauso. Victoriano pudo demostrar después de todas las peripecias por las que ha pasado en el club madrileño que dispone de la calidad y el carácter necesarios para vestir esa camiseta.

Todo lo que la grada le ha negado desde el primer día que puso un pie en el equipo se lo tuvo en cuenta frente al equipo de Edu Torres, que por cuestiones de reglamento presenció el encuentro desde la grada mientras su ayudante, José Luis Abós, dirigía la nave en pista.

Victoriano ha necesitado la lesión de un compañero, el estadounidense Elmer Bennett, uno de los vértices del actual Real Madrid, para ganarse la consideración de los aficionados.

El internacional argentino, un hombre que juega mejor con minutos por delante que cuando sale desde el banco con el tiempo limitado, cumplió a la perfección y consiguió que nadie echase de menos a Bennett.

Dirección, inteligencia, generosidad con sus compañeros y destellos de clase adornaron la actuación del base blanco. De sus manos salieron las mejores asistencias de la tarde, los pases de contraataque precisos en los momentos oportunos y, además, una buena dosis de esfuerzo defensivo.

La fluidez del baloncesto madridista, pese al mal inicio del letón Kaspars Kambala (0/4), obedeció, por un lado, al aplomo de Victoriano y, por otro, a la manifiesta endeblez defensiva del Casademont, una mera sucesión de nombres lustrosos que, al menos de momento, no funciona en lo colectivo.

Bastó que Kambala se entonará, que los escasos relevos disponibles -Alfonso Reyes también es baja- cumplieran con su trabajo y que Antonio Bueno hiciera lo mismo que el pítov letón cuando éste no daba con el aro para que el conjunto catalán perdiese el paso en el marcador.

Rafa Jofresa, el único jugador en activo que ha disputado todas las Ligas ACB desde la temporada 83-84, cumplió su partido número 750 en el campeonato de la Asociación de Clubes. El base catalán salió a pista en el tercer cuarto, pero el Girona ya tenía poco que hacer.

Después de dos cuartos sin ejecutar una sola acción defensiva de mérito -salvo un par de tapones-, ya era tarde para el Girona. Empezó a defender con casi todo perdido y, además, sin solucionar los altibajos ofensivos que exhibió a lo largo del choque, salvados a duras penas por la buena muñeca del estadounidense Andy Panko, un buen jugador.

Aunque la diferencia blanca nunca descartó completamente al Girona, el Madrid actuó muy cómodo siempre, consciente de poder romper la baraja en caso de necesidad y sin malas sensaciones sobre la cancha. Victoriano, desde luego, contribuyó más que nadie a que fuera así.

82 - Real Madrid (25+23+16+18): Victoriano (5), Herreros (8), Stojic (9), Fotsis (16), Kambala (13) -cinco inicial-, Bueno (8), Mumbrú (13), Hernández-Sonseca (10) y Núñez (-).

65 - Casademont Girona (18+17+20+10): Myers (8), Panko (17), Okulaja (11), Struelens (-), Thomas (4) -cinco inicial-, Rogers (5), Johnson (5), Sambugaro (3), Trías (9) y Jofresa (3).

Arbitros: Llamazares, Ortega y Peruga. Excluyeron por personales a Thomas (m.37).

Incidencias: encuentro correspondiente a la decimonovena jornada de la Liga ACB 2003-04, disputado en el Pabellón Raimundo Saporta ante unos 4.000 espectadores. Edu Torres, nuevo entrenador del Casademont Girona, presenció el encuentro desde la grada al no haber cumplido todavía el plazo para poder sentarse en el banquillo gerundense. José Luis Abós, segundo entrenador, dirigió al cuadro catalán.